Como Santo Tomás de Aquino, pensamos que desde su Concepción tuvo la visión beatífica.
Por: Gustavo Daniel D´Apice | Fuente: Catholic.net
Como Santo Tomás de Aquino, pensamos que desde su Concepción tuvo la visión
beatífica, y su madre en esos 9 meses tuvo a través de Jesús en su seno una
unión cuasi-hipostática con Dios. (Jesús tenía unión "hipostática",
en la Persona del Verbo de Dios, la más grande que puede haber).
Por lo tanto era consciente de su
misión en cuanto tuvo uso de razón, y antes gozaba de su unión divina en su
naturaleza divina y en su Persona Divina (recordemos que Jesús tiene 2
naturalezas, una humana y otra divina, dadas por María una y por el Espíritu
Santo la otra, y ambas se unen en la Persona Única del Hijo de Dios. Por lo que
Jesús cuando decía "Yo", decía
Dios).
Luego de su Bautismo tuvo una
nueva y potente infusión del Espíritu Santo en su naturaleza humana comenzando
su misión itinerante, en la manifestación trinitaria en el río Jordán con el
Bautismo de Juan, pero eso no quiere decir que no tuviera certeza de su
filiación divina y su misión salvífica desde el momento en que fue concebido.
Es más, toda la vida de Jesús,
desde su concepción a su resurrección, es salvífica.
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