Pocos campos se han visto tan susceptibles a la manipulación del New Age como la psicología.
Por: Card. Norberto Rivera Carrera | Fuente:
Iveargentina .org
I.- INTRODUCCIÓN
1. La Encarnación
de Jesucristo, único Redentor del hombre, ha sido, es y seguirá siendo el punto
de referencia para vislumbrar el sentido de la historia y para definir la meta
final hacia la cual está encaminada toda la creación.
2. La promesa esperanzadora del Hijo de Dios: Sabed que estaré con vosotros siempre, hasta el fin de
los tiempos (Mt.28,20), parece haberse hecho de forma particular para
los tiempos actuales que vive el mundo. En nuestros días se levanta algo así
como una imploración colectiva al Dios del universo que supera las fronteras de
raza, cultura y religión para que Él se haga presente entre los hombres; para
que Él ilumine nuestros pasos y nos libere de la confusión e incertidumbre, de
la injusticia y del miedo que oscurecen el horizonte. ¡Con
cuánta fuerza se expresa este deseo en nuestra patria hoy día!
¿Acaso en alguna otra época de la historia de
México se ha visto más ingente e insuperable el cúmulo de problemas y desafíos
que hoy nos afrontan? ¿En qué otro momento hemos tenido tanta necesidad de una
esperanza fundada en la providencia de Dios que despeje las hondas
preocupaciones de nuestro pueblo? No cabe duda de que la situación
actual de nuestro país - social, económica, política, moral y religiosa - exige
a gritos una respuesta de la Iglesia fundada por Cristo para orientar a los
fieles y restaurar la paz y la confianza al corazón de todos los hombres de
buena voluntad.
3. En este sentido el Papa, en la carta apostólica
Tertio millennio adveniente, se refiere al inicio del siglo 2000 como un nuevo
adviento para la humanidad en el que la figura de Cristo se coloca de nuevo al
centro de las aspiraciones del hombre. La Iglesia redobla su esfuerzo para
anunciar a este Cristo que es el mismo ayer, hoy y siempre (Heb.13,8) y así
ayudar a la humanidad a “cruzar el umbral del
tercer milenio como umbral de auténtica esperanza”.
II. EL NEW AGE Y LA FALSA
ESPERANZA
4. Si el fin del milenio trae consigo un acentuado
anhelo de rotura con los profundos males que afligen al mundo, puede también
propiciar la difusión de falsas esperanzas y promesas ilusorias. En nuestros
días se ha suscitado por enésima vez el espíritu del milenarismo, es decir, la
anticipación de una nueva era inminente, de un cambio radical e instantáneo que
pondrá fin al presente estado de las cosas.
5. Quizá la
expresión humanamente más atractiva pero, a la vez, más ambigua y cuestionable,
de esta tendencia milenarista es lo que se llama comúnmente el movimiento del
New Age. Al contrario de lo que las sectas de corte adventista prevén para el
fin del milenio (un desenlace catastrófico cuyos sobrevivientes serán
exclusivamente miembros de su propio grupo), el New Age pregona una edad de oro
para toda la humanidad.
El New Age es la creencia en el inicio de un mundo cualitativamente diverso y
mejor que éste. Este paso evolutivo traerá consigo una iluminación de la
conciencia de los hombres. Desvanecerá nuestra percepción fragmentada de la
realidad y, supuestamente, veremos al universo entero como es: un todo vivo y
único del cual nosotros mismos no somos más que una parte.
6. Todo el
mensaje del New Age se reviste de un optimismo desbordante y se resalta lo
positivo, lo fácil y lo inmediato de la transformación que propone. No es de
maravillarnos, por tanto, que precisamente en estos años, su difusión a nuestro
alrededor haya sido tan amplia. Por todas partes observamos que las librerías,
las tiendas, los cursos y talleres, los retiros espirituales, las películas y
los programas de televisión que promueven los contenidos y valores del New Age
se multiplican. Sus ideas, sus campañas de concientización y su espiritualidad
aparecen en los salones escolares de nuestros niños e inclusive en la
predicación y enseñanza religiosa de instituciones católicas con creciente
frecuencia. Respecto a esto, el Papa Juan Pablo II advirtió claramente a un
grupo de obispos hace poco:
"Las ideas del New Age a veces se abren camino
en la predicación, la catequesis, los congresos y los retiros, y así llegan a
influir incluso en los católicos practicantes que tal vez no son conscientes de
la incompatibilidad de esas ideas con la fe de la Iglesia."
