EL CINEASTA MICHAL KONDRAT LO RECUERDA: LOS DIFUNTOS NOS PIDEN ORACIÓN
Purgatorio, entre el Cielo y la Tierra... una película sobre las almas
del purgatorio y el papel de la oración
Llega a España Purgatorio, entre el Cielo y la Tierra, un documental con partes dramatizadas sobre el Purgatorio, el peculiar estado de la existencia de las almas
de los fallecidos que aún no están en el Cielo, sino en proceso de purificación
para poder entrar en la presencia de Dios. La Iglesia lo explica en el
Catecismo en sus párrafos 1030 a 1032. "Sufren
después de su muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria
para entrar en la alegría del cielo".
En las películas de tema
espiritual el cineasta siempre tiene que enfrentar la dificultad de mostrar con imágenes realidades que son
esencialmente invisibles. Por otra parte, se encuentra el
contraste entre lo excelso y elevado y la ordinariez o mediocridad, a veces la
sordidez, del día a día visible. ¿Cuántas luces
especiales, brillos, efectos usar?
El director polaco
Michal Kondrat ya se ha
enfrentado a estos retos con dos películas, una sobre la mística Faustina
Kowalska (“Amor y Misericordia: Faustina”) y
otra sobre el sacerdote mártir San Maximilano Kolbe (“Dos
Coronas”). En ambos casos podía usar como hilo conductor la vida de
estos santos y su adentramiento biográfico en lo espiritual.
"Purgatorio" no es una película biográfica, busca más bien explorar una doctrina y
sus huellas devocionales en nuestros días. Además, tiene dos desafíos
especiales: quiere animar a rezar por las almas
del Purgatorio y quiere al menos romper el silencio sobre este
tema. Para ello nos presenta la figura histórica de Fulla Horak, una
mujer polaca que escribió sobre sus visiones de santos y del Cielo, el Infierno
y el Purgatorio, si bien la película solo ofrece sus citas sobre el Purgatorio.
LAS
VISIONES Y ESCRITOS DE FULLA HORAK
Simpatizamos con Fulla, correctamente interpretada
por Malgorzata Kozuchowska, porque es conversa: estuvo alejada de la fe, la vemos en una fiesta mundanal
haciéndose preguntas. En 1935 empezaron sus visiones místicas
de numerosos santos y de los
círculos del cada uno de esos estados tras la muerte. La película los ilustra
de forma delicada e inquietante con un horno de fuego que se modula también con
círculos.
Pero Fulla, que murió en 1993, es
para la película básicamente una experta. Aunque una actriz nos la acerca, es
sobre todo una voz en off que habla del Purgatorio. No se nos explica nada de
su vida (fue oficial militar en la Segunda Guerra Mundial y pasó 10 años en el
gulag soviético, así que fue una vida ajetreada). Su autoridad como
fuente no es muy fuerte, ni siquiera es beata.
LOS
QUE TRATARON CON EL PADRE PÍO
La
película se apoya después en San Pío de Pietrelcina, con entrevistas a frailes que le
conocieron, y en Santa Faustina Kowalska. Estos no dan detalles sobre la
situación "en el Purgatorio", pero
sí sobre la importancia de orar por los difuntos. Varios monjes oyeron en el
convento del Padre Pío un gran alboroto de noche. El santo les dijo, al día
siguiente, que eran almas de soldados fallecidos en
la guerra, que venían a agradecerle sus oraciones por los caídos.
Fulla insiste en la necesidad de perdonar a los fallecidos, y también de perdonar nosotros antes de fallecer. Los que mueren en guerra,
con sus ciclos de venganza y odio, quedan especialmente atrapados.
