Los Obispos españoles señalan el “irracional dogmatismo ideológico” de género que impera en la legislación impulsada por el Gobierno social comunista presidido por Pedro Sánchez en una nota de la Subcomisión Episcopal para la Familia y Defensa de la Vida.
El organismo de la Conferencia Episcopal Española (CEE) presidido por el
Obispo de Canarias, Mons. José Mazuelos, proclama que la Iglesia Católica tiene
la misión de “defender y mostrar la dignidad de
cada persona” y de “alzar la voz
proféticamente”.
Lo hace este lunes ante el avance legislativo la pasada semana de dos
leyes que “lejos de promover el bien de la persona
y su dignidad, atentan gravemente” contra ella. Se trata de la
modificación de la ley del aborto
y de la tramitación de la llamada Ley Trans.
El pasado jueves la mayoría del Congreso rechazó las enmiendas a la
totalidad presentadas a los proyectos del Gobierno en estas materias, por lo
que los textos propuestos por el Ejecutivo continúan su recorrido legislativo
en las próximas semanas.
Respecto de la modificación de la ley del aborto, los obispos subrayan
algunos “aspectos reprobables” como que se
mantenga la consideración de “derecho” al
aborto y el “atentado a la igualdad” que
supone permitirlo para discapacitados “hasta los
cinco meses y medio” de vida prenatal.
Asimismo, los prelados reprueban la “posibilidad
de que las chicas de 16 y 17 años puedan abortar sin el consentimiento de sus
padres” o que se haga obligatorio para los médicos objetores al aborto
inscribirse en un registro.
La subcomisión episcopal reprocha también que el Gobierno impulse la
eliminación del periodo de tres días de reflexión desde la solicitud del aborto
hasta su ejecución y la obligatoriedad de dar información sobre alternativas de
ayuda al embarazo.
Respecto de la Ley para la igualdad real y efectiva de las personas
trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI (Ley Trans), los
obispos subrayan que “contiene en su articulado
elementos preocupantes de la imposición de la teoría queer”
que cuestiona la identidad sexual.
“PERVERSIÓN
IDEOLÓGICA”
La CEE entiende que de esta manera se establece e impone de forma
arbitraria “una única concepción antropológica” lo que
abre un “horizonte de colonización ideológica”. Esto exige
recordar “la antropología adecuada” de la
unidad de cuerpo y alma en el ser humano.
En este sentido, los representantes de la Iglesia en España se muestran
preocupados por quienes “han sufrido las
consecuencias” de la ideología de género y les muestran su “apoyo y ayuda” para “iluminar
la perversión de una legislación ideológica”.
Los Obispos recelan de la implicación directa de los poderes públicos en
la promoción de la ideología de género al entender que no es democrático “imponer una peculiar y reducida visión
antropológica en todos los ámbitos”.
La Subcomisión Episcopal califica de “irracional
dogmatismo ideológico” que
la despatologización de la transexualidad “se
identifique con favorecer una intervención médica, pero sin criterios médicos,
sino con criterios subjetivos del paciente”.
Por otro lado, se critica que en esta ley “se niega la posibilidad del
tratamiento psicosexual e incluso la necesidad de obtener un diagnóstico de las
personas con trastorno de identidad de género, confundiendo el diagnóstico
médico con un intento de anulación de la personalidad”.
Los Obispos recuerdan que hay muchos testimonios de quienes se han
sometido a la llamada “reasignación” sexual
hormonal y quirúrgica y no han visto solucionada su situación. También que “todos los estudios científicos coinciden en que más del
70% de los niños que piden cambiar de sexo [modificar su aspecto sexual, N. de
la R.], cuando pasan la adolescencia no siguen pidiendo el cambio”.
“ACOGIDA HACIA LAS
PERSONAS CON DISFORIA DE GÉNERO”
Los miembros de la Subcomisión episcopal para la Familia y Defensa de la
Vida hacen hincapié en que la comunidad cristiana, en especial los pastores,
deben “desarrollar, siempre, sentimientos de
acogida hacia las personas con disforia de género”.
A estas personas “les asiste el derecho a
ser respetados y a ser tratados con los medios lícitos puestos a disposición
por la medicina para conseguir el nivel de salud física, psíquica y relacional
más alto y satisfactorio que sea posible”.
Los prelados añaden que “los fieles que se
encuentran en esta situación son hijos amados del Padre” y están
llamados a la santidad y a hacer la voluntad de Dios “uniendo
al sacrificio de la cruz los sufrimientos
y las dificultades que puedan experimentar a causa de su
condición”.
Los obispos se ven impelidos además a “alzar
la voz con fuerza” para denunciar “el uso de tratamientos prematuros e
irreversibles”, en especial en menores y reclaman al tiempo el respeto para “la libertad de conciencia y de ciencia a todos los
profesionales”.
En este sentido, señalan su preocupación por que “se quiera imponer un adoctrinamiento que
condicione el desempeño profesional en el campo educativo, sanitario, función
pública, judicatura, cultural, medios de comunicación”.
La carta de los prelados españoles concluye pidiendo a la Virgen María “que nos dé
creatividad para instaurar la tan necesaria cultura de la vida y caridad para
atender a las personas que permanecen heridas al borde del camino”.
POR NICOLÁS DE CÁRDENAS | ACI Prensa
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