No habría mares en la tierra, ni estrellas en el cielo, sí tú mi amigo del alma, no lo hubieses creado.
No habría
paisajes bellos, ni manantiales de agua pura, si tú mi amigo del alma, no lo
hubieses querido.
Por eso
te estoy agradecido, por eso te rezo cada día, por eso estás conmigo, por eso y
mucho más serás siempre mi amigo.
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