Es mejor ponernos metas pequeñas y secuenciadas que metas muy a largo plazo o inalcanzables.
Por: Silvia del Valle | Fuente: Catholic.net
Con el año nuevo llegan nuevas oportunidades para pasar tiempo en familia, para
tratar de ser mejores, para tratar de corregir algunos aspectos de nuestra vida
que podrían ir mejor, etc. pero lo que debemos tener en cuenta es que todo eso
no se logra por arte de magia solo con decirlo.
Requiere de un proceso para llevarlo a cabo y debemos ser pacientes para no
exigirnos de más y tenaces para no exigirnos de menos.
Los propósitos de año nuevo muchas veces los hacemos basados en la teoría o nos
ponemos metas ideales que poco podemos medir y menos alcanzar.
Ya sea de forma personal o familiar, es bueno que pensemos muy bien que
propósitos nos vamos a hacer para este 2024 por eso aquí
te dejo mis 5Tips para lograrlo.
PRIMERO. HAGAMOS UN EXAMEN DE
CONCIENCIA DE LO PASADO.
Siempre es bueno tener claro lo que hemos realizado el año que ha
terminado, lo bueno y lo malo, para saber que oportunidades de mejora tenemos y
estar conscientes de nuestras limitaciones para tratar de apuntalarlas con
nuestras fortalezas.
Podemos hacer una lista de los acontecimientos más importantes y sacar los
puntos positivos y las áreas de oportunidad.
Debemos ser muy honestos y hacer un análisis a conciencia, pues se trata de
trabajar en nosotros mismos y buscar ser mejores.
Con nuestros hijos podemos ayudarles haciéndoles una tabla para que anoten el
acontecimiento en una columna, lo bueno en otra y las áreas de oportunidad en
la otra. Podemos ponerles algún dibujo para que identifiquen la columna, así
será más fácil que lo entiendan.
SEGUNDO. UBIQUEMOS EN DONDE
ESTAMOS EN EL PRESENTE.
Es bueno que nos ubiquemos en nuestra realidad, en el contexto que nos
rodea, porque así podemos entender que está en nuestras manos cambiar y que es
más difícil porque tiene una influencia externa.
No debe darnos pena ver nuestras debilidades ya que esto nos ayuda a saber en
qué podemos mejorar.
Si educamos a nuestros hijos para que ellos también lo hagan desde pequeños,
será más sencillo que estén dispuestos a la corrección fraterna y a la mejora
continua.
TERCERO. DÉMOSLES PRIORIDAD A
NUESTRAS NECESIDADES.
También es necesario hacer una lista de nuestras necesidades materiales,
espirituales, emocionales, laborales, afectivas, etc. para saber qué acciones
podemos llevar a cabo este año que comienza.
Seguro que saldrá una lista muy grande, pero es bueno darle prioridad para
sacar lo que es urgente, lo que es necesario, lo que sería bueno hacer y lo que
nos gustaría hacer pero que no es tan probable.
Podemos usar un código de color para identificarlas y agruparlas.
Con nuestros hijos también podemos ayudarles a que aprendan a conocer sus
necesidades para que partiendo de ellas puedan buscar formas de solucionarlas y
sus acciones vayan encaminadas a mejorar en todos los aspectos de su vida.
También podemos hacer esto para la familia, cuando hacemos estos ejercicios
salen cosas muy interesantes que seguro, no teníamos en la mira.
Cuando nuestros hijos ya tienen edad para opinar, es muy bueno que lo hagan,
nos puede dar una referencia y un punto de vista que no podemos imaginar.
CUARTO. PONGAMOS METAS
CONCRETAS CON FECHA DE VENCIMIENTO.
Ha llegado el momento de traducir todo esto a acciones concretas,
medibles y con fecha de vencimiento.
Es mejor ponernos metas pequeñas y secuenciadas que metas muy a largo plazo o
inalcanzables que solamente nos desanimen y hagan que perdamos el interés en el
cambio o mejora continua.
Es así que podemos ponernos una meta para cada mes del año y debemos estar
pendientes de estar revisando como vamos en el avance de cumplirla para que si
vemos que vamos tarde, podamos meterle velocidad.
Al llegar la fecha de vencimiento, debemos ser honestos y decir si lo logramos
o no y de ser necesario reprogramar la fecha de cumplimiento o adaptarla para
que la siguiente no se vea afectada.
Es necesario que sea algo concreto, acciones claras para que podamos decir si
lo logramos o no.
Y QUINTO. DEJEMOS EL FUTURO A
LA PROVIDENCIA DE DIOS, PERO HAGAMOS LO QUE NOS TOCA.
Es muy necesario que estemos consientes que nosotros ponemos todo lo que
esté en nuestras manos para cumplir nuestras metas, pero es Dios quien nos da
su gracia para lograrlo.
Es así
que, podemos presentarle a Dios nuestros propósitos y decirle que las pones en
sus manos para que todo sea conforme a su Voluntad.
Y debemos confiar que recibiremos su ayuda y poner manos a la obra.
¡Les deseo Feliz Año nuevo y que Dios les bendiga mucho y también a sus
familias!
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