EL SÍNDROME E.T.

Los que hemos visto la película pasamos por tres emociones diferentes.

1. Al inicio aparece un monstruo que nos infunde temor.
2. Luego comienza a parecernos simpático.
3. Al final lloramos para que se quede en nuestro mundo.

Igual nos pasa en nuestra relación diaria con las personas que nos rodean. Al principio nos pueden caer antipáticas, luego nos empiezan a gustar y al final terminan siendo nuestras parejas.

Muchas veces, cuando vamos por la calle nos preguntamos: ¿Cómo es que ese hermoso mujeron esté con ese feo petizo? (y viceversa)
Respuesta: Es el síndrome E.T.

Poco a poco la persona va penetrando en mi corazón, no por su fealdad física, sino por la hermosura de su alma, por su don de servicio, por su calidad de gente. Es muy posible y hasta común que las personas se enamoren por la belleza física, pero la belleza física tiene su momento, no dura toda la vida. Es por eso que los que se enamoran del alma duran más, porque ese enamoramiento se convierte en amor, y el amor, el verdadero amor es eterno… no cambia, no se deteriora, no se afea.

El amor no se busca... el amor te encuentra. Recuerda que hay millones de personas que desean amarte... pero, tú no los dejas. ¿Por qué aferrarte al que te trata mal, al que no te da bola, al que abusa de ti, al que te desprecia? ¿No crees que es tonto hacerlo?

Los solteros(as) que se la pasan buscando al bonito(a) muchas veces mueren sin encontrarlo(a). Existe un dicho: “La suerte de la fea la desea la bonita”.

“Para Dios todos somos hermosos” – esto lo escuché en una entrevista a una monja - para ser pasada por televisión - por el 350 aniversario del Monasterio del Carmen del Perú.

El entrevistador muy enamorador y coqueto le preguntó a Paula, una monja muy bonita que había dejado el mundo del modelaje para ser carmelita de claustro:
-“¿Se le puede decir a una monja que es bonita?”
-“¡Claro que sí! ¿Por qué no? Dios nos ha creado a todos hermosos. Tú eres hermoso, el camarógrafo es hermoso, yo soy hermosa… Dios nos ha creado a todos hermosos” – dijo ella.

Para los padres todos los hijos son hermosos… ahora nos toca a los hijos creer que eso es cierto.

Reflexión: Amigo(a) soltero(a), aunque te parezca cursi, la verdadera belleza es la del alma. No te canses buscando tu "Adonis", más bien acepta a tu "E.T.", que es muy posible que lo tengas muy cerca de ti.

Dios te creó a su imagen y semejanza… ¿crees que Dios hace las cosas mal? Deja de creerte mal hecho y de estar envidiando a los demás... ¡conserva tu alma hermosa!

José Miguel Pajares Clausen