BÁRCENA CHARLA CON CREO TV SOBRE MASONERÍA: «LA DICTADURA DEL RELATIVISMO ES SU PRINCIPAL HERENCIA»
El historiador Alberto Bárcena charla sobre los
peligros que se esconden detrás de la masonería, y de sus auténticos fines:
"Han llevado a cabo una ingeniería social desde el siglo XVIII, han
ido a por la educación religiosa, a instaurar el laicismo siempre que han
tenido ocasión, a erradicar la raíz cristiana de Occidente, y a crear un
hombre nuevo en el que la verdad revelada sobra y donde el dogma es
inaceptable".
La masonería se ha vuelto en muchas ocasiones un término
tabú y, en otras, una especie de caricatura que esconde graves amenazas. Pero, ¿en qué consiste realmente? ¿de qué forma actúa y qué
planes tiene para la Iglesia? Para hablar de todos estos
temas, el historiador, ensayista y profesor de la Universidad San Pablo-CEU (Madrid),
Alberto Bárcena, charló recientemente con el periodista Álex Navajas en el
canal Creo TV.
"La gran
defensa de la masonería en España es presentarse como víctima del franquismo,
reivindicando ser la defensora de las libertades, ser los padres de la
democracia... eso sí, les gusta menos hablar de las condenas de los Papas.
Procuran no mostrarse públicamente contrarios a la Iglesia", comienza diciendo Bárcena, que escribió hace unos años el libro Iglesia y Masonería. Las dos ciudades.
EN
PECADO GRAVE
Obra en la que queda muy bien
reflejada la postura de la Iglesia sobre la masonería, condenada desde que nace hace
300 años. "Ya Clemente XII dijo que eran peligrosos 'para la seguridad del
Estado y la salvación de las almas'. En 1751, Benedicto XIV vuelve a condenarla
en este mismo sentido... luego los Papas han ido conociendo mejor lo que había detrás, y llega la encíclica
más importante al respecto que es Humanum Genus, de
León XIII, donde se habla de la ingeniería social que propone la
masonería y de cuánto les importa la educación", explica el
historiador.
Este rechazo a la masonería por
parte de la Iglesia ha continuado también con los
últimos Papas. "La última condena
de la Santa Sede es del año 1983, y lleva la firma del por aquel entonces
prefecto de la Doctrina de la Fe, el cardenal Ratzinger. Aquella condena, que
es un simple folio, tiene una frase muy clara, para que no haya confusión: 'El
masón está en pecado grave y no puede comulgar'. No estamos hablando
de matices", expresa.
La última condena de la
Santa Sede es del año 1983 y lleva la firma del por aquel entonces prefecto de
la Doctrina de la Fe, el cardenal Ratzinger.
Sin embargo, en opinión del
historiador, en los últimos tiempos esa condena en la práctica se ha ido
relajando. "Desgraciadamente tenemos al
cardenal Ravasi, que hace unos años decía que había que abrirse
a un diálogo con la masonería y que teníamos puntos en común.
Esto parte de una falacia. El cardenal, por edad, tiene que saber que, en la
década de los setenta, la gran logia de Alemania tuvo contacto con los obispos
alemanes, para ver si había habido un cambio en la masonería. El
informe que hicieron fue demoledor, de que no había posibilidad
ninguna, los denuncia como 'una contra iglesia', dicen que 'ritos y palabras
imprimen carácter en el masón', casi como cuasi sacramentos", comenta.
Sobre cuáles son los auténticos
principios de la masonería, el profesor lo tiene claro. "Han llevado a cabo una ingeniería social desde el siglo
XVIII, han ido a por la educación religiosa, a instaurar el laicismo
siempre que han tenido ocasión, a erradicar la raíz cristiana de Occidente, y
a crear un hombre nuevo en el que la verdad revelada sobra
y donde el dogma es inaceptable", afirma.
