Llegué a la edad madura.
Mi pasión
aún no se extingue.
Ahora soy
más tierna.
Sólo
deseo caricias que vengan a curar las heridas que por muchos años he cargado.
Ya no
creo en quimeras, ni en promesas de amor eterno.
Anhelo
mirar la luna, con un amor bonito tomados de la mano para nunca jamás
soltarnos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario