PREPARACIÓN, CREATIVIDAD Y DISCERNIMIENTO SON LAS CLAVES
UNA BUENA RUTINA DE ORACIÓN ES UNA AYUDA
FUNDAMENTAL EN LA VIDA DE FE.
El mundo actual va
a un ritmo vertiginoso, lo cual dificulta el poder
construir y mantener una rutina de oración fuerte y constante. Hay deberes
familiares, también obligaciones laborales… el día en muchas ocasiones parece
tener pocas horas y no en pocas ocasiones la oración es relegada a un segundo
plano.
Sin embargo, una relación en constante crecimiento con el Señor a través de la oración es la raíz del
crecimiento espiritual y una parte fundamental de la vida.
San Francisco de Sales escribió
que todo cristiano está llamado a alcanzar las alturas
de la santidad en su vida de oración, pero que los detalles serán
diferentes según la vocación de cada uno. Los estudiantes universitarios deben
rezar de manera diferente a los ancianos, las madres trabajadoras deben orar de
manera diferente a los jóvenes solteros y los sacerdotes diocesanos deben orar
de manera diferente a los monjes trapenses.
Construir una mejor rutina de
oración a menudo requiere un
pensamiento cuidadoso, creatividad y un discernimiento apropiado a través de la oración misma, pero un poco
de esfuerzo y algunos pequeños ajustes pueden llevar muy lejos cuando uno se
vuelve al Señor con un deseo sincero de crecimiento.
Estas son algunas de estas formas
de oración que propone Ryan Everson,
seminarista de la diócesis de Denver, en un artículo en Catholic Exchange:
1.
REZAR BREVEMENTE A PRIMERA HORA DE LA MAÑANA
San Juan María
Vianney dijo que cuando el diablo toma el primer minuto de nuestro día sabe que
tiene garantizado gran parte del resto. La oración para
comenzar el día no necesita ser elaborada ni llevar mucho tiempo. Pueden ser simplemente unos segundos en los que usamos
los primeros frutos de nuestro día para reconocer a nuestro Dios amoroso como
la primera prioridad en nuestras vidas. Puedes encontrar tu propia manera de
hacerlo, o tal vez considerar simplemente arrodillarte ante un crucifijo mientras
recitas la Oración de Jesús: “Señor Jesucristo,
Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador”.
2
.CONSTRUYE LISTAS DE INTENCIONES DE ORACIÓN DIARIAS/SEMANALES
Puede ser útil tener una lista de ciertas cosas o personas por las que rezar específicamente cada día y/o semana. Considera algunos de
los siguientes:
-Una lista de
amigos por los que rezas
-Una lista de
enemigos por los que rezas
-Una lista de las
virtudes en las que más quieres crecer
--Una lista de los
pecados que más deseas eliminar
-Una lista de cosas
en tu vida por las que estás agradecido
-Una lista de
causas sociales por las que rezar
3.
REUNIRSE CON UN DIRECTOR ESPIRITUAL
San Juan María Vianney dijo
que tratar de ser uno mismo su propio director
espiritual es como tratar de ser su propio abogado o su propio médico: no es
una buena idea, incluso para
aquellos que son grandes abogados y médicos. Pregunta a tu párroco o a algún
sacerdote si puede programar contigo una reunión de dirección espiritual.
4.
UNA ORACIÓN CORTA CADA HORA
Ryan Everson explica que por
sugerencia de un sacerdote amigo suyo cuando
su reloj marca la hora le gusta consagrar esa hora al Señor con esta breve
oración: “Padre Celestial, bendíceme en esta próxima hora para que
pueda servir como un portal de caridad que brota de tu trono en lo alto, y que
sea preservado libre de toda mancha de pecado. Amén."
Se tarda menos de 10 segundos en
hacerlo (menos de 2 minutos por día) y, sin embargo, ha transformado por
completo la forma en que vive su día, confirma este seminarista.
5.
ÚNETE A UN PEQUEÑO GRUPO DE ORACIÓN
La virtud casi
siempre crece hasta su máxima perfección en comunidad, incluso para los introvertidos. La oración comunitaria ayuda a crecer
de maneras que la oración privada no puede. Considera unirte (o iniciar) un
pequeño grupo de este tipo en tu parroquia.
6.
CAMBIA LOS DETALLES DE TU ENTORNO DE ORACIÓN
A veces, pequeños cambios en el entorno exterior pueden mejorar mucho el tiempo de
oración. Considera
experimentar con lo siguiente:
-Ubicación
(dormitorio, patio trasero, capilla de adoración, en un paseo...)
-Hora del día
-Iluminación
(habitación oscura, habitación bien iluminada, habitación con poca luz,
habitación oscura con velas encendidas….)
-Postura del cuerpo
(de rodillas, sentado en una silla, sentado cruzado, de pie, caminando
lentamente….)
Además, al rezar, trata de tener
siempre un punto focal visual central, como un crucifijo, una imagen de Jesús o
una imagen de la Virgen. Cada vez que notes que te quedas dormido o distraído,
mira fijamente ese punto focal durante unos segundos para recuperar el enfoque
y redirigir tus pensamientos de regreso al Señor.
7.
LETANÍAS DE ORACIÓN
Las letanías son
una forma breve y sencilla de mejorar la vida de oración al enfocarse en una
virtud específica en la que se desea crecer. Se pueden encontrar en
abundancia en internet. Aquí algunas que propone Ryan Everson:
-Letanía de
humildad
-Letanía de
confianza
Letanía por la
castidad
“El diablo quiere
que permanezcas estancado en tu vida de oración, convencido de que tu apretada
agenda no te permite mejorarla. Pero mejorar tu vida de oración no siempre requiere una gran cantidad
de tiempo adicional. Un poco de estructura e intencionalidad pueden recorrer un
largo camino. Y como con todas las cosas en la vida espiritual, el Señor quiere
hacer el trabajo pesado con Su gracia, operativa a través de la oración, que
siempre nos purifica, fortalece nuestra capacidad de compartir Su amor con
quienes nos rodean y fortalece nuestro sentido interior de paz”, concluye este seminarista estadounidense.
No hay comentarios:
Publicar un comentario