III. LA RÁPIDA DIFUSIÓN DEL
NEW AGE
7. No es sólo la cercanía del fin del siglo que
estimula este interés generalizado en el New Age. Entre otros muchos podemos
señalar cuatro factores que han facilitado su rápida expansión:
EL RÁPIDO PROCESO
DE GLOBALIZACIÓN EN TODOS LOS CAMPOS DEL ACTUAR HUMANO.
8. Apoyado por los asombrosos sistemas de
informática y comunicación, el hombre tiene contacto inmediato con ideas y
estilos de vida antes desconocidos. Los contactos y las opciones se multiplican
casi al infinito. Las certezas y los valores de la propia cultura corren el
riesgo de relativizarse si esta nueva apertura no va acompañada de un
discernimiento bien fundado en la fe y en el rigor lógico.
LA AGRESIVA
COMERCIALIZACIÓN DE TODOS LOS ASPECTOS DE LA VIDA HUMANA
9. El poder del
mass media de crear la moda y de imponer estilos de vida hace muy vulnerables
al hogar y a la sociedad tradicionalmente fundadas en principios humanos y
espirituales arraigados en el cristianismo. Todo se cuantifica; el valor de las
cosas se radica en su utilidad; cuanto más inmediato el resultado, más rentable
el sistema, etc... Esta actitud ha invadido el campo del alma humano dando como
fruto un supermercado de religiones y de alternativas espirituales, sin mucha
preocupación por su veracidad o coherencia intrínseca.
EL DESTIERRO DE
LA FE DEL HORIZONTE DEL SABER HUMANO
10. Casi tres siglos dominados por diversas formas
de racionalismo filosófico, la exaltación de las ciencias empíricas y la
difusión de la mentalidad positivista han logrado relegar la fe y la teología
al campo del sentimiento o, en el mejor de los casos, de la opinión personal.
Lo real, lo objetivo y científico sería lo que se produce en laboratorio o lo
que se puede medir con gráficas y estadísticas. La religión termina siendo
cuestión de preferencia subjetiva sin ningún lazo esencial con la verdad.
Estando así las cosas, todas las religiones y todos los caminos espirituales
resultan iguales...es decir, igualmente irracionales e irrelevantes.
La insaciable
sed del ser humano de una transcendencia que dé sentido a su vida.
11. Como reacción contra todo lo anterior, a lo
largo de los últimos treinta años, el mundo entero se ha sacudido por una
búsqueda de experiencia espiritual sin precedente. Tanto los pueblos que sufrieron
largos años del socialismo materialista como las naciones libres, cautivas de
un bienestar egoísta, han visto resurgir la eterna tendencia del alma humano
hacia la transcendencia. Pero por la confusión doctrinal y moral de nuestra
época y el desencanto cada vez mayor con las formas religiosas tradicionales,
el fruto más inmediato del nuevo despertar religioso ha sido la proliferación
de las sectas, la fuga a los cultos naturalistas y mágicos, la popularidad de
la espiritualidad oriental y el refugio en la religiosidad individual y
personalista.
IV. LAS CREENCIAS DEL NEW AGE
12. Contra este
fondo se alza la sombra del New Age. No es una secta, ni una religión. No es
una organización única, ni sigue lineamentos unánimes y universales. No es ni
ciencia ni filosofía, aunque se encubre de argumentos pseudo-científicos y
discursos confusos que combinan ideas filosóficas y teológicas con cierta
originalidad.
13. A veces se habla del New Age como un movimiento
para señalar su naturaleza de red o network de muchos individuos y grupos que
coinciden en una cierta visión del mundo y una aspiración común de cambiarlo.
Lo que les une no es una estructura organizativa ni un código de doctrinas bien
definidas, sino una misma mentalidad y una comunicación muy fluida. En este
sentido podemos hablar de ciertas creencias básicas compartidas en mayor o
menor medida por los integrantes del New Age. Así llegaremos a describir un
fenómeno tan vasto y escurridizo que no permite una definición sintética.
EL ECOLOGISMO
14. La ecología se ha colocado a la vanguardia de la
opinión pública y como causa preferida de las altas esferas políticas,
científicas y económicas. El despertar de la conciencia pública frente a los
graves abusos que amenazan la vida del planeta y las campañas para lograr un
clima de cooperación responsable entre naciones ricas y pobres son un bien
necesario y urgente La conservación y el respeto a nuestro biosistema son
responsabilidad de todos. Sin embargo, el New Age ha desarrollado su propia
visión de la relación entre el hombre y el planeta a la que a veces se refiere
como la ecología profunda. Se niega la diferencia de fondo entre la existencia
humana y la no-humana. Se habla de una igualdad biocéntrica por la cual una
montaña, una flor o una tortuga tendría el mismo derecho a la realización
propia que un hombre. Se considera que el cosmos está animado por un espíritu
único o guiado por una conciencia universal de la que el hombre es meramente
otro participante más. Se fomenta el culto religioso a la naturaleza o a la
madre-tierra como si fuera una realidad divina. Se llega a tachar al hombre
como intruso y como una maldición para el cosmos y, en el seno del movimiento
radical ‘verde’, se presiona para lograr de los gobiernos una legislación que
disminuya la población humana y limite el desarrollo tecnológico para sanar al
planeta.
