Lo importante, entonces, es optar correctamente.
Por: P.Fernando Pascual, L.C. | Fuente:
Catholic.net
Lo imposible queda fuera del alcance de las
opciones humanas. Lo posible, en cambio, aparece ante
nosotros como algo realizable.
¿Cómo explicar lo posible? Como
aquello que puede empezar a existir (si todavía no existe) o a ser de otra
manera (si ya existe).
Es posible, por ejemplo, ahorrar dinero y
mejorar el tráfico en una ciudad si uno usa menos el coche y más el autobús o
el metro.
Es posible tener la habitación limpia si se
dedica menos tiempo a internet y se ponen los medios para quitar polvo, manchas
y telarañas.
Es posible mejorar las relaciones con un
familiar o un compañero de trabajo si reflexionamos antes de hablar para
escoger palabras adecuadas y acompañadas con cariño.
Es posible morir en paz con Dios y con los
demás, si superamos actitudes negativas de odio, de egoísmo, de maldad. Un
posible que puede llevar a un resultado maravilloso: el cielo.
Desde luego, en la lista de ejemplos aparecen
también los negativos: es posible decir una tontería hiriente a una persona que
genere un proceso de desconfianza y de tensiones.
La lista de acciones y
resultados posibles es larguísima. Tanto que, a veces, al constatar que existen
muchas posibilidades, no sabemos cuáles escoger primero, cuáles posponer, y
cuáles excluir con firmeza.
La vida sigue su marcha, inexorable. El tiempo
no se detiene. En cada momento escogemos, entre tantos posibles, unos. Según
las opciones, queda menos tiempo para otras posibilidades.
Lo importante, entonces, es
optar correctamente. No según gustos, ni presiones malsanas, ni
miedos, ni intereses turbios. Solo tiene valor lo que se escoge desde el amor y
para el amor.
Vuelvo a mirar ese futuro cercano o lejano que
depende, en buena parte, de mis elecciones. Pido ayuda a Dios y consejo a
personas prudentes para que escoja posibles valiosos.
Así el
mundo (cercano o lejano: algunas opciones llegan a donde ni siquiera podemos
imaginar) mejorará un poco y se abrirá al encuentro, definitivo, con el Dios
que espera a sus hijos tras la frontera de la muerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario