jueves, 19 de mayo de 2022

CUANDO NACES EN POBREZA (ECONÓMICAMENTE HABLANDO), TIENES BÁSICAMENTE DOS OPCIONES EN LA VIDA:

A. Te esfuerzas día a día, trabajas duro en lo que haya, intentas tanto como puedas ser disciplinado con tu tiempo, el poco dinero que te llega a las manos y los talentos innatos que tienes, y con un poco de fe y buena voluntad desde cielo, logras mejorar tu suerte y la de tus hijos (si decide tenerlos).

B. Vives el resto de tu vida amargado, en constante envidia de los demás, tratando de tirar hacia abajo a cualquiera que sale de la pobreza, y exigiéndole al gobierno que le quite a los ricos para dártelo a ti como si la riqueza de otros fuera tu derecho.

Si eliges por A, no puedo garantizarte riqueza, pero sí te puedo decir esto: al final de tus labores, tendrás satisfacción, pues cualquier cosa que logres, sentirás que te esforzarte por ello.

Pero si eliges B, ciertamente puedo garantizarte que nunca llegarás a la riqueza (pues la envidia y la victimización solo conducen a una mayor pobreza), y al final de tus días, mirarás hacia atrás con tristeza y pesar.

Así que, escoge bien.

* (Y por cierto, si naciste en pobreza y saliste de ella, por favor, no te olvides de los que quedan, devuelve el favor generosamente)

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