Es muy común ver gente practicando yoga ya sea por moda, por buscar desconectarse del mundo, lograr relajarse y otros tantos motivos. Muchos piensan que solo es una práctica que utiliza posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación.
Si el yoga fuera solo hacer
ejercicio sería bueno, porque «mente sana en cuerpo
sano». Pero el yoga es una disciplina espiritual que proviene del
hinduismo, una religión politeísta.
El teólogo Joel S. Peters
señala que «es un error creer que practicando yoga
solo se conseguirán beneficios corporales sin ser afectado por su fundamento
espiritual».
Son numerosas las diferencias
entre el yoga y la oración de meditación, solo mencionaré algunas de ellas,
para descubrir cómo meditar en clave cristiana.
1. LA EXISTENCIA DE DIOS
¿Cómo meditar en
el yoga? El yoga no
admite la existencia de un solo Dios creador de todo, sino que todo lo que
existe es divino por naturaleza. Por eso, nosotros también somos dioses.
¿Y cómo meditar
en la oración? En la
oración tenemos presente que nosotros estamos hechos a imagen y semejanza de
Dios, pero que no somos Dios. Solo Él es el creador.
2. LA FIGURA DE JESUCRISTO
En el yoga, Jesucristo, es un
maestro espiritual más, ya que ellos tienen sus propios dioses (Brahma, Vishnu,
Shiva, etc).
En cambio, nuestra oración se
centra en Jesucristo, a quien reconocemos como nuestro Señor y Salvador, como Verdadero
Hombre y Verdadero Dios, segunda Persona de la Santísima Trinidad.
3. EL SENTIDO DEL SUFRIMIENTO
En la práctica del yoga se
busca eliminar el sufrimiento. En la oración pedimos a Dios que se haga Su
voluntad. Sabemos que es lo mejor para nosotros y pedimos nos dé la fortaleza
necesaria para aceptar el sufrimiento como parte de la vida del cristiano.
Jesús en las Sagradas
Escrituras nos dice: «Si alguno quiere venir en pos
de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame» (Mateo 16, 24).
Además, señala: «Venid a mí los que estáis tristes
y agobiados, que yo os daré descanso» (Mateo 11, 28).
Nosotros seguimos a Jesús,
como el mejor ejemplo de sufrimiento, quien por nuestra salvación dio su vida
en la cruz, para luego resucitar glorioso.
4. SU FINALIDAD
¿Cuál es el
objetivo, la finalidad del yoga? Conseguir la iluminación. Según señala un gurú español en su blog: «A la iluminación espiritual se accede, entonces, cuando
se domina completamente la kundalini. A este estado se puede llegar por varios
caminos; pero hacerlo implica el dominio completo de la mente, las emociones, el
cuerpo y la energía espiritual».
El Kundalini
es una energía espiritual que activa los chakras (centros energéticos
del cuerpo) desde la columna vertebral.
La oración es ayuda en las
adversidades, fortaleza en nuestras debilidades y en los momentos de tentación.
«La oración es la respiración del alma y de la
vida» (Benedicto XVI). Como decía Santa Teresa de Jesús: «La oración es el camino real para el cielo, y camino
seguro».
5. LA ORACIÓN NO ES «PONER LA MENTE EN BLANCO»
En el yoga se busca la unión
con uno mismo, precisamente, la palabra «yoga» deriva
de la raíz sánscrita yuj, que significa «unión», lo cual implica «vaciar
la mente», «ponerla en blanco», centrarse en uno mismo para hallar la
paz interior, sin tener presente a Dios.
En cambio, la oración es
siempre un don, un regalo de Dios, que sale a nuestro encuentro y no es lograr
un «vacío mental». Es unirnos a Dios a
través del silencio y también del diálogo, estar con Aquel que nos conoce, que
nos ama y esta relación nos lleva a amar a los demás.
¿SE PUEDE SER CATÓLICO Y PRACTICAR EL YOGA?
Hay muchos que piensan que uno
puede ser católico y practicar el yoga sin que afecte nuestra fe. Pero el Padre
James Manjackal, sacerdote indio que conoce las corrientes espirituales que
nacen en Oriente, señala que según los casos que él atendió, “entre el 80% y el 90% de los participantes que han
practicado el Yoga, el Reiki y otras prácticas religiosas orientales, han
perdido la fe en Jesucristo y en la Iglesia”.
El sacerdote canadiense
Ghislain Roy, autor de libros sobre liberación y sanación, afirma que: «con frecuencia, las personas que practican el yoga,
dejan de sentir el calor del amor de Dios o se alejan de los sacramentos, van
abandonando sus prácticas religiosas… se podría decir que crea un vacío. Pasas
a vivir en un combate entre la fe y la práctica oriental».
«Hay que renunciar a
la práctica del Yoga para recuperar esa paz que Dios nos da al vivir los
sacramentos», dice.
¿CÓMO MEDITAR «EN
CRISTIANO»?
Dios está disponible las 24
horas del día para que podamos conversar con Él sobre nuestras preocupaciones,
alegrías y tristezas. También podemos orar en silencio para poder escuchar y
que sea Él quien nos hable.
Como dijo el Papa Francisco: «Solo el Espíritu Santo puede dar la paz que se busca a
través de la meditación».
Si no sabes cómo orar, en
muchas parroquias existen los talleres de oración y vida del Padre Ignacio
Larrañaga, un gran instrumento para aprender a orar y fortalecernos en la
oración.
Tenemos las Sagradas
Escrituras, el rezo del santo rosario, la Santa Misa, el Sacramento de la
confesión, La Eucaristía, la exposición del Santísimo, la Hora Santa.
¡Qué mejor que
ver a Jesucristo expuesto en el Santísimo Sacramento del altar! En lo personal, mi ser se
llena de paz y un amor muy grande al contemplarlo. ¡Qué
privilegio tan grande es poder alimentarnos con el Pan de Vida Eterna!
Y si tú eres de los que
practican el yoga, ese tiempo que sacas para el yoga, anímate a reservarlo para
la oración, te aseguro que obtendrás mayores beneficios.
Escrito por: María Belén Andrada
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