RESPONDER SIEMPRE A SUS PREGUNTAS... DEJARLES TERMINAR LAS FRASES...
Fernando Alberca, neuropsicólogo y autor entre
otros libros de "Guía para ser buenos padres", ofrece 11 consejos
para conseguir que los hijos escuchen y los padres no desfallezcan en el
intento.
Tener una buena comunicación con
los hijos es una de las grandes preocupaciones que tienen la mayoría de los padres.
¿Hay alguna clave para que la conversación fluya y sea lo más enriquecedora
posible?
La Revista Misión publica las claves
de Fernando Alberca, neuropsicólogo y autor entre otros libros de Guía para ser
buenos padres (Toromítico, 2006), para conseguir que los hijos escuchen y los padres no desfallezcan en el intento:
1-HABLAR
MUCHO CON TUS HIJOS:
Es fundamental que nuestras
conversaciones no se limiten a esas órdenes o recomendaciones que queremos
transmitirles. Debemos encontrar tiempo,
quitándoselo a otras cosas
importantes si es preciso, para conversar con ellos.
Y que no sea siempre sobre temas
vitales, hay que hablar también de cosas triviales, de la actualidad, de la
vida, que no cuesten ni conlleven riesgo a discutir.
Quien habla a menudo de cosas aparentemente superficiales, encuentra modo y
tiempo para decir lo importante.
2-ESCUCHARLES
CUANDO ELLOS QUIEREN HABLAR:
No podemos pretender que ellos
nos escuchen si siempre que acuden a nosotros, por nimia que sea su
ocurrencia, les damos de lado y no escuchamos lo que nos quieren
decir. Como siempre en educación,
el ejemplo es fundamental. Alberca señala que "debemos
callar durante el 50 % del diálogo con ellos".
3-RESPONDER
SIEMPRE A SUS PREGUNTAS:
Lo que sepamos y lo que no
sepamos. Si es el caso, podemos buscar con ellos la
respuesta que desconocemos o
emplazarles a otro momento con la promesa de informarnos debidamente sobre el
tema.
4-NO
ENJUICIARLES POR LO QUE DICEN:
Debemos intentar comprender por qué dicen lo que dicen o
han hecho lo que han hecho. La mejor manera es poniéndonos en su lugar.
5-PREGUNTAR
SUS OPINIONES:
Aunque muchas no sean
experimentadas, es importante que sepan que los
tenemos en cuenta. Eso les hará
sentir que son interlocutores válidos para sus padres.
6-ATENDER
A TODO LO QUE ESTÁN EXPRESANDO:
Primero atiende a sus sensaciones
(lo que sienten sus sentidos, como las miradas críticas de los demás, por
ejemplo), luego presta atención a sus emociones (las reacciones a esas emociones como deseo
de vergüenza, por ejemplo) y, sólo en tercer lugar, escucha las ideas que
intenta transmitir.
7-DEMOSTRAR
AGRADO POR SU FORMA DE CONTAR LAS COSAS:
Deben saber que estamos
orgullosos de que sean capaces de hablar con nosotros y que los tomamos en serio, digan lo que
digan.
8-HABLAR
DE TODO, SIN PREOCUPACIÓN Y EN SERIO:
No debemos evitar temas o
utilizar eufemismos ni tabúes. Además, debemos huir de las ironías y escucharlos como si lo que nos dicen siempre fuera importante.
Los niños deben sentir que pueden hablar cualquier cosa con sus padres sin
tabúes y de tú a tú.
9-CALLAR
CUANDO HABLEN Y DEJARLES TERMINAR LAS FRASES:
Aunque muchas veces sabemos mejor
que ellos lo que nos van a decir o sabemos cómo van a terminar una frase, no debemos adelantarnos ni corregirles constantemente. De hecho, Alberca recomienda no
corregirles más de dos veces cuando están hablando.
10-ATENDER
PLENAMENTE:
Cuando un hijo habla, siempre que
podamos debemos sentarnos a su lado, en silencio, prestando atención y mirándoles la mayor parte del tiempo a los ojos, sin distracciones.
Si no es posible en ese momento, se les emplaza a otro momento o lugar para
seguir la conversación.
11-HABLARLES
COMO SI TUVIERAN DOS AÑOS MÁS:
Esto estimula su inteligencia, su
autoestima, su madurez y su responsabilidad, además de que nos permite acertar con más probabilidad con la edad
real, porque a menudo
a los hijos se les considera menores de lo que realmente son.
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