EL PANTEÍSMO
15. Del ecologismo exagerado nace una especie de
espiritualidad planetaria que quiere ‘animar’ a
toda la realidad cósmica o dotar a la creación de una fuerza mágica. Se pierde
la noción de un Dios personal, realmente distinto y superior al mundo creado,
en favor de una fuerza divina impersonal que es todo y que está en todo. Este
regreso al panteísmo naturalista, que resultó definitivamente superado por el
evento de la revelación cristiana, encuentra un apoyo en muchos nuevos
movimientos religiosos de origen oriental y en un regreso a las religiones
paganas. Por eso, el New Age frecuentemente pinta un cuadro romántico y poco
realista de los cultos pre-cristianos y del misticismo oriental como si fueran
estos ‘más naturales’ para el hombre o ‘más en consonancia con el espíritu cósmico’.
EL GNOSTICISMO
16. La tendencia
de exaltar a la razón humana y de atribuirle poderes extraordinarios no es nada
nuevo en la historia humana. En el campo religioso se manifiesta como el
gnosticismo y fue una de las primeras amenazas a la pureza de la fe cristiana.
Surgido pocos años después de la muerte de Cristo por el encuentro del
cristianismo con el ambiente de la filosofía helenista, el gnosticismo decía
ver en la Sagrada Escritura un mensaje escondido que sólo ciertas mentes
iluminadas podrían descifrar.
Los gnósticos en general apelan a una sabiduría superior que sería la verdadera
religión y punto de convergencia de todos los caminos espirituales y místicos.
La desviación del gnosticismo, presente en todas las grandes tradiciones
religiosas, ha sobrevivido y se ha diversificado encontrando en el New Age un
campo de acción privilegiado. La Sociedad Teosófica fundada por Helena Blavatsky
a finales del siglo pasado y sus derivaciones u organizaciones afines (la
Antroposofía, la Gran Fraternidad Universal, los Órdenes de los Rosacruces, la
Iglesia Universal y Triunfante, la corriente de la Metafísica representada en
México por autores como Connie Méndez, la Actividad Religiosa ‘Yo soy’, el Nuevo Acrópolis y muchos otros) son
los precursores ideológicos del New Age y actualmente son sus dedicados
promotores. Los símbolos, las ceremonias y los grados iniciáticos de la
masonería y de las organizaciones para-masónicas también revelan una estrecha
asociación de fondo con la gnosis.
17. Si el gnosticismo quiere abrir la puerta a un
intelecto superior, el esoterismo y
el ocultismo prometen el pasaje a un actuar sobrehumano.
Estas dos corrientes, hermanas del gnosticismo, pretenden por caminos diversos
potenciar la voluntad humana echando mano a supuestas fuerzas cósmicas
secretas. A través de mil técnicas antiguas y nuevas se abriría contacto con
los ángeles, con guías espirituales desencarnados, con supuestas ‘vidas
anteriores’ según el mito de la reencarnación, etc... No son pocas las personas
y las organizaciones que ofrecen servicios de adivinación y de horóscopo, de
hipnosis, de magia, de channelling (medium), de proyección astral y otras actividades
igualmente absurdas, provocando un daño duradero a sus clientes que son, las
más de las veces, personas vulnerables y desorientadas.
EN RESUMIDAS CUENTAS, EL NEW AGE COMERCIALIZA LO
IRRACIONAL Y LO NOCIVO PARA EL ALMA HUMANA Y LO VENDE GARANTIZANDO LA
TRANSFORMACIÓN DEL CONSUMIDOR.
LA PSEUDO-CIENCIA
18. Los promotores del New Age se
afanan por comprobar sus ideas y sus técnicas científicamente. Abusan de las
observaciones de la física subatómica para sacar aplicaciones a la vida
espiritual del hombre. Así, por ejemplo, se empeñan en borrar la frontera entre
materia y espíritu, entre vida biológica y consciencia humana, afirmando que
todo, a fin de cuentas, no es más que energía irradiada por el mismo cosmos.
19. La
astrología, la ufología (la investigación de los ovni) se
considerarían ‘ciencias’ lo mismo que la
física o la química. Pero los auténticos expertos científicos se distancian del
New Age y generalmente deploran sus conclusiones infundadas.
20. Pocos campos
se han visto tan susceptibles a la manipulación del New Age como la psicología
y la biología. A partir de la investigaciones del padre del psicoanálisis,
Sigmund Freud (1856-1939) y las teorías del ‘inconsciente
colectivo’ y de los arquetipos de su discípulo Carl Gustav Jung (1875 -
1961), ha habido una sucesión muy variada de corrientes en la psicología que se
relacionan en mayor o menor grado con las ideas y las terapias del New Age. En
particular la así llamada psicología transpersonal, fundada por el psicólogo
italiano Roberto Assagioli (1888-1974), pretende ir más allá de la experiencia psíquica
del individuo en búsqueda de una conciencia colectiva superior que sería la
puerta al descubrimiento de un ‘principio divino’ que yace en el fondo de todo
ser humano. De ahí nacen una multitud de técnicas típicas del New Age: el
biofeedback, el hipnosis, el rebirthing, la terapia Gestalt y la provocación de
estados alterados de consciencia, inclusive con el uso de drogas alucinógenas.
21. Al mismo
tiempo una serie de terapias alternativas han surgido como fruto de una visión
más integrada de las facetas biológicas, psicológicas y espirituales del hombre
y, también, como reacción contra la mentalidad positivista que a veces
caracteriza la práctica de la medicina. Frecuentes son las exageraciones y los
abusos del New Age en el campo de la medicina holística que base sus métodos de
sanación en la interrelación entre cuerpo, mente y espíritu. Así, por ejemplo,
se da la cromoterapia o la sanación a través de los colores; la curación a
través de las ‘auras’ o campos energéticos
que nos rodean; y el Rei-ki que promete
recuperar el equilibrio de la energía personal por la aplicación de la energía
universal a través de la imposición de manos a diversas partes del cuerpo.
22. Hay programas de potencial humano de dudoso
fundamento científico, como la Dianética, el Método de Control Mental Silva, la
Meditación Transcendental, etc... que producen una cantidad inverosímil de
gráficos y reportes que supuestamente certifican la solidez de sus
afirmaciones. Un lenguaje pseudo-científico permea sus libros y discursos para
crear la impresión de ser un procedimiento ampliamente comprobado. Puede ser
que algunos de sus clientes experimenten un bienestar inicial, logren una mayor
tranquilidad, adquieran el hábito de una mayor concentración en su trabajo o lo
que se les haya prometido. Pero muchas veces estos programas encubren una
visión defectuosa del hombre, del mundo y de Dios. De forma imperceptible,
llevarán al participante a afirmar o aceptar lo que el sentido común y la fe
cristiana rechazan.
V. LA INCOMPATIBILIDAD DEL
NEW AGE CON EL EVANGELIO
23. La característica más
preocupante del New Age, fruto del conjunto de sus creencias, es el relativismo
religioso, espiritual y moral. La meta final del New Age es introducir al
hombre a lo que llaman sus ideólogos un nuevo paradigma, es decir, una forma
totalmente diversa de verse a sí mismo y de percibir la realidad. Según eso, el
hombre, para realizarse plenamente y transformar su mundo tendrá que darse
cuenta de que él es parte de un ser cósmico, único, que está en plena evolución
hacia la conciencia perfecta de sí.
La conciencia humana, a pesar de su aparente individualidad, no es más que el
penúltimo estado evolutivo de la revelación de la conciencia cósmica. El
destino último del hombre no es una salvación liberadora de su naturaleza
caída, sino el disolverse en el anónimo océano del ser como una gota de agua.
24. El New Age quisiera convencernos de que “las cosas como las vemos ahora” (cultura,
conocimientos, relaciones familiares, vida, muerte, amistades, sufrimientos,
pecado, bondad, etc...) son mera ilusión, producto de una conciencia
no-iluminada. El paso de la afirmación de que ‘todo
es dios’ a la afirmación de que ‘no hay
ningún dios fuera de ti mismo’ es pequeño y el New Age lo da con aires
de auto-suficiencia.
25. Dentro del
marco del New Age la revelación de Dios en Jesucristo pierde su carácter
singular e irrepetible. Muchos serían los ‘mesías’ que
han aparecido a lo largo de la historia, es decir, maestros especialmente
iluminados que se presentan para guiar a la humanidad. Krishna, Buda, Jesús,
Quetzacoatl, Mahoma, el Sun Myung Moon, Osho, Sai Baba e innumerables otros
serían profetas de una misma talla con un mismo mensaje. El cristianismo
resulta ser poco más que un período pasajero de la historia.
26. No obstante
el hecho de que el New Age patrocine un sincretismo religioso confuso y no
siempre bien intencionado, ciertas ideas suyas han encontrado una acogida
calurosa en algunas personas e instituciones de la Iglesia Católica. La así
llamada teología global rastrea las huellas de la revelación divina en todas
las expresiones religiosas conocidas en búsqueda de un común denominador que
puede servir como punto de encuentro para las religiones. Desafortunadamente en
la práctica suele olvidarse de que la revelación es iniciativa de Dios, no
invención de los hombres, y que tiene su culmen y su expresión definitiva en la
Encarnación del Hijo único en la persona histórica de Jesús de Nazaret. Esta
teología frecuentemente vacía al cristianismo de su contenido excepcional para ‘emparejarlo’ con otras creencias. Cuando esta
corriente aparece abierta o veladamente en la enseñanza de algunos seminarios y
centros de estudio católicos, no puede menos que suscitar una honda
preocupación en el corazón de los fieles y de sus pastores.
LA REENCARNACIÓN
27. Entre las
ideas básicas del New Age, merece particular atención la de la reencarnación o
la trasmigración del alma que se encuentra en la mitología religiosa de algunos
pueblos y, en especial, en la espiritualidad oriental.
La idea de que el ‘yo’ personal del ser
humano viva varias existencias en forma cíclica, cambiando sólo de cuerpo, a lo
largo de centenares o miles de años hasta lograr su ‘iluminación
definitiva’ es algo totalmente irreconciliable con la fe cristiana.
28. La creencia de la reencarnación afirma que la
identidad personal e irrepetible de cada hombre es una ilusión o, por lo menos,
que esta identidad es independiente del cuerpo que tiene cada uno. Manifiesta
desdén para el sentido profundo de la corporalidad humana y menosprecia el
valor de la libertad y de la responsabilidad moral de cada hombre.
Pero lo más preocupante es que la reencarnación es abiertamente contraria a la
revelación cristiana: “Si ése fuera el caso, Cristo
habría tenido que morir muchas veces desde la creación del mundo. Pero el hecho es que ahora, en el final de los tiempos,
Cristo ha aparecido una sola vez y para siempre, ofreciéndose a sí mismo en
sacrificio para quitar el pecado. Y así como todos han de morir una sola vez y
después vendrá el juicio, así también Cristo ha sido ofrecido en sacrificio una
sola vez para quitar los pecados de muchos.” (Heb.9,26-28)
29. En la
literatura popular de inspiración New Age abundan ‘testimonios’
y relatos que supuestamente comprueban no sólo el hecho de las ‘encarnaciones previas’, sino también de la
posibilidad de llegar al recuerdo pleno y consciente de ellas. Los nuevos
movimientos religiosos de corte New Age frecuentemente reconocen en sus líderes
reencarnaciones de otras figuras históricas o míticas que han vuelto a la vida
para seguir con la obra de iluminar a la humanidad.
Las terapias alternativas de algunos programas de potencial humano pretenden
ayudar a sus clientes a descubrir las raíces de sus problemas presentes en sus
‘vidas pasadas’ a través del hipnosis y otras técnicas de auto-sugestión. Todo
eso ha logrado sembrar una duda en la mente de no pocos cristianos.
30. Pero es la verdad histórica y esperanzadora de
la Resurrección de Jesucristo la que revela el fin último del hombre. No
podemos negar la evidencia indiscutible que una y otra vez se presenta a
nuestros ojos: la muerte alcanza a todos los hombres como desenlace terminante
de su existencia. La vuelta a esta vida no es posible y no se da. A esta vida
se sigue una transformación total y eterna de cada individuo, no una sucesión
de vidas y muertes sin fin y sin sentido.
Cristo venció la muerte de una vez por todas y somos partícipes de su victoria:
“Porque sonará la trompeta y los muertos serán resucitados para no volver a
morir. Y nosotros seremos transformados...Y cuando nuestra naturaleza
corruptible se haya revestido de lo incorruptible y cuando nuestro cuerpo
mortal se haya revestido de inmortalidad, se cumplirá lo que dice la Escritura:
‘La muerte ha
sido devorada por la victoria’...” (1Cor.15, 52-54)
LA MEDITACIÓN NO-CRISTIANA
31. Otro fenómeno especialmente
desconcertante para los fieles católicos es el inexplicable entusiasmo con el
que ciertos sacerdotes, religiosas y personas dedicadas a la enseñanza de la fe
han abrazado las técnicas de meditación no-cristiana. Frecuentemente importadas
del oriente, formas de asceticismo históricamente muy alejadas de la
espiritualidad cristiana se practican en retiros, ejercicios espirituales,
talleres, celebraciones litúrgicas y cursos de catequesis para niños.
32. Estas
prácticas han nacido indiscutiblemente como disciplinas espirituales o actos
religiosos en el seno de religiones tradicionales (como en el caso del zen, el
tai chi y las múltiples modalidades del yoga) o en sectas o nuevos movimientos
religiosos (como en el caso de la meditación transcendental y la meditación
dinámica). A veces se hacen intentos de ‘cristianizar’
las formas, como sucedió, por ejemplo, con el centering
prayer y el focusing, pero el
resultado es siempre una forma híbrida que exhibe poco fundamento evangélico.
33. Por más que
se insista en su valor exclusivamente como métodos, sin contenidos contrarios
al cristianismo, las técnicas en sí no dejan de representar serios
inconvenientes para el cristiano:
a) En su contexto propio, las posturas y los
ejercicios vienen determinados por su específico fin religioso: son, en sí, pasos que orientan al practicante hacia un
absoluto impersonal. Aún cuando se realicen en ambiente cristiano el
sentido intrínseco
de los gestos permanece intacto.
b) Las formas de meditación no-cristiana son, en
realidad, prácticas de concentración profunda y no de oración. A través de los
ejercicios de relajamiento y la repetición de una mantra (palabra sagrada) se
trata de sumirse en la profundidad del propio yo en búsqueda del absoluto
anónimo. La meditación cristiana es esencialmente diferente en cuanto apertura
e identificación con el Otro que nos interpela en un diálogo personal y
amoroso.
c) Estas técnicas normalmente requieren que el
practicante apague su mundo sentimental, imaginativo y racional para perderse
en el silencio de la nada. A veces se procura un estado alterado de conciencia
que priva temporalmente al sujeto del uso pleno de su libertad. La oración
cristiana, al contrario, exige la involucración de toda la persona de manera
activa, consciente y voluntaria. La oración de Jesucristo en Getsemaní (Lc.22,
39-44) es un ejemplo del papel tan fundamental que tienen las emociones y la
problemática existencial propia en la oración. La meditación cristiana, lejos
de ser una fuga de la realidad, nos enseña a encontrar su sentido pleno.
34. En el fondo, una oración que prescinde de la
Palabra de Dios y de la vida y el ejemplo de Jesucristo, una oración que no es dialogo
con el Amado y compromiso en la caridad tiene poco lugar en la vida de un
cristiano. A propósito de estas observaciones y otras que se deben hacer en
torno al tema de la meditación no-cristiana, es muy recomendable una lectura
detenida de la carta de la Congregación para la Doctrina de la Fe: Algunas
orientaciones sobre la meditación cristiana.
35. Por último, hay que resaltar el
hecho de que los promotores de la espiritualidad del New Age suelen afirmar su
absoluta compatibilidad con la doctrina y la fe de los católicos. Eso podría
ser en algún caso por ignorancia o por superficialidad. Pero en general, por lo
menos en México, probablemente nace de un estudio de mercado: siendo el pueblo
mexicano mayoritariamente católico se procura no herir la sensibilidad religiosa
de los clientes potenciales.
No es raro que organizaciones como la Gran Fraternidad Universal y programas
como el Control Mental Silva, por nombrar alguno, se encubran de un vocabulario
muy ‘cristiano’ y que presenten sus
contenidos como el complemento ideal al catolicismo y que, sin embargo, lleven
a sus adeptos hacia el panteísmo y la negación de la esencia del cristianismo.
36. En su
reciente libro, Cruzando el umbral de la esperanza, el Papa Juan Pablo II dice:
“No debemos engañarnos pensando que ese movimiento
(el New Age) pueda llevar a una renovación de la religión. Es solamente
un nuevo modo de practicar la gnosis, es decir, esa postura del espíritu que,
en nombre de un profundo conocimiento de Dios, acaba por tergiversar Su Palabra
sustituyéndola por palabras que son solamente humanas.
La gnosis no ha desaparecido nunca del ámbito del
cristianismo, sino que ha convivido siempre con él, a veces bajo la forma de
corrientes filosóficas, más a menudo con modalidades religiosas o
pararreligiosas, con una decidida aunque a veces no declarada divergencia con
lo que es esencialmente cristiano.
