jueves, 5 de mayo de 2022

¿CÓMO ERA LA GRAVEDAD AL MOMENTO DE LA CREACIÓN? EL VATICANO PODRÍA AYUDAR A DESCUBRIRLO

El Observatorio del Vaticano anunció la semana pasada un nuevo modelo matemático, elaborado por dos sacerdotes católicos, que busca describir cómo habría funcionado la gravedad en el momento de la creación del universo.

La investigación del P. Gabriele Gionti SJ y el P. Matteo Galaverni, de la Diócesis de Reggio Emilia-Guastalla (Italia), fue publicada en abril en la prestigiosa revista científica Physical Review D. El tiempo dirá el impacto que tendrá en la comunidad científica.

Su trabajo se sostiene en cómo ambos entienden que funcionaron las leyes de la gravedad en el momento del Big Bang, cuando el universo se expandió repentina y rápidamente desde un punto pequeño, increíblemente pesado y denso, conocido como singularidad.

El nuevo modelo matemático busca describir cómo habría funcionado la gravedad en medio de lo que se conoce como la “inflación cosmológica”, es decir la rápida expansión del universo durante y después del Big Bang. 

Los científicos describen los efectos de la gravedad en los objetos grandes del universo, como los planetas y las estrellas, de acuerdo con la Teoría de la Relatividad General de Albert Einstein. En cambio, los objetos más pequeños del universo (átomos, electrones, quarks, etc.) se comportan según reglas muy diferentes, conocidas como mecánica cuántica.

Durante años, los científicos han estado buscando una teoría cuántica de la gravedad, que podría explicar cómo funcionó la gravedad durante el Big Bang. La investigación de los sacerdotes del Vaticano es parte de un esfuerzo mayor en la comunidad científica para comprender los primeros momentos de existencia del universo.

Los sacerdotes Gionti y Galaverni dijeron en una entrevista escrita a CNA- agencia en inglés del Grupo ACI- que la teoría de Brans-Dicke, un marco común que los científicos usan para estudiar la gravedad, no siempre funciona, y que el modelo que han desarrollado es una alternativa a este problema.

El trabajo propuesto busca analizar los cálculos de la gravedad a través de un “marco” matemático más simple que los densos y complicados utilizados en el pasado, explicaron.

Ambos esperan que su investigación ayude a reducir las diversas teorías que otros científicos propusieron sobre la inflación cosmológica, y las posibles teorías que plantean explicar la gravedad cuántica, la más famosa de las cuales es la teoría de cuerdas.

Cabe destacar que una teoría coherente de la gravedad cuántica contribuiría en gran medida a la comprensión de cómo funciona el universo y cómo se creó.

Los sacerdotes afirmaron que su investigación ofrece una confirmación adicional de “que nuestro universo parece matemáticamente ordenado y armonioso”.

“Tiene sentido que una persona de fe piense que este orden es el fruto de la creación de un Dios benévolo”, escribieron.

“Esta no es una prueba de la existencia de Dios, sino un razonamiento ‘estético’, en el sentido de que de la belleza matemática de este universo los creyentes se inflaman de un amor a Dios que por amor creó este universo”, señalaron.

“Como creyentes, sabemos que Dios creó este universo en una relación de Amor con el Hijo y que este Amor es en realidad el Espíritu Santo. Cuando hacemos ciencia, es como encontrar rastros de este Amor en el universo y, por tanto, un rastro de Dios. Por eso decimos a veces que investigar es una forma de oración”, agregaron.

Los sacerdotes aclararon que su investigación es “solo una parte del esfuerzo científico mucho más amplio para comprender el universo, con muchos otros científicos que también publican investigaciones valiosas, todo el tiempo”.

No obstante, afirmaron que “el Observatorio del Vaticano está muy complacido con la publicación y de haber logrado hacer esta contribución al conocimiento científico”.

El Observatorio del Vaticano es uno de los observatorios astronómicos activos más antiguos del mundo, pues sus raíces se remontan al año 1582. 

Su sede está en Castel Gandolfo, un pueblo a las afueras de Roma donde se ubica la residencia de verano de los papas de la Iglesia Católica. El Observatorio del Vaticano opera el Telescopio de Tecnología Avanzada del Vaticano, ubicado en la zona rural de Arizona, a unos 321 kilómetros al sureste de Phoenix. 

Los sacerdotes, junto con Chris Graney, académico adjunto del Observatorio del Vaticano, dijeron a CNA que los católicos pueden enorgullecerse del hecho de que su Iglesia abraza la ciencia y promueve y alienta el tipo de investigación que se publica “en las mejores revistas científicas”.

Además, destacaron que están siguiendo los pasos de otros científicos católicos que han contribuido al conocimiento humano sobre el universo, incluido el P. Georges Lemaître, el sacerdote que creó la teoría del Big Bang. 

Traducido y adaptado por Cynthia Pérez. Publicado originalmente en CNA.

Redacción ACI Prensa

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