jueves, 27 de abril de 2023

FERNANDO DE REGO: «HAY BARRIOS EN LOS QUE LA ADORACIÓN HA DISMINUIDO LA DELINCUENCIA Y EL SUICIDIO»

 EL ABOGADO Y ESCRITOR CHARLA CON CREO TV: «LA VIDA DE UN CRISTIANO SE NUTRE DE LA EUCARISTÍA»

El abogado ha escrito recientemente "Al comulgar. La eucaristía en la vida cristiana". En él recoge extraordinarias anécdotas, vinculadas con la comunión, como la de la pequeña niña china Li.

André Frossard, Edith Stein, García Morente, Narciso Yepes o Paul Claudel son solo algunos de los intelectuales que se convirtieron en el siglo XX. Si hubo un común denominador en sus cambios radicales de vida ese fue, sin duda, la eucaristía.

¿La misa es un tema aburrido y gris? No lo cree así Fernando López de Rego, abogado que ha trabajado durante muchos años para las instituciones europeas y ha vivido en los cinco continentes.

El abogado ha escrito recientemente Al comulgar. La eucaristía en la vida cristiana, editorial Voz de Papel (puedes comprarlo entrando en este enlace). En él recoge extraordinarias anécdotas como la de la pequeña niña china Lique murió mártir en el siglo XX y que sirvió de inspiración para la vida del arzobispo Fulton Sheen.

Según López Rego, "en ciudades tan violentas como Ciudad Juárez o Ciudad de Guatemala ha descendido el índice de homicidios y de suicidios allá donde hay adoración perpetua". Para hablar de su último libro y de muchas cosas más, Rego ha concedido una interesante entrevista al periodista de Creo TV, Álex Navajas. 

FROSSARD... Y LA PEQUEÑA LI

"Una de las anécdotas que más me sorprendió al hacer este libro fue la de André Frossard, que él mismo se reconocía como 'el perfecto ateo', porque nunca se planteó nada. Nació en 1915, en un pueblo de Francia donde había una sinagoga, pero no había ninguna iglesia. Era hijo de uno de los fundadores del Partido Socialista Francés. Dios no existía para él", comenta de Rego. 

"Él trabajaba en un periódico... y un día fue con un amigo a celebrar un ascenso profesional a un restaurante. El amigo desapareció un momento y él abrió una puerta; era una capilla de las Hijas de la Adoración. André cuenta como, en milésimas de segundo y de forma fulminante, cambió toda su cosmovisión... y experimentó una incandescencia de la verdad. El libro Dios existe, yo me lo encontré cuenta este episodio", añade el escritor.

Pero, si hay una anécdota especial relacionada con la eucaristía esa es la de la pequeña Li. "La historia de esta niña china tiene un valor intrínseco y, también, por lo que produjo en la vida de Fulton Sheen, obispo auxiliar de Nueva York. Cuando le quedaban pocos meses para morirse, le preguntaron que cuál había sido la persona que más le había inspirado, y dijo que había sido una pequeña niña china de diez años", comenta.

Rego cuenta la impactante historia de esta niña en la China de Mao. Cuando el Ejército Popular llegó al pueblo de la pequeña entró en la iglesia y profanó el sagrario. Esa misma noche, y durante 33 días sucesivosLi volvió a escondidas al templo. Se arrodillaba ante cada forma consagrada y se la comía. Hasta que un día, al ser descubierta, es disparada, y antes de morir, arrastrándose, alcanzó la última forma, se la comió y murió.

"Impresiona cómo una niña pequeña, en una aldea remota... pudo influir así en una de las figuras más destacada de la Iglesia de Estados Unidos del siglo XX. Dice Jesús que el Padre ha revelado estas cosas a los pequeños y humildes. Esta niña sabía que lo que sucede en la Eucaristía es que el cielo desciende a nosotros", explica de Rego.

LOS MILAGROS EUCARÍSTICOS 

Sin embargo, explica el entrevistador, hay muchas personas, incluso católicas, que no creen en la presencia real de Dios en la eucaristía. "Se cree que es un símbolo, que recordamos aquello que se hizo hace dos mil años. De hecho, muchos de los llamados milagros eucarísticos son protagonizados por sacerdotes que tenían dudas de que fuera el cuerpo y la sangre de Cristo", comenta.

En este punto, el escritor menciona la cifra de136 milagros eucarísticos recogidos por el mismo beato Carlo Acutis: "un enamorado de la Eucaristía". "Se suelen reconocer a cuentagotas, porque es una materia en la que la Iglesia no puede pegar un patinazo y porque estos fenómenos, como las apariciones marianas, no son el centro de la fe. La fe es en Jesucristo por su predicación, no por lo milagroso", precisa. 

De Rego también comenta la conversión de dos científicos ateos, reclamados por el arzobispo de Buenos Aires de entonces, Jorge Mario Bergoglio, para certificar un milagro eucarístico. "La pauta más reiterada es que el pan se convierte en carne, en músculo del miocardio del ventrículo izquierdo, por donde salió la sangre. Y, siempre, es de tipo AB, con factor Rh positivo, como la de la Sábana Santa de Turín", explica el escritor. 

Durante la entrevista, se menciona también el caso de las sagradas hostias de Caudete (Albacete), que un señor había ocultado bajo el suelo de su casa durante la Guerra Civil. Al terminar la contienda, se levantó una baldosa y aparecieron las formas consagradas intactas, y, las que no habían sido consagradas, totalmente degradadas.

De Rego puntualiza que estos milagros eucarísticos no son la parte central de la fe sino un aporte más. Porque, también son importantes las experiencias de los santos, como Santa Teresa de Jesús o San José de Cupertino (...). "Estos milagros son un regalo de despedida de Jesucristo para las generaciones posteriores a la suya", afirma.

El escritor comenta la importancia de este sacramento, por el cual, incluso, el bautismo está en orden suyo. "La Eucaristía da cumplimiento estricto de la promesa de Jesucristo de estar hasta el final de los tiempos. Benedicto XVI dijo en una ocasión, casi con lágrimas en los ojos, que solo la Eucaristía podría traer la civilización del amor", afirma.

 

Sobre la adoración ante el Santísimo, de Rego explica que el fiel debe renunciar a todo tipo de activismo. "El cristiano debe abandonar toda actividad y petición de ruegos ante la Sagrada Forma, para simplemente estar. Lo importante es lo que vamos a oír y lo que vamos a sentir", comenta.

De Rego concluye contando el testimonio de un sacerdote que se dedica a fundar capillas de adoración eucarística. "En ciudades tan violentas como Ciudad Juárez (México) o en Guatemala ha descendido el índice de homicidios en los barrios donde están las capillas. En Trieste (Italia), por ejemplo, el número de suicidios ha bajado en esos barrios", apunta.

Jesús M. C.

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