Debes saber que nuestro ser se compone de siete cuerpos, y solo uno de ellos está compuesto de materia (el cuerpo físico). Este cuerpo es el que menos nos pertenece, ya que se forma gracias a la madre tierra, "Entonces lo que es tierra deberá volver a la tierra".
Así como
el espíritu volverá a la fuente primaria de energía de donde proviene, que es
Dios.
Si
nosotros cortamos esa transición nuestro cuerpo físico jamás se une con la
madre y el Espíritu se ancla a la tierra, sin poder trascender a los planos
superiores a donde en realidad le corresponde.
Esto
evita que nuestra evolución sea de manera armoniosa y completa.
Es
necesario que llevemos el cuerpo o las cenizas a donde pertenece, La tierra.
Esta disposición es la que determina la unión con la madre y el padre.
Si
mantenemos las cenizas en la casa se generará una baja frecuencia, una energía
baja, ya que es el cuerpo de un ser sin vida, y para que la posibilidad de
volver a vivir, es necesario que la madre haga ese proceso.
Tener las
cenizas ocasiona problemas, enfermedad, discusiones, pobreza, y mantiene al
desencarnado unido al hogar y a los seres queridos, y por ende, a la vida
material.
Deja
descansar a tu ser querido, lleva sus despojos, que no son más que tierra, a un
lugar santo, o llévalas al campo a un lugar agradable y regrésalas a la madre
tierra, para que continué su proceso de asimilación y reutilización en otros
seres, que es como corresponde.
Lo que
cuenta ante el espíritu de tu ser querido, no es cuanto amas sus despojos, sino
cuanto le amaste en vida.
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