37. En este breve análisis del fenómeno del New Age hemos podido
aludir a algunos de sus elementos más inconformes con el mensaje cristiano:
a) despersonaliza al Dios de la revelación
cristiana
b) desfigura la persona de Jesucristo, desvirtúa
su misión y ridiculiza su sacrificio redentor
c) niega el evento irrepetible de su
Resurrección por la doctrina de la reencarnación
d) vacía de su contenido a los conceptos
cristianos de la creación y de la salvación
e) rechaza la autoridad magisterial de la
Iglesia y su forma institucional
f) relativiza el contenido original, único e
históricamente fundado del Evangelio
g) deforma el lenguaje, dando un nuevo sentido a
términos bíblicos y cristianos
h) se apoya falsamente en los místicos
cristianos y trastorna el sentido de sus escritos
i) diluye irremediablemente la práctica de la
oración cristiana
j) descarta la responsabilidad moral de la
persona humana y niega la existencia del pecado
k) desorienta a los niños y a los jóvenes en su
formación religiosa
l) divide y explota económicamente a las
familias cristianas
38. Estos son aspectos negativos que afectan
directamente la vida, las costumbres y la fe de los fieles católicos. Desde
luego, sería un error tachar como dañoso a todo lo que el New Age aporta y
ofrece. Su espíritu de apertura y diálogo, su insistencia en la necesidad
humana de una experiencia religiosa profunda, su honda preocupación por la
conservación del medio ambiente, su confianza en el poder creativo del ser
humano, sus saludables recomendaciones para la dieta y la condición física, y
su actitud de optimismo por encima de los graves males que afligen al mundo son
sólo algunos de los puntos positivos que vienen espontáneamente a la mente.
39. Dicho esto,
tenemos que reconocer con total honestidad que estas luces van esparcidas entre
anchas lagunas e inquietantes ambigüedades. La fuerza con que las ideas y
actividades del New Age se promueven y la atractiva mercadotecnia que las
disfraza requieren del pueblo católico una respuesta clara y contundente a
favor de su fe y sus convicciones vitales. Por eso, quisiera cerrar esta carta
con unas recomendaciones concretas para la actuación de los fieles frente al
New Age.
VI. LA RESPONSABILIDAD DE LOS
CATÓLICOS FRENTE A LAS DESORIENTACIONES DEL NEW AGE
41. Todos tenemos la obligación de
informarnos y educarnos para comprender este fenómeno tan complejo y para
discernir entre lo que tiene de bueno, lo que es indiferente y lo que resulta
incompatible con nuestra fe.
42. Los educadores católicos y padres de familia
deben vigilar esmeradamente el contacto que sus hijos tengan con las ideas y la
moda que el New Age promulga para evitarles confusiones, dudas e insatisfacciones.
En particular habría que evitar un uso indiscriminado de los medios masivos de
comunicación - televisión, radio, cine, música, y los sistemas de informática
electrónica como el Internet - por los que el New Age tiene su mayor difusión.
43. Los fieles en capacidad de influir en la prensa
y los medios de comunicación harán un servicio inestimable a los mexicanos y a
la Iglesia si difunden información o proponen contenidos que sirven para
orientar y dar criterios de juicio cristianos frente a la confusión que
engendra el New Age. Así responderán positivamente a la invitación muchas veces
repetidas por el Papa Juan Pablo II de hacerse partícipes de vanguardia en la
tarea de la nueva evangelización, “porque la
evangelización de la cultura moderna depende en gran parte del influjo de los
medios de comunicación”.
44. Además de estar prevenidos, los católicos
debemos defender activamente nuestra fe y nuestros valores en la vida real de
la sociedad mexicana. Hay formas pacíficas y legítimas de protesta que sirven
para presionar a los promotores de los aspectos del New Age que nos perjudican:
no participar en las actividades de instituciones y
empresas promotoras del New Age, no seguir programación televisiva que difunda
sus ideas, no comprar los productos de sus patrocinadores, llamar la atención
con cartas y artículos de prensa a las figuras públicas, educadores y políticos
que endosan publicamente las ideas o prácticas del New Age, etc...
45. Nuestras parroquias e institutos educativos
pueden ofrecer cursos y conferencias sobre los temas más controvertidos de esta
corriente, pueden igualmente difundir literatura crítica y disponer de
bibliografía que esclarezca los términos del problema y dé pautas para un
juicio bien fundado.
