martes, 9 de mayo de 2023

LOS CURAS DE RED DE REDES DEFIENDEN LOS DOGMAS MARIANOS... Y DICEN SU PELÍCULA FAVORITA DE LA VIRGEN

 SILVA, DOMÉNECH Y BRONCHALO HOMENAJEAN A MARÍA EN EL MES DE MAYO

El padre Silva explica que la maternidad divina de Santa María es su vocación principal, y que de ella emanan el resto de privilegios y dogmas, como -sin ir más lejos- su virginidad.

Desde hace siglos, la Iglesia Católica ha dedicado el mes de mayo a honrar a la Virgen María, y Red de Redes no iba a ser menos. Los sacerdotes influencers Antonio María Domenech, Jesús Silva y Patxi Bronchalo conducen este programa que la Asociación Católica de Propagandistas (ACdP) publica semanalmente en YouTube, y dedican el último episodio a explicar los principales dogmas marianosy a emocionarse hablando de la Madre de Dios.

SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS

"Este es el primer dogma: la Virgen María es Madre de Dios", arranca Domenech, y explica que lo es "desde el momento de la Encarnación: no es que Jesús recibiera la divinidad en su bautismo, sino que es simultáneamente todo Dios y todo hombre, y nada de su humanidad le quita divinidad", ni viceversa. María -añade- es Madre de Dios desde el momento en que dijo: "Hágase en mí según Tu palabra".

LA VIRGINIDAD DE MARÍA: ANTES, DURANTE Y DESPUÉS DEL PARTO

El padre Silva explica que la maternidad divina de Santa María es su vocación principal, y que de ella emanan el resto de privilegios y dogmas, como -sin ir más lejos- su virginidad. "María es virgen antes, durante y después del parto", recuerda Bronchalo, a pesar de representaciones hollywoodienses en las que se la muestra sufriendo en el momento de dar a luz a Jesús.

"San Bernardo -añade Silva- nos dice que Jesús nació igual que la luz traspasa el cristal", y cita al Papa Benedicto XVI: "Él escribía en un artículo teológico que Dios podría haber hecho que su hijo se encarnase de otra manera, porque no está limitado ni constreñido, pero quiso hacerlo así para que quedara patente que el padre de Jesús es Dios". El dogma de la virginidad de María -concluye- no es una justificación teológica a una preconcepción cristiana, sino algo que recogemos de la tradición.

"QUE SOY ERA INMACULADA CONCEPCIÓN"

A continuación, los tres sacerdotes abordan otro dogma, el de la Inmaculada Concepción de María; esto es, que desde el momento de su concepción la Virgen estuvo libre de pecado. "Fue preservada del pecado original para ser Madre de Dios", dice Bronchalo, y Domenech recuerda que la Inmaculada Concepción es patrona de España, "primera nación que defendió que la Virgen había sido concebida inmaculada".

Silva traza el recorrido histórico del dogma, que se declaró en 1854 por parte del papa Pío IX. "Fue la primera vez que se hizo uso de la infalibilidad pontificia, y se hizo para declarar un dogma que levantó revuelo entre algunos teólogos porque -por ejemplo- Santo Tomás no lo defendió", explica el sacerdote, aunque comenta que desde el siglo II encontramos textos que defienden esta creencia.

También recuerda que, cuatro años después, en Lourdes, María se apareció a una niña inculta y le dijo: "Que soy era Inmaculada Concepción", "Yo soy la Inmaculada Concepción", en lengua patois. La niña, Bernadette, no tenía ni idea de que se estaba debatiendo este dogma, y por ello -señala Silva- "la aparición de Lourdes no solo confirma el dogma de la Inmaculada Concepción, sino también el don de la infalibilidad pontificia".

SANTA MARÍA, ABOGADA Y MEDIADORA

Tras abordar brevemente el tercer gran dogma mariano -la Asunción de María en cuerpo y alma al cielo-, los tres presentadores de Red de Redes se centran en dos atributos propios de la Virgen: abogada y mediadora. Silva recuerda que en la Salve Regina llamamos a María "abogada nuestra", para que venga y nos defienda frente al mal o nuestra conciencia. "Si le pedimos 'María, intercede por nosotros', viene junto a ti y te defiende de los demonios", asegura.

"María intercederá por los que la queremos para que el Señor no tenga en cuenta aquello que hacemos mal y pueda poner el amor a María como signo para abrirnos la puerta del Cielo", dice Domenech, y recuerda que María es también mediadora, o "medianera", de todas las gracias. "Todos los beneficios que nos llegan de Dios vienen a través de su madre: Él mismo vino así, y el primer milagro de Jesús viene por intercesión de María, en Caná", recuerda, y da un consejo: "Hemos de pedirle más cosas, porque ella está dispuesta".

MARÍA, ¿CORREDENTORA?

Por último, los curas abordan la cuestión de María como corredentora; es decir, el reconocimiento de la cooperación de María a la obra redentora de Cristo. Domenech la defiende señalando a la tradición de la Iglesia, "en esa unión que hace la Virgen en la Pasión, acompañando a Jesús en el silencio, en las caídas y al pie de la Cruz", y advierte que reconocer a María como corredentora no supone quitarle nada a Cristo.

"En Dios todo suma", concluye Silva, y cita a san Pablo para comprenderlo: "Si Él dice 'completo en mi carne lo que falta a los sufrimientos de Cristo', y se refiere a que todos los creyentes, cuando ofrecemos nuestro sufrimiento junto al de Cristo, estamos redimiendo con Él… ¿Cómo no pensar que María también lo hace, de modo extraordinario y especial?".

Con todo, recuerda que este "aún no es un dogma de fe asumido por el Magisterio". En la ronda de recomendaciones, se citan un libro -el Tratado de la Verdadera Devoción a la Santísima Virgen María, de san Luis María Grignion de Montfort-, dos películas –La Pasión, de Mel Gibson, y Tierra de María, de Juan Manuel Cotelo- y dos canciones: María Sagrada y María, pequeña María, de Kiko Argüello.

ACdP

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