El P. Kenny Fernández, sacerdote de la provincia de Mayabeque, denunció la escasez de alimentos en Cuba compartiendo la imagen de su último desayuno: apenas un pan duro y un vaso de leche obsequiado “por un alma generosa”.
“Hoy en mi desayuno solo pude comerme un pan duro
que traje de la Habana hace varios días, de mi cuota, porque tengo
la libreta en la Habana (porque en la Habana dan más productos que en
Mayabeque)”, contó el sacerdote crítico de la
dictadura, desde su cuenta
de Facebook, el 23 de agosto.
El presbítero denunció que no pudo comer “pan
recién horneado, porque el comunismo” también le “quitó
el pan liberado” (pan que
se ofrece en panaderías privadas).
“Porque en mi amada tierra cubana no solo hay más
de 1.000 presos de conciencia, ya hasta el pan ‘liberado’ cayó preso”,
dijo.
Según la agencia EFE, el Gobierno cubano reconoció el 23 agosto que
existen dificultades para importar harina de trigo y que habrá una distribución
limitada de pan en las panaderías estatales y la venta mediante la libreta de
racionamiento.
“En los últimos meses (...) se han agudizado las
dificultades para la importación de trigo, lo que ha incidido en la
disponibilidad de este producto”, informó
el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) en un comunicado.
El desabastecimiento de harina de trigo afecta directamente a las
panaderías privadas en la elaboración del pan liberado. Por otro lado, también
afecta el pan que vende el Gobierno a los ciudadanos a través de la libreta de
racionamiento.
En su mensaje, el P. Kenny lamentó: “El
comunismo me quitó la carne de res desde antes de nacer. Me quitó la leche a
los 7 años. Y ahora a los 37 años el pan liberado. ¿Qué más me van a quitar?”.
“Quítenmelo todo y ya, como le hicieron a
Jesucristo el Viernes Santo, porque así sabré que está más cerca el Domingo de
Resurrección”, concluyó.
POR DIEGO LÓPEZ
MARINA | ACI Prensa
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