Varias veces la película recoge la
insistencia de Fulla: "Sufrimientos
indescriptibles hacen que el
alma no pueda decir a las personas que sus lágrimas y penas no le traen ningún
alivio ni beneficio, que sólo obstaculizan este -y tan terrible en su gravedad-
pasaje, y que sus sufrimientos humanos no son nada comparados con los tormentos a
lo que parecen gastarla, negándole el único apoyo: la oración o las buenas
obras. Por lo general, el alma está expuesta a una pena y un sufrimiento terribles durante el funeral. Estos son los
momentos más importantes de su conexión con el mundo. ¿Y qué es lo que suele
ver? La familia lamenta su propia desesperación, y parientes y conocidos, más o
menos indiferentes, siguen al coche fúnebre pensando sólo en él, como para
desligarse un poco del séquito (...) Los demás, habiendo discutido todos los
acontecimientos que acompañan a un dada la muerte, pasar a temas generales.
Aquí nadie piensa en la oración".
El Padre Pío es una de las
fuentes principales del film Purgatorio, entre el Cielo y la Tierra para
describir la realidad de este estado.
HACER
CINEMATOGRÁFICAMENTE VISIBLES LAS ALMAS INVISIBLES
La película a la vez nos inquieta y despierta cuando visibiliza las almas de los fallecidos.
Su escena final, en ese sentido, es alentadora y edificante: enseña a mirar más allá de lo visible. Pero
siempre hay en estos casos un riesgo de acercarse demasiado al espiritismo. ¿No gestiona Dios a los muertos? ¿Hasta qué punto debemos
pensar en espíritus de fallecidos a nuestro alrededor? ¿Hemos de imaginarlos
con el aspecto que tenían en su muerte, y no en cualquier otra época de su
vida?
El documental nos acerca a
algunos lugares especiales, como el Museo de las Almas del
Purgatorio en Roma, que
muestra objetos donde las almas dejaron "señales"
pidiendo oración.
O un santuario en
Francia especializado en rezar por los niños abortados, de forma
natural o provocada, al que acuden madres arrepentidas. Por un lado eso aporta
sanación, esperanza, y relación con los fallecidos. Por otro lado, la situación
de los niños no parece tener relación con la de los que han fallecido con pesos
del pecado en su alma.
La clave de todo esto es que los
hombres estamos entrelazados unos con otros, y con Dios, especialmente a través
de la oración. Las frases de Fulla quizá insisten demasiado en despreciar el
trato con el difunto que no sea orante: el recuerdo, el diálogo, la entrega de
flores... Tal como Fulla lo explica, los difuntos serían una especie de 'vampiros' cuya única ansia es beber la oración de los vivos,
sin interés ninguno por sus seres queridos aún vivos.
EL
RETO DEL ARTE VISUAL CON EL FUEGO DEL PURGATORIO
La película tampoco desarrolla
mucho la argumentación bíblica a
favor del Purgatorio. Cita el segundo libro de Macabeos, donde queda claro que
los judíos antiguos oraban por los muertos esperando ayudarles en el más allá.
Pero no usa otras citas populares, como la de Job (que sí usa el Catecismo) o
la de "ser probados como por fuego" que menciona San Pablo.
La naturaleza del
"fuego" del Purgatorio (que
la película ilustra con innumerables obras de arte) tampoco queda muy clara.
Un teólogo dice en la película que ese fuego es ansia de Dios. ¿El ansia por el Amado no tiene ya algo de anticipación
gozosa? Pero la película busca evitar cualquier sospecha de gozo en el
Purgatorio.
La gran fuerza de
este film, al final, es que sí logra que pensemos en los difuntos y anima a
orar por ellos. También rompe un muro de silencio. Nos muestra varios
teólogos -italianos, franceses, polacos- intentado explorar los límites del
misterio del Purgatorio. No está muy claro que ni siquiera ellos tengan las
palabras adecuadas, que encajen con la sensibilidad actual. Visualmente, los
artistas optaron durante siglos simplemente por mostrar almas desnudas
sufriendo entre llamas: el espectador sabía que no era el infierno porque no
había demonios. Sigue siendo difícil lograr una
representación visual adecuada de este estado espiritual.
La película se estrena en España
el 10 de marzo, y en Latinoamérica el 23 de marzo, en México,
Argentina, Colombia, Perú, Ecuador, Paraguay y Uruguay. Llega el 30 de marzo a
Costa Rica, Honduras, Guatemala, El Salvador y Panamá. La distribuidora
está disponible para pases especiales para comunidades, parroquias,
asociaciones, etc....
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