UNA PEQUEÑA IMAGEN MEDIEVAL QUE ASUSTÓ A LOS TÁRTAROS Y HOY ATRAE MILES DE FIELES
En Wawolnica, Polonia, miles de
peregrinos acuden cada año al santuario de la Virgen Kebelska, de Keblo, o Keble. Se trata de una talla del s.XIII a la que se atribuyen milagros, favores y
sanaciones. En el Santuario de Wawolnica toman nota de esas
curaciones y favores, incluyendo las recientes, del siglo XXI, bajo la mirada
asombrada de los médicos.
LA
VIRGEN PRISIONERA DE LOS TÁRTAROS
Wawolnica es un asentamiento
fundado en el s.XI. La Virgen llegó más tarde y de otro lugar.
La historia tradicional explica
que la imagen «apareció» en los bosques de Keblo, no muy
lejos. Los tártaros que invadían y saqueaban
Polonia en 1278 pusieron la imagen sobre una roca, para
burlarse de ella delante de
una multitud de prisioneros cristianos. Pero tuvo lugar una gran batalla en la
que los cristianos derrotaron a los tártaros. Aquel grupo, presa del pánico,
trataba de recoger botín y esclavos para huir a toda prisa.
Entonces, dicen las crónicas, «sobre la Santa Madre de Dios apareció un
resplandor y ella comenzó a elevarse unos cientos de pasos y se
paró sobre un tilo. Los tártaros
aterrorizados escaparon dejando botín y prisioneros. Tras su fuga, la estatua de la Santísima Madre de Dios se
colocó sobre una piedra».
Los prisioneros contaron el milagro, y se construyó allí una iglesia, que atrajo peregrinos. Años después, la imagen
se trasladó a la cercana iglesia de San Adalberto en Wawolnica. El lugar actual
en el que está es el mismo donde se colocó en el año 1700.
Los expertos en arte detallan que la imagen está hecha con madera de tilo,
tiene 85 cm de alto y fue tallada en algún taller de Silesia o Pomerania,
dentro de la tradición llamada de «Bellas Vírgenes» que
imitan a la Bella Virgen de Vimperk.
La Virgen Kebelska es una talla
de madera de tilo del siglo XIII, sus fieles declaran curaciones asombrosas en
el siglo XXI.
MILAGROS
ANTIGUOS Y MODERNOS
Aunque siempre tuvo fama de
milagrosa intercesora, se avivó en el siglo XIX, cuando el fundador de la
actual capilla, Franciszek
Klempiński, recuperó la vista en
1840. También Clemente Figiel, un carpintero
de Klementowice, afectado por la parálisis, se arrastró hasta la
imagen orando, recuperó la movilidad.
La principal peregrinación en
Wawolnica tiene lugar en septiembre, cuando llegan miles
de peregrinos. Cuando alguno recibe curaciones, suele dar testimonio
de ello y se anota en el libro del santuario. El diario Gosc de Lublin cuenta algunos casos recientes.
El señor Jerzy, un funcionario
bien conocido, y su esposa, llegaron a Wawolnica porque les llevó su párroco,
el padre Stanislaw Sapilewski. Participaron
en la misa ante la imagen milagrosa y volvieron a su casa. En los días siguientes el paciente
mejoró completamente para asombro de los médicos, sin medicina alguna.
En 2002 el párroco lo explicaba en Wawolnica y lo apuntaba
en su libro de favores.
Justyna Korczyńska
vive en Lublin. El 26 de julio de 2008 agonizaba en el hospital, por
leucemia mieloide aguda (99% de células cancerosas). Sin tratamiento posible
ya, sus parientes acudieron a Wawolnica a orar ante la Virgen. Justyna ni siquiera
lo sabía. Ese sábado, a 20.30, sintió que le abandonaba la debilidad, se sentó,
se levantó sin problemas, cenó, fue sola al baño… Era la misma tarde que
sus parientes rezaban por ella en misa ante la Virgen. Los médicos ya no encontraron
células cancerosas en su cuerpo.
Peregrinos a pie llegan a
Wawolnica para honrar a la Virgen Kebelska.
DESAPARECIÓ
LA ESCLEROSIS MÚLTIPLE DE AÑOS
En 1996, el padre Stanislaw Kultys, sacerdote de la archidiócesis de Lublin,
sufría de esclerosis múltiple desde hacía 40 años. Ya no podía levantarse
solo de la cama. Pidió ser llevado ante la Virgen en Wawolnica. Allí apenas
podía sentarse, pero rezó ante la Virgen y volvió a casa. Cuando despertó al
día siguiente, sintió que podía volver a controlar sus manos, y constató, lleno de alegría, que podía sentarse solo, y
que incluso podía caminar solo por la habitación. Su
médico de muchos años quedó absolutamente asombrado. Otro médico que le examinó
en Varsovia se negó a aceptar que el paciente jamás hubiera tenido esclerosis
múltiple.
CONTRA
LA INFERTILIDAD
El 16 de marzo de 2000, el padre
Jan Peziol, cuidador entonces del santuario de Wawolnica, ofreció misa por una señora de Canadá llamada
Susan, por petición de un amigo suyo, Boleslaw Lipczewski, cura polaco en
Detroit. La mujer no podía tener hijos, según habían decretado sus
médicos. Un año después de esa misa la mujer ya tenía su bebé.
Otro caso de infertilidad que se
curó fue el de Beata y Piotr,
un matrimonio de médicos que llevaban 20 años casados sin tener hijos. En otoño de 2002 acudieron a misa a Wawolnica,
rezaron a la Virgen y antes de un año tenían hijos gemelos.
Recientemente, el P. Jerzy,
párroco de Wawolnica, constató más casos de familias que podían tener hijos
pese a que sus médicos habían descartado que pudieran.
EL
NIÑO ATROPELLADO POR UN COCHE
En Wolica vivía Jakub Skowronek, que
era un niño de cinco años cuando el 6 de mayo de 2000 fue atropellado por un coche.
Lo llevaron a la clínica de la calle Chodźki en Lublin, donde quedó inmóvil. El
13 de mayo, los médicos dijeron a los padres que el niño pronto moriría, que el
cerebro del niño estaba solo parcialmente activo. Los padres acudieron llorando
a Wawolnica y participaron en la misa ante la
estatua milagrosa ese mismo 13 de mayo a
las 8 de la tarde. Volvieron a casa a las nueve, llamaron a la clínica y el
médico le dijo que el niño acababa de abrir los ojos y estaba completamente
consciente. Le dieron de alta sin restos de lesiones de
ningún tipo.
La señora Ewa, que vive en
Varsovia, sufría cáncer de ovario con metástasis en
el hígado, dos tumores de 4 centímetros de diámetro. Le operaron los ovarios y
se comprobó que era un tumor maligno. Los médicos no le dieron esperanzas de
recuperación. En Wawolnica se confesó y al
comulgar oró con fervor por su recuperación. En su chequeo
mensual, en septiembre de 2006, tras un minucioso examen y una tomografía,
resultó que los tumores metastásicos habían desaparecido, ella estaba
completamente sana y no había células cancerosas en su cuerpo.
Son estos algunos de los favores que la gente ha declarado en el santuario en las dos últimas
décadas. La última gracia registrada en el libro
oficial es del 30 de agosto de 2023. La Virgen atrae así a miles de peregrinos
año tras año.
Publicado en el
portal mariano Cari
Filii.
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