Bendita la casa y la familia donde hay un niño o una niña.
Por: María Esther de Ariño | Fuente: Catholic.net
El mes de abril está dedicado a los niños, tal vez sea porque es un mes
radiante y luminoso, alegre y florido. La
primavera cabalga en corcel dorado al encuentro del verano. El mes de abril se
parece a los niños y los niños al mes de abril. Ellos son frescos,
espontáneos y limpios. Sus ojos
tienen la pureza de los cielos azules, sin nubes, por eso debe haber un castigo
sin paliativo al que ose enturbiar la luz y el candor de esos ojos. Lo más
doloroso de este mundo es la mirada de un niño triste. Los
niños son como las flores, necesitan un riego de constante ternura y cuidados
pero también necesitan la mano que vaya enderezando las ramitas que al brotar,
empiezan a torcerse. El conducir, el guiar a
los niños desde que nacen y darles toda la atención que sus cuerpos y alma
merecen y necesitan es una obligación seria y profunda de todos los padres al
traer un nuevo ser al mundo
En mis
manos tengo algo que transcribo porque vale la pena. “Como echar a perder a un hijo “. “ Comienza por dar a tu
hijo durante la infancia todo lo que él quiera, a si crecerá con la falsa idea
de que el mundo tiene que servirle. Cuando diga malas palabras, celébrale el
“chiste”, a si creerá que es muy gracioso y lo estimulará a aprender otras
groserías que te sacarán de quicio en unos años más. Nunca les des educación
espiritual espera que tu niño o niña cumpla 21 años para que decidan por
ellos mismos. Evita las palabras “malo o pecado”, podrías crearle complejo de
culpabilidad. Recoge todo lo que él o ella deje tirado: libros, zapatos, ropa,
etcétera, para que aprenda bien a dejar toda la responsabilidad a los demás.
Déjales leer historietas, noveluchas, pornografía y cuanta cosa caiga en sus
manos, así su cerebro, lleno de inmundicias se desarrollará sin “prejuicios”.
Dales todo el dinero que te pidan y cúmpleles todos sus caprichos, al
negárselos podrías crearles un complejo de frustración. Ponte siempre de su
parte contra los vecinos, profesores, amigos, y cuando llegue el caso,
contra la policía, todas estas personas le tienen “mala idea” a tus hijos.
Después de seguir todas estas instrucciones prepárate para una vida llena de
tranquilidad. “. Esto es todo lo que el texto dice.
Por todo
esto el amor no hay que confundirlo con la tolerancia a todo lo que diga o haga
el niño o la niña. También hay que tener mucho cuidado con los amiguitos o
amiguitas. Ojo crítico y alerta para ver el entorno de nuestros hijos. A qué les gusta jugar, cómo juegan, cómo se
tratan entre ellos y así poder retirar a tiempo amistades dañinas. En
sus juegos, sus maneras y sus convivencias podemos apreciar si son egoístas o
generosos, rencorosos o si saben olvidar y perdonar, si está queriendo brotar
la nociva planta de la envidia, si son caprichosos, berrinchudos, si no aceptan
una razón ni saben acatar un mandato razonable, si su corazón es noble y no
gusta de engaños y mentiras, en fin, es el momento de que con suavidad pero con
firmeza los vayamos encauzando por el camino del bien, de los valores y, por
ende, de su propia felicidad.
Bendita
la casa y la familia donde hay un niño o una niña. Desde este
espacio y con todo el amor ¡felicidades a todos los niños!
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