46. ¡Cuánta
importancia tienen nuestros sacerdotes, pastores de almas, en la tarea de
educar, prevenir y defender la fe de nuestro pueblo! Consciente de esto
y con un sincero afán de apoyar y acompañarles en lograr los objetivos
prioritarios del Segundo Sínodo Arquidiocesano, hago mía la invitación reciente
del Santo Padre de renovar nuestra acción evangelizadora en vistas de las
amenazas a la fe del presente tiempo. Tenemos que revitalizar nuestra
predicación, “devolviéndole una fuerza kerigmática
capaz de estimular las conciencias de los hombres contemporáneos, a menudo
indiferentes, por lo menos en apariencia; o interesados en otros asuntos”.
47. El punto de convergencia de
todos los esfuerzos pastorales sigue siendo el anuncio de Cristo, redentor del
hombre: “Dios te ama, Cristo ha venido por ti”.
De ahí la urgente necesidad de una predicación valiente, en contacto con los
problemas y las dudas reales de nuestro pueblo. Tenemos que llevarles a los
fieles, con nuestra palabra y con nuestro ejemplo, a una vida de oración más
profunda que desemboca en la experiencia vital de Jesucristo. Tenemos que
mostrarles la honda verdad de la doctrina que nace de nuestra fe en Él y
ayudarles a apreciar las formas litúrgicas que nos unen con Él en la familia
que es la Iglesia. Asimismo les exhorto a la búsqueda solícita y la escucha
paciente de aquellos miembros del Cuerpo Místico más alejados y más expuestos a
la duda o a los interminables asechanzas que el mundo moderno pone a la fe.
48. Con toda claridad, al inaugurar la IV
Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Santo Domingo, Juan Pablo
II nos indicó: “A ejemplo del Buen Pastor, habéis
de apacentar el rebaño que os ha sido confiado y defenderlo de los lobos
rapaces. Causa de división y discordia en vuestras comunidades eclesiales son -
lo sabéis bien - las sectas y movimientos “pseudo-espirituales” de que habla el
Documento de Puebla (n.628), cuya expresión y agresividad urge afrontar”.
49. La referencia
del Papa a los movimientos “pseudo-espirituales” distintos
de las sectas evoca inmediatamente la larga lista de iniciativas nacidas del
fondo ideológico y religioso del New Age que hemos considerado en esta carta.
La responsabilidad de actuar incisivamente frente a este problema multifacético
en nuestra labor evangelizadora cae directamente sobre cada uno de nosotros.
50. Por tanto, todos estamos obligados a la
formación continua para entender el New Age y su atractivo para los hombres de
nuestro tiempo. Como el sabio del evangelio que saca de su tesoro lo nuevo y lo
antiguo (cfr. Mt13,52), tenemos que testimoniar y predicar la inagotable
riqueza y la penetrante verdad de la fe católica de manera cada vez más
accesible y llamativa a todo aquel que nos pida razón de nuestra esperanza.
Que los fieles católicos, con nuestra ayuda, descubran que todo lo que anhelan
de vida espiritual, de sanación interna, de perdón y reconciliación, de
encuentro con el misterio insondable del único Dios verdadero y su designio de
salvación está ya presente de modo insuperable en la fe católica en la que fueron
iniciados con su bautismo.
51. Nuestra fe es profunda. Tiene como su fuente el
mismo Dios que se revela a los hombres en Jesucristo.
Durante casi 2000 años Jesucristo ha guiado su Iglesia por medio del Espíritu
Santo “hacia la verdad completa” (Jn 16,13),
como prometió en la noche de su pasión. El católico que experimenta su fe, que
la conoce y la vive en toda su magnitud, jamás sentirá la necesidad de mendigar
de las vanas promesas y medio-verdades del New Age.
52. Por último,
permítanme, a manera de exhortación, hacer eco de aquella formidable invitación
que el Papa Juan Pablo II hizo al pueblo mexicano desde nuestra Catedral
Metropolitana en su primera e inolvidable visita a nuestra patria:
¡MÉXICO, SÉ
SIEMPRE FIEL! ¡MÉXICO SIEMPRE FIEL!
53. Sin duda eso será el mayor reto del pueblo
mexicano frente al tercer milenio: ser fiel. Ser fiel a nuestra historia,
enriquecida con la vida de santos y la sangre de mártires. Ser fiel a nuestra
identidad de mexicanos y de católicos a pesar de las tremendas presiones
internas y externas que sufre nuestra nación. Ser fieles a Cristo que sigue
siendo nuestra esperanza y nuestra meta. Ser fiel a nuestra Madre, María Virgen
de Guadalupe, protectora de nuestro pueblo y ejemplo de vida cristiana.
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