lunes, 27 de febrero de 2023

NO SE PUEDE SER CATÓLICO Y AL MISMO TIEMPO PRACTICAR LA BRUJERÍA.

"No hagan, pues, caso ustedes a sus profetas, adivinos, soñadores, augures y hechiceros, que les dicen: «Ustedes no serán súbditos del rey de Babilonia», (Jeremías 27, 9)"

- BÍBLIA CATÓLICA

"9.Había llegado a aquella ciudad antes que Felipe un hombre llamado Simón. Tenía muy impresionada a la gente de Samaría con sus artes mágicas y se hacía pasar por un gran personaje.

10. Todos estaban pendientes de él, pequeños y grandes, y decían: «Este es el poder de Dios", pues se hablaba de un tal "gran poder de Dios.»

11. Desde hacía tiempo los tenía alucinados con sus artes mágicas, y la gente lo seguía.

12. Pero cuando Felipe les habló del Reino de Dios y del poder salvador de Jesús, el Mesías, tanto los hombres como las mujeres creyeron y empezaron a bautizarse.

13. Incluso Simón creyó y se hizo bautizar. No se separaba de Felipe, y no salía de su asombro al ver las señales milagrosas y los prodigios que se realizaban.

14. Cuando los apóstoles que estaban en Jerusalén tuvieron noticia de que los samaritanos habían aceptado la Palabra de Dios, les enviaron a Pedro y a Juan.

15. Bajaron y oraron por ellos para que recibieran el Espíritu Santo,

16. ya que todavía no había descendido sobre ninguno de ellos y sólo habían sido bautizados en el nombre del Señor Jesús.

17. Pero entonces les impusieron las manos y recibieron el Espíritu Santo.

18.Al ver Simón que mediante la imposición de las manos de los apóstoles se transmitía el Espíritu, les ofreció dinero,

19. diciendo: «Denme a mí también ese poder, de modo que a quien yo imponga las manos reciba el Espíritu Santo.»

20. Pedro le contestó: «¡Al infierno tú y tu dinero! ¿Cómo has pensado comprar el Don de Dios con dinero?

21. Tú no puedes esperar nada ni tomar parte en esto, porque tus pensamientos no son rectos ante Dios.

22. Arrepiéntete de esa maldad tuya y ruega al Señor que te perdone por tus intenciones, si es posible.

 23. Porque en tus caminos solamente veo amargura y lazos de maldad.»

24. Simón respondió: «Rueguen ustedes al Señor por mí, para que no venga sobre mí nada de lo que han dicho.»

25. Pedro y Juan dieron testimonio y, después de predicar la Palabra del Señor, volvieron a Jerusalén. Por el camino evangelizaron varios pueblos de Samaría

Hecho de los Apóstoles, 8 - Biblia Católica

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