Bentolo, emigrante superviviente de violencia y naufragios.
Por: Salvatore Cernuzio | Fuente: Vatican News
"¿Cómo es posible que la persona más
importante de la tierra quiera conocerme a mí, que soy una persona que ni
siquiera tiene papeles en este momento?". Bentolo es un joven
camerunés que en 2020 se enfrentó a un conflicto en su país. En la encrucijada,
luchar o huir, eligió la segunda opción: no ceder a
la lógica del odio. Su huida, como la de miles de emigrantes africanos, estuvo
marcada por la violencia, el encarcelamiento, los naufragios. Y por el dolor de
ver a sus compañeros sucumbir bajo la tortura.
AUDIENCIA A MEDITERRANEA SAVING HUMANS
En la mañana del 21 de julio,
Bentolo fue recibido en audiencia privada en Casa Santa Marta por el Papa
Francisco junto a una delegación de Mediterranea Saving Humans, la ONG fundada
por Luca Casarini (presente en la audiencia), que hizo posible que el chico
comenzara una nueva vida. Una vida diferente, una vida mejor o simplemente una
vida. La que Sami y otros refugiados abandonados en Libia no tienen hoy la
oportunidad de vivir.
Informando sobre la audiencia de
ayer y relatando la historia del joven migrante y su emoción ante la bendición
del Papa, está el padre Mattia Ferrari, capellán de Mediterranea, que en un
post de Facebook publicó también una foto del grupo en Santa Marta, entre ellos
personas que siguen a Bentolo, como Kátia Lôbo Fitermann, la hermana Adriana,
capellán de Spin Time Labs, una de las bases romanas de Mediterranea, y el
periodista de Avvenire Nello Scavo, a quien Francisco agradeció su labor como
enviado en las zonas más calientes del mundo.
EL VÍA CRUCIS DE BENTOLO
CERCA DE SUS COMPAÑEROS MORIBUNDOS
Desde Libia, el chico consiguió
ponerse en contacto con algunos activistas de derechos humanos, a los que llegó
a través de un teléfono móvil que los presos habían escondido. Y a través de
los activistas contactó con Don Mattia Ferrari, a quien pidió "una palabra de consuelo para estos hermanos que
están muriendo". El sacerdote de Módena pudo rezar con los jóvenes
presos, acompañando a uno de ellos hasta la muerte. De este modo",
recuerda Bentolo a Avvenire, "Sami murió con
el consuelo de una bendición y esto le dio cierta serenidad antes de
dejarnos".
El rastro de Bentolo se perdió
entonces. "Temíamos que se lo hubiera tragado
el sistema criminal libio", explica Don Mattia Ferrari, "o que hubiera muerto en el mar".
Entonces, un día, el barco de rescate de la organización humanitaria alemana
Sea Watch intervino en el Mediterráneo central y salvó a decenas de refugiados
que habían caído al agua desde una embarcación. Entre ellos estaba el propio
Bentolo que, una vez desembarcado en Italia, intentó de nuevo localizar a Don
Ferrari. Ahora se encuentra en un centro de acogida.
'CURADO' POR EL ABRAZO DEL PAPA
'Cuando Bentolo se
puso en contacto con nosotros desde Libia, hace más de un año, pensé que nunca
lo vería', dice Don Ferrari en su
publicación en las redes sociales. "Tantas
personas me han enseñado siempre que cuando se ama hay que luchar hasta el
final y que si estamos hasta el final o suceden milagros". Bentolo
luchó y acabó llegando a Europa. "No sólo está
aquí, sino que hoy ha visto cumplido su sueño de conocer al Papa Francisco.
Parecía un sueño imposible y es una realidad".
FRANCISCO, A LA ESCUCHA
Francisco, cuenta el capellán, no
sólo quiso conocer al joven camerunés, "sino
que lo escuchó de verdad, su experiencia, sus deseos". Lo que más
impresionó al Papa fue el hecho de que Bentolo, subraya Ferrari, "continuó amando y estando cerca de sus compañeros en
dificultad incluso mientras estaba en Libia, en una situación terrible".
LA "SITUACIÓN INHUMANA" EN
TÚNEZ Y LIBIA
El capellán informa de que
durante la audiencia con el Papa también se mencionó la "situación inhumana" que viven muchos otros migrantes
en Túnez y Libia. Un drama representado por la fotografía, difundida en las
últimas horas en la red, de una mujer con su hija de 5 años a su lado, muerta
en el desierto de hambre, calor y sed. Una imagen que incluso el Papa tuvo
ocasión de ver y ante la que expresó su dolor.
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