Ángelus del Papa Francisco, 28 de enero de 2024.
Por: Mireia Bonilla | Fuente: Vatican News
“Debemos cuidarnos de las "cadenas" que
sofocan nuestra libertad” ha sido la advertencia del Papa Francisco este
domingo, antes de rezar la oración mariana del Ángelus: “Pienso en las adicciones, que nos hacen esclavos, siempre
insatisfechos y devoran energía, bienes y afectos; otra cadena: pienso en las
modas dominantes, que nos empujan al perfeccionismo imposible, al consumismo y
al hedonismo, que mercantilizan a las personas y desvirtúan sus relaciones”.
¿CUÁLES SON LAS CADENAS QUE SOFOCAN
NUESTRA LIBERTAD?
Las “adicciones”
y las “modas” son para el Papa las
dos cadenas más fuertes que pueden apresar nuestro corazón, pero no las únicas.
El Papa este mediodía, asomado desde el balcón pontificio, también ha agregado
a la lista de estas cadenas que atentan contra nuestra libertad, las “tentaciones”, el “miedo”, la “intolerancia” y la
“idolatría del poder”: “También están las tentaciones y los condicionamientos
que socavan la autoestima, la serenidad y la capacidad de elegir y amar la
vida; otra cadena: el miedo, que hace mirar al futuro con pesimismo, y la
intolerancia, que siempre echa la culpa a los demás; y luego está una cadena
muy fea, la idolatría del poder, que genera conflictos y recurre a las armas
que matan o se sirve de la injusticia económica y de la manipulación del
pensamiento. Tantas cadenas, tantas están en
nuestra vida”.
SI ENTRÁIS EN DIÁLOGO CON EL DIABLO, ÉL
GANA, SIEMPRE
Francisco ha basado su reflexión
de hoy en el Evangelio hodierno según San Marcos, que presenta a Jesús
liberando a una persona poseída por un "espíritu maligno" que la
destrozaba y la hacía gritar sin cesar, para confirmar que “Jesús vino a liberarnos de todas estas cadenas”: “Jesús
tiene el poder de echar al diablo. Jesús libera del poder del mal, pero
-tengamos cuidado- ¡expulsa al diablo, pero no conversa con él!”.
Por tanto, otra advertencia de
Papa en este último domingo de enero es “no dialogar con el diablo”: “Tened cuidado: con el diablo no se dialoga, porque si
entráis en diálogo con él, él gana, siempre”.
¿QUÉ HACER CUANDO NOS SENTIMOS TENTADOS?
“Invocar a Jesús: invocarlo allí,
donde sentimos que las cadenas del mal y del miedo aprietan con más intensidad”
Para Francisco, la manera más
eficaz de liberarnos de estas cadenas es “no
dialogar con el diablo” pero sobre todo “invocando
a Jesús”, pues es Él quien, con la fuerza de su Espíritu, quiere repetir
al maligno también hoy: "Vete, deja en paz ese
corazón, no dividas el mundo, las familias, nuestras comunidades; déjalas vivir
en paz, para que florezcan allí los frutos de mi Espíritu, no los del tuyo.
Para que reine entre ellos el amor, la alegría, la mansedumbre, y en lugar de
la violencia y los gritos de odio, haya libertad y paz, respeto y cuidado hacia
todos".
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