UN
MUNDO NUEVO
Esta idea de crear un hombre
nuevo se pudo comprobar muy bien durante la revolución rusa. "La revolución tuvo el apoyo de la gran banca judía norteamericana
y del asesor del presidente Wilson, que había dicho que había que lograr una
sociedad como la que soñó Marx. ¿Por qué querrían ayudar a una revolución
comunista, siendo americanos y banqueros? Ellos estaban pensando
en un mundo nuevo, lo que hoy se llama 'el nuevo orden mundial'. Eso
lo entiendes bien con las 'palabras de paso' de la masonería: 'disuelve y
coagula'. Disolver todo lo que tenga raiz cristiana", comenta.
El historiador va más allá y
reconoce que muchas de las leyes que se aprueban hoy en día en los parlamentos
llevan el sello de la masonería. "Todas las
leyes de ideología de genero, y muchas del aborto, han sido redactadas
en logias. Han sido 'planchadas', llevan el tema a la logia y allí
se escribe, y luego se le meten enmiendas para poderlo presentar
ante un Congreso. La ley del aborto francés se 'planchó' en una logia de París",
asegura.
Bárcena habla también sobre lo
que se esconde detrás de las creencias masónicas. "'El
gran arquitecto del universo' puede ser lo que tú quieras, hasta
una abstracción. También hay logias que te aceptan siendo ateo. Lo que no puede
ningún masón es aceptar la revelación y defender algún dogma. Podemos resumir
sus creencias en un sincretismo religioso, lo que es
el nuevo orden mundial, al que nos quieren llevar", relata.
En 'Iglesia y
Masonería', el experto Alberto Bárcena detalla cómo la Iglesia ha condenado la
masonería desde su origen.
Otro de los rasgos de la
masonería es querer parecer inocua. "Al famoso
general Serrano, cuando le iban a ascender dentro de la masonería, le pidieron
que escupiera a un crucifijo,
y él se negó. La logia se reunió unos minutos para ver cómo hacían con él,
Serrano era el regente de España en ese momento. Salieron y le dijeron que
aquello había sido solo una trampa para probar su entereza, y que
había quedado demostrada", afirma.
EN
LA PROPIA IGLESIA
Para el historiador, la masonería
utiliza múltiples caras para confundir. "La
masonería es un árbol frondoso, tiene ramas y obediencias distintas. Por
ejemplo, Derecho Humano, que son unas logias mixtas, que aceptan hombres y
mujeres, son las más abiertamente luciferinas, en el
sentido en el que sus dirigentes han reconocido practicar alguna vez veneración
a Lucifer", confiesa Bárcena.
Otro gran problema es la
infiltración masónica en la propia Iglesia Católica. "Pío
VI ya en el siglo XVIII habla de la infiltración de la masonería en la
Iglesia. En los siglos XIX y XX hay una infiltración muy fuerte pero los
Papas eran muy combativos. Durante el pontificado de Francisco, en
Francia, se descubrió que un sacerdote era masón. Su obispo le llamó a
capítulo, porque la Santa Sede le dijo que interviniera. Pero, a este cura, se
le dio a elegir, y eligió ser masón. Antes ni se le preguntaba, directamente
se le suspendía", explica.
El historiador termina hablando
de lo que para él es uno de los grandes rasgos de este tiempo y del que
tiene gran culpa la masonería. "Lo
que el Papa Benedicto XVI llamó 'la dictadura del relativismo' es una herencia
masónica. Igual que te haces un Dios, como 'el gran arquitecto', que puede ser
Lucifer sin ningún problema, te puedes crear también un sistema de valores
consensuado con tu logia. Ese relativismo de las logias se ha
permeado en toda la sociedad", relata.
En este sentido, Bárcena insiste
en destacar la lucidez que ha tenido el Papa emérito. "En
uno de sus últimos libros, Benedicto XVI habla de que se está instaurando una
nueva dictadura. Que 'la del relativismo' ha servido como puente para la 'dictadura
del credo del anticristo'. Hay una serie de dogmas en los que, si no
estás de acuerdo con ellos, estás fuera del marco democrático. Por ejemplo, en
la revocación del aborto en EE.UU... la Corte Suprema nos da igual,
porque nosotros somos dioses. Algo definitivo en la masonería es el
gnosticismo, ellos te van a transmitir un conocimiento oculto que te eleva por
encima del resto", concluye.
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