El obispo de Orihuela-Alicante (España), Mons. José Ignacio Munilla ha recordado a los obispos belgas que la bendición de uniones gays va contra el magisterio de la Iglesia Católica: “No es que la Iglesia no quiera. Es que no tiene autoridad para hacer tal cosa”.
El Prelado ha subrayado en su programa de Radio María en España “Sexto continente” que “claramente
no es compatible” la propuesta de los obispos belgas con la declaración
de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre esta cuestión publicada el
15 de marzo de 2021.
Mons. Munilla subraya que esta incompatibilidad es manifiesta “por mucho que se haya intentado forzar al máximo las palabras” tildando de “momento
de oración” la propuesta de los obispos belgas.
En este sentido se ha manifestado el portavoz de la Conferencia
Episcopal Belga, el P. Tommy Scholtes, SJ quien además defendió que la
propuesta de bendiciones a parejas del mismo sexo “no
tiene nada que ver con un matrimonio”.
En declaraciones a Associated Press, el P. Scholtes afirmó que se trata
de “una oportunidad para las parejas homosexuales
para rezar juntos y para que los otros puedan rezar también por ellos”.
Mons. Munilla recuerda que la pretendida bendición de los prelados
belgas incluye “expresiones de compromiso” entre
las personas homosexuales que la reciben y de la comunidad eclesial hacia
ellas.
“No juguemos con las palabras”, ha reiterado el Obispo de Orihuela-Alicante, quien afirma que “hay que ser sinceros y transparentes para decir que contradice
absolutamente” lo afirmado por la Congregación para la
Doctrina de la Fe.
Mons. Munilla subraya que lo predicado por el dicasterio vaticano “no es que la Iglesia no quiera. Es que no
tiene autoridad para hacer tal cosa”
como bendecir uniones homosexuales.
UNA BENDICIÓN ES UN
SACRAMENTAL
La razón es que la bendición es un sacramental. Según recoge el
Catecismo de la Iglesia Católica (n. 1667) los sacramentales “son signos sagrados con los que, imitando de alguna
manera a los sacramentos, se expresan efectos, sobre todo espirituales, obtenidos
por la intercesión de la Iglesia”.
Por ellos, prosigue el texto “los hombres se
disponen a recibir el efecto principal de los sacramentos y se santifican las
diversas circunstancias de la vida”.
El Obispo español explica que las bendiciones, por tanto, “deben estar objetiva y positivamente ordenadas a la
voluntad de Dios” y que “no es suficiente la
buena voluntad de los que lo reciben”.
NO HAY “DISCRIMINACIÓN
INJUSTA”
De esta manera, “no es lícito
impartir la bendición a estas relaciones aunque sean estables porque implican
una relación sexual fuera del matrimonio”, continúa el Obispo en consonancia con lo
expresado por la Congregación para la Doctrina de la Fe.
En este sentido, Mons. Munilla recuerda que la Iglesia
tampoco puede bendecir la unión entre un hombre y una mujer que viven en
adulterio.
Así, no se trata de “una discriminación
injusta” hacia las personas con inclinaciones homosexuales, sino de
reclamar “la verdad del acto litúrgico”.
“Se puede bendecir a las personas con inclinaciones
homosexuales, pero no una unión que no es conforme al designio natural y al
designio de Dios”, ha subrayado el Prelado porque “una cosa es bendecir al pecador y otra cosa, al pecado”, ha
afirmado.
Mons. Munilla recuerda que, a diferencia de los sacramentos, los
sacramentales “se pueden recibir sin estar en
gracia, pero llaman a la conversión”.
POR NICOLÁS DE
CÁRDENAS | ACI Prensa
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