miércoles, 20 de marzo de 2024

SOLO LLEGAN AL CIELO…

 A lo largo de un camino largo, salvaje y agotador, un hombre caminaba con su perro. Caminaba y caminaba, estaba cansado, el perro también estaba cansado.

De repente ante él, ¡un oasis! Hermosas puertas, detrás de la cerca - música, flores, el murmullo de un arroyo, en resumen, descanso.

- ¿Qué es esto? - preguntó el viajero al portero.

- Este es el cielo, ya has muerto y ahora puedes entrar y descansar de verdad.

- ¿Hay agua allí?

- Cuanto quieras: fuentes limpias, piscinas frescas...

- ¿Dan algo para comer?

- Todo lo que quieras.

- Pero tengo un perro conmigo.

- Lo siento señor, no se admiten perros. Tendrás que dejarlo aquí.

Y el viajero pasó de largo... Después de un tiempo, el camino lo llevó a una granja. También había un portero en la puerta.

- Tengo sed - pidió el viajero.

- Entra, hay un pozo en el patio.

- ¿Y mi perro?

- Verás un bebedero junto al pozo.

- ¿Y para comer?

- Puedo invitarte a cenar.

- ¿Y el perro?

- Se encontrará un hueso.

- ¿Qué lugar es este?

- Este es el cielo.

- ¿Cómo es posible? El portero en el palacio cercano me dijo que el cielo está allí.

- Él miente todo. Ese es el infierno.

- ¿Cómo lo soportan ustedes en el cielo?

- Nos es muy útil. Solo llegan al cielo aquellos que no abandonan a sus amigos.

Gonzalo Suárez

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