Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, el Papa ha enviado un mensaje al director general de la FAO.
Por: Tiziana Campisi | Fuente: Vatican News
Unir fuerzas y encontrar ideas para que el agua sea patrimonio de todos y se
distribuya y gestione mejor de forma sostenible y racional: es lo que pide el
Papa Francisco a las organizaciones internacionales, gobiernos, sociedad civil,
empresas, instituciones académicas y de investigación en el mensaje dirigido al
director general de la FAO, Qu Dongyu, con motivo de la Jornada Mundial de la
Alimentación, este año sobre el tema "El agua
es vida, el agua es alimento. No dejemos a nadie atrás", que para
el Pontífice pone de relieve "el valor
insustituible" del agua como recurso para todos los seres vivos de
la Tierra que requiere planificar con urgencia una gestión sabia, cuidadosa y
sostenible, para que "todos puedan disfrutar
de ella para satisfacer sus necesidades sustanciales y para que también se
sostenga y promueva un desarrollo humano adecuado, sin que nadie quede
excluido".
HACER ACCESIBLES LOS RECURSOS BÁSICOS
Muchos de "nuestros hermanos" viven hoy en la miseria, señaló
el Papa, y el "grito de angustia y
desesperación de los pobres" debe "interpelar nuestras
conciencias". "La condición de hambre y malnutrición que hiere
gravemente a tantos seres humanos es el resultado de una injusta acumulación de
injusticias y desigualdades", afirma Francisco, "que deja a muchos en los arrabales de la vida y
permite a algunos establecerse en un estado de ostentación y opulencia". Esto
afecta tanto a la alimentación como a "todos
los recursos básicos, cuya inaccesibilidad para muchas personas es una afrenta
a la dignidad intrínseca que Dios les ha dado", y la comunidad
internacional debe movilizarse en este sentido.
INVERTIR MÁS EN INFRAESTRUCTURAS HÍDRICAS
Respecto al agua, que "es vida porque garantiza la supervivencia", el
Papa señala que "en la actualidad este recurso
está amenazado por graves desafíos en términos de cantidad y calidad", y
que "en muchos lugares del planeta nuestros
hermanos y hermanas sufren enfermedades o mueren precisamente por la ausencia o
escasez de agua potable". Francisco también subrayó que "las sequías provocadas por el cambio
climático" “están causando enormes daños a los ecosistemas y a las
poblaciones" y denunció "la
gestión arbitraria de los recursos hídricos, su distorsión y
contaminación", que perjudican especialmente a los pobres.
"Es urgente reconocer que 'el acceso al agua potable y segura es un
derecho humano elemental, fundamental y universal, porque determina la
supervivencia de las personas y, por tanto, es condición para el ejercicio de
los demás'", argumenta el Papa, que cita su
Encíclica Laudato si' e insta a "invertir
más en infraestructuras, alcantarillado, saneamiento y sistemas de depuración
de aguas residuales, sobre todo en las zonas rurales más remotas y
deprimidas". Para Francisco, también es importante "desarrollar modelos educativos y culturales que
sensibilicen a la sociedad para que este bien primario sea respetado y
preservado", porque "el agua nunca debe ser conceptualizada
como una mera mercancía, como un producto de intercambio o una cuestión de
especulación".
LA CIENCIA Y LA TECNOLOGÍA DEBEN
PARTICIPAR
"El agua es
alimento porque es esencial para lograr la seguridad alimentaria", añadió el Papa, precisando que también es "un
componente indispensable para la agricultura". Por ello, "es necesario promover programas eficaces que eviten
fugas en las tuberías de riego agrícola; utilizar pesticidas y fertilizantes
orgánicos e inorgánicos que no contaminen el agua; y promover medidas que
salvaguarden la disponibilidad de los recursos hídricos para evitar que la
grave escasez se convierta en causa de conflictos entre comunidades, pueblos y
naciones". Y así, "la ciencia y la
innovación tecnológica y digital deben ponerse al servicio de un equilibrio
sostenible entre el consumo y los recursos disponibles", sugiere
Francisco, "evitando impactos negativos en los ecosistemas y daños
irreversibles al medio ambiente".
ACTUAR EN TÉRMINOS DE SOLIDARIDAD
A propósito de la Jornada Mundial
de la Alimentación que se celebra hoy, el Papa señala que su celebración debe
también "recordarnos que a la cultura del
despilfarro hay que oponer incisivamente acciones basadas en una colaboración
responsable y leal por parte de todos" y reitera que "nuestro mundo es demasiado interdependiente y no
puede permitirse el lujo de dividirse en bloques de países que promueven sus
propios intereses de manera falsa y parcial". "Estamos llamados, en
cambio, a pensar y actuar en términos de comunidad, de solidaridad", exhorta
Francisco, "a dar prioridad a la vida de todos
sobre la apropiación de los bienes por parte de algunos".
Por último, el Papa señala que
hoy, debido a las crisis y los enfrentamientos, asistimos a "una escandalosa polarización de las relaciones
internacionales" y que "enormes recursos financieros y tecnológicos
innovadores, que podrían utilizarse para hacer del agua una fuente de vida y de
progreso para todos, se desvían hacia la producción y el comercio de
armas". "Nunca ha sido tan urgente como ahora convertirnos en
promotores del diálogo y constructores de la paz", concluyó el
Papa, añadiendo que por ello "la Iglesia no se
cansa de sembrar aquellos valores que construyen una civilización que encuentra
en el amor, el respeto y la ayuda mutua una brújula para guiar sus pasos",
con especial atención a los más sufrientes, los hambrientos y los
sedientos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario