lunes, 28 de marzo de 2022

UN HOMBRE ENCUENTRA UNA MISTERIOSA CAJA EN SU JARDÍN Y RESUELVE UN MISTERIO DE 6 AÑOS

 Los cuentos de hadas y los libros de aventuras fomentan las fantasías infantiles de descubrir un tesoro escondido... Pero ¿qué pasa cuando estas historias se hacen realidad? Matthew y su familia estaban a punto de averiguarlo, al descubrir por casualidad una caja en su jardín.

SU CASA DE ADOBE

La familia Emanuel, entre ellos Matthew, su mujer y su hijo, llevaba años en la casa de Todt Hill, en Staten Island. Realizaron un sinfín de proyectos de remodelación del hogar, en los que reformaron casi todos los rincones de su propiedad... Excepto uno en particular.

La prioridad principal de la familia Emanuel era trabajar en el interior de la casa. Por eso, la renovación del jardín había quedado en un segundo plano. No sabían que había un rincón abandonado en el patio trasero que escondía algo bajo los escombros.

ELLOS SON LA FAMILIA EMANUEL

La vida de la familia Emanuel solía ser bastante tranquila. Matthew era contador. Su esposa, María Colonna Emanuel, era maestra, y su único hijo seguía en la escuela. Eran una familia típica de los suburbios, y María solía aprovechar los sábados para cosas de la casa.

Al principio, Matthew no entendía por qué María quería remodelar siempre. Pero después de un tiempo, se dio cuenta de que a él también le gustaba hacerlo. Así que un día le dijo confiado a su mujer que su próximo proyecto sería el tan temido patio trasero. Apenas la casa estuviera perfecta, pensaba ocuparse del paisaje descuidado.

EL HALLAZGO INESPERADO

Dentro del predio de la casa, su rincón descuidado se había convertido en la zona donde tiraban las cosas que ya no les servían. También había algunas plantas venenosas que nadie quería tocar. Sin embargo, la esposa de Matthew tenía una idea concreta, por lo que quería que el jardín estuviera terminado lo antes posible.

Para poder empezar, tuvieron que deshacerse de todas las cosas viejas que habían tirado allí. Una vez que se deshicieron de toda la basura, vieron la caja decrépita. La familia Emanuel siempre había pensado que ese temido rincón estaba lleno de cosas inútiles, así que se sorprendieron cuando vieron que había algo escondido.

LA CAJA FUERTE SIN TOCAR

Era evidente que la caja había estado allí varios años. Estaba oxidada y arruinada. Eso, sumado a las hierbas venenosas, hizo que la familia no quisiera acercarse a ella. Cuando se dieron cuenta de que era un trabajo más laborioso de lo que pensaban, decidieron dejarlo para otro día.

Con el tiempo, el otoño se fue y la estación fría trajo consigo un clima intenso. Los vientos fuertes arrancaron las hojas de los árboles y su jardín tenía un aspecto bastante caótico. Cuando llegó la primavera, María le dijo a Matthew que él tenía que ocuparse de ese rincón tan horrible.

LO POSPUSIERON HASTA LA PRIMAVERA

Matthew seguía postergando el asunto, pero se acercaba el momento de ocuparse de la caja. Un día, un ciervo se metió en el jardín de la familia y empezó a mordisquear uno de sus arbustos. Aunque la imagen era adorable, hizo que se viera lo que estaban tratando de ocultar... la caja oxidada.

Había pasado tanto tiempo que el lugar descuidado del jardín se había vuelto ineludible. Era fácil ignorarlo por todos los árboles y hojas secas que había en el camino. Sin embargo, los ciervos se habían comido una pequeña sección de su jardín, lo que hizo que la caja oxidada quedara al descubierto.

LA LIMPIEZA DE PRIMAVERA DE ESE AÑO

El invierno había dejado su jardín hecho un desastre. Después de unos buenos días de trabajo, Matthew se ocupó de la esquina del fondo y de la caja metálica. Sin embargo, al ver lo mucho que faltaba por hacer, decidió posponerlo de nuevo. Al fin y al cabo, tenía mucho trabajo por delante.

Matthew tenía grandes ideas para el jardín, pero necesitaba hacer un borrón y cuenta nueva. Así que empezó por cortar todo el follaje de los alrededores. Cuando vació el jardín, la caja quedó a la vista. Era una monstruosidad de la que estaba desesperado por deshacerse. Era hora de liberar al jardín de aquella caja para siempre.

NECESITABAN AYUDA

Había zonas del jardín que eran prácticamente insalvables. Matthew sabía que, si iba a embellecer el jardín, necesitaba ayuda de un profesional. Así que investigó un poco y se esforzó por encontrar a la persona perfecta para el trabajo. Por suerte, la encontró.

Matthew se puso en contacto con un gran paisajista. Lo llamó y le pidió que revisara el jardín para ver cuánto trabajo le esperaba a Matthew. Él no sabía que este paisajista se convertiría en una parte importante de la historia. Además, era un jardinero poco ortodoxo.

ROBERT FOLEY, ALIAS BAMBOO BOB

La primera fecha disponible del paisajista fue el 28 de abril. La pasión de Robert Foley por su negocio lo llevó a adoptar el apodo “Bamboo Bob”. Le dijo a Mathew que sólo contestaría si lo llamaban por su apodo. Bamboo Bob se había ganado una buena reputación, como uno de los mejores en paisajismo.

Bamboo Bob había trabajado en todo el estado y sus alrededores. Lo conocía casi todo el vecindario, y Matthew no podía esperar para empezar. Pronto, el propio Bamboo Bob se enteraría de que este sería uno de los trabajos más memorables de su carrera.

SE PUSIERON A TRABAJAR

Matthew se puso en contacto con Bamboo Bob por esa misma razón. Sabía que los bambúes serían el complemento perfecto para el jardín. Le darían una sensación de aislamiento y a María también le encantaba la idea. Bamboo Bob estaba igual de entusiasmado por empezar. Así que Bob reunió a su equipo para iniciar el proyecto descuidado. Cuando Bob preguntó por la extraña estructura metálica, Matthew le dijo que llevaba allí lo que parecía una eternidad y que la habían ignorado todo lo que pudieron.

PREGUNTAS INSISTENTES

Bob no pudo evitar sentir curiosidad por la caja fuerte. Ignorarla no era una opción, ya que era un obstáculo que impedía el proyecto del jardín. Le preguntó a Matthew si era importante, y la respuesta le resultó un poco rara. Mathew le contó sobre cómo la habían encontrado y que desde entonces no le habían prestado atención.

Matthew le dijo a Bamboo Bob que creía que era una caja eléctrica que en algún momento había sido la fuente de energía para la electricidad. Sin embargo, Bob no le creyó y se dio cuenta de que no era nada del estilo. Lo que descubrió fue realmente increíble y conmocionó a la familia Emanuel.

LA EXCAVACIÓN

La caja estaba muy enterrada en el suelo, así que tuvieron que excavarla. Con la ayuda de maquinarias, lograron sacarla de su sitio. El peso de la caja fue inesperado, lo que les hizo pensar que la caja contenía más de lo que creían. Ya para ese momento, todo el mundo quería saber lo que había en su interior.

Los paisajistas dieron vuelta la caja. Hicieron apuestas sobre lo que creían que era o a quién le pertenecía. Matthew no tenía mucha información sobre las personas que vivían en la casa antes que ellos. Sin embargo, ahora que veían mejor la caja, se dieron cuenta de que no era una caja eléctrica.

SE REVELÓ EL OBJETO MISTERIOSO

La caja misteriosa tenía una cerradura de rueda en su exterior que impedía a los paisajistas abrirla. Entonces, llamaron a Matthew para que fuera a ver el nuevo descubrimiento. Sin embargo, él se quedó igual de sorprendido que ellos al ver que esa caja, que en un principio parecía basura, en realidad contenía algo de valor.

Pensaron en diferentes maneras de abrirla. Después de intentarlo durante unas horas, se dieron cuenta de que se trataba de algo que no iba a abrirse sin hacer fuerza. Entonces, sólo quedaban dos preguntas: ¿qué contenía la misteriosa caja y quién era su legítimo dueño? Lo que ocurrió a continuación fue increíble...

PESABA MÁS DE 45 KILOS

El objeto misterioso no era del todo pequeño. Medía aproximadamente 45 centímetros de alto y 60 centímetros de ancho. Además, era muy pesado, ya que pesaba unos 45 kilos. A pesar de su estado decrépito, Matthew estaba decidido a abrirlo y descubrir su contenido. Estaba desesperado por saberlo.

Bamboo Bob y su equipo sintieron una curiosidad muy grande cuando Matthew les dijo que la caja había permanecido intacta durante muchos años. Todos la rodearon para ver lo que contenía. La agitaron para ver si el sonido revelaba lo que había adentro, pero por supuesto, tenían que abrirla y verlo por sí mismos.

ROMPIERON EL CONTENEDOR

Este no era un trabajo que se pudiera hacer solo con las manos, necesitaban herramientas más fuertes. Con la ayuda del bastón de Bamboo Bob, intentaron sin éxito abrir el contenedor. Entonces, Mathew sacó del depósito un pico viejo y, con todas sus fuerzas, empezó a martillar.

Tardaron más de lo que imaginaban. Así que Bamboo Bob redirigió a su equipo a la tarea de jardinería que tenían que realizar, mientras él y el Sr. Emanuel se ocupaban de la caja fuerte. La golpearon una y otra vez hasta que la puerta se abrió, y lo que encontraron dejó a Matthew muy sorprendido.

LA RECOMPENSA

Al igual que en algunas de nuestras fantasías de la infancia, Matthew encontró un tesoro en su patio trasero. Él y Bamboo Bob estaban en shock. Lo primero que vieron fueron fajos de billetes de cien dólares. Cada fajo tenía unos siete centímetros de grosor. Pero eso no fue lo único que encontraron allí...

Una vez que lograron abrirla del todo, encontraron unas cuantas bolsas de plástico llenas de joyas. Había pedazos de oro, joyas preciosas, pendientes y mucho más. Mathew no lo podía creer: esta caja fuerte llevaba años en su jardín, con tanto dinero y tanto tesoro a la espera de ser encontrado.

"ERA IMPRESIONANTE"

"Pensé que era una caja eléctrica", dijo Mathew. "Se destacaba mucho después de que los ciervos se comieron todo el follaje. Cientos de dólares, joyas, diamantes, un anillo de compromiso. Decenas de anillos, de oro con jade. Era impresionante", continuó. No podía creer que la había descartado como una caja eléctrica.

Si no hubiera sido por el deseo constante de María de arreglar la casa, o por los ciervos que se comieron el arbusto, esta caja probablemente habría permanecido oculta para siempre. Nadie jamás habría encontrado este tesoro, y la familia Emanuel nunca se habría enterado de que estaba allí.

Todo ese tiempo en el que estuvo afuera le pasó factura a la caja y a sus restos. No era impermeable, así que muchos de los billetes no se pudieron recuperar. Matthew se sorprendió de que algunos siguieran siendo válidos, dado el tiempo que llevaba la caja enterrada.

Siguieron revisando la caja fuerte y se dieron cuenta de lo dañados que estaban los objetos de valor. Matthew sabía que, si había alguna posibilidad de salvarlos, tenía que actuar pronto. Así que tomó la caja fuerte y la llevó adentro de su casa. Luego, comenzó a secar cada uno de los objetos de valor por separado.

MATTHEW INTENTÓ SALVAR EL TESORO

Matthew hizo todo lo posible para salvar lo posible. Sin embargo, el dinero estaba muy dañado por el agua. Separó los billetes uno por uno, pero no fue una tarea fácil. Tardó varios días en revisar con cuidado cada uno de los objetos y ver si valía la pena salvarlos.

Recuperar los billetes era el objetivo principal. Obviamente, Matthew quería salvar todos los que fueran posibles. Algunos se rompieron y, por mucho que lo intentara, nunca habrían sido aceptados como moneda legal. Sólo unos pocos quedaron intactos, pero aun así sumaban un gran total.

PILAS Y PILAS

Al revisar los billetes uno por uno, Matthew empezó a contar el dinero recuperado. Pronto llegó a 1.000 dólares, y luego a otros, y luego a otros, y no podía creer que la suma fuera de 16.300 dólares. No sólo era una cifra muy grande, sino que ni siquiera había tenido en cuenta las joyas.

La familia Emanuel no podía creer lo que su padre y Bamboo Bob habían encontrado. El hecho de que esta caja haya estado frente a ellos todo este tiempo los enfurecía. Si lo hubiesen sabido antes, quizás habrían podido salvar más de dinero. Pero el misterio no había terminado. De hecho, lo más sorprendente estaba por llegar.

EL ENIGMA ESTABA LEJOS DE RESOLVERSE

A medida que la emoción por este descubrimiento se fue calmando, Matthew empezó a sentir culpa. No pudo evitar pensar a quién le solía pertenecer esta caja fuerte, o por qué estaba allí. Era evidente que se trataba de objetos valiosos que alguien había tratado de proteger. ¿Quién era el dueño legítimo de estos ahorros?

Esto no sería un gran problema para cualquiera. Quien fue a Sevilla, perdió su silla, ¿no? Bueno, Matthew no podía permitirse pensar de esa forma. No podía dejar de pensar a quién le pertenecía esa caja fuerte. También pensó que, si alguna vez perdía esa cantidad de dinero, querría que alguien se la devolviese.

AVERIGUÓ EL VALOR

Ahora que habían terminado de contar los billetes, el siguiente paso era averiguar cuánto valían las joyas. Había tanto oro en la caja fuerte que Matthew tenía que saber si era real. Sin embargo, una vez que lo pesó, supo con certeza que era valioso.

Con mucho cuidado, Matthew revisó cada pieza. A medida que clasificó los objetos, los registró uno por uno. Creía que estaba a punto de terminar cuando, de repente, encontró otra bolsa con cierre en el fondo de la caja fuerte. Cuando la sacó, no pudo creer lo que había encontrado: era probablemente el objeto más importante.

POR FIN ENCONTRÓ UNA PISTA

Matthew sabía que tenía que tener cuidado porque los daños causados por el agua eran bastante graves. Pudo ver que había un papel en el interior, pero no quería que se rompiera. Así que sacó el papel poco a poco y lo desdobló. Y para su sorpresa, el papel tenía una dirección escrita en el reverso.

Aplicación de mapas de su teléfono. Resultó que estaba mucho más cerca de lo que pensaba. Matthew sabía que quienquiera que viviera en esa dirección lo ayudaría a resolver el misterio de la caja abandonada. Se fijó en el tiempo que tardaría en llegar allí.

MATTHEW SE SORPRENDIÓ

El Sr. Emanuel encontró el lugar exacto, y no podía creer lo cerca que estaba. Pudo ir caminando hasta allí. Estaba a un paso de su casa, y no pudo evitar pensar en la cantidad de veces que había pasado por delante de esta casa sin siquiera pensar en ello.

Aunque era tentador quedarse con el dinero y las joyas, Matthew sabía lo que debía hacer. Sabía que, si se quedaba con el dinero, podría pagar algunas facturas y tal vez llevar a su familia de vacaciones. Sin embargo, no pudo evitar pensar en cómo se sentiría si estuviera en la situación contraria.

FUE AL DOMICILIO

Matthew decidió que iba a pasar por la casa y hablar con los residentes. El 30 de abril se animó a ir. Sabía que toda la situación podría resultarles insólita, así que tuvo que pensar bien lo que iba a decir. A pesar de los nervios, se dirigió a la dirección.

Mientras caminaba hacia allí, Matthew no podía dejar de preguntarse si había tomado la decisión correcta. ¿Cómo podría decirlo sin revelar lo que había sucedido? Al fin y al cabo, si le decías a alguien que habías encontrado un tesoro, ¿quién iba a evitar que fingieran que era suyo desde el principio?

CARA A CARA CON LA VÍCTIMA

Antes de que Matthew se diera cuenta, había llegado a la casa. No sabía qué esperar, pero golpeó la puerta. Para su sorpresa, una señora mayor le abrió y lo miró confundida. Al principio, Matthew no sabía muy bien qué decir, estaba tan sorprendido como ella.

Matthew se presentó amablemente. Mientras caminaba, se le ocurrió que la caja fuerte podría haber sido robada. Así que le dijo a la mujer que entendía que era una pregunta extraña, pero que era necesario hacerla. "¿Le han robado alguna vez?", preguntó Matthew. La expresión de la mujer cambió de repente.

LA HISTORIA DE LA SEÑORA MAYOR

Era evidente que la mujer estaba alterada; no por Matthew, sino por su estrés sufrido en el pasado. Le explicó que hace poco más de seis años les habían robado a ella y a su marido. Aunque había sido hace mucho tiempo, ella lo recordaba con claridad por lo mucho que perdieron y lo mucho que los afectó.

Le contó a Matthew que, en 2001, en la noche del día después de Navidad, un ladrón entró a su casa. Se despertaron a la mañana y vieron que se habían llevado algunos artículos del hogar, pero lo más devastador fue que el delincuente había robado su caja fuerte, que contenía alrededor de 52.000 dólares en dinero y joyas.

UN DELINCUENTE SUELTO

Cuando ocurrió el incidente, había un delincuente suelto. Era un ladrón muy conocido en Staten Island por su historial. En 2011, antes de que se revelara su identidad, solo era un hombre enmascarado que había obtenido el apodo por su habilidad para el crimen.

Entre los años 2005 y 2015, el Ladrón Ninja robó alrededor de 200 casas en Connecticut, Nueva York y Nueva Jersey. De estos robos, 160 ocurrieron en la ciudad donde vive la familia Emanuel. La señora le explicó a Matthew que, aunque no tenía pruebas, creía que había sido ese ladrón quien les había robado.

UN INTERESANTE DESARROLLO DE LOS ACONTECIMIENTOS

La señora tenía buenos motivos para creer que había sido el Ladrón Ninja. En 2016, la policía detuvo a un hombre llamado Robert Costanzo. Tenía un pasado delictivo y, después de que por fin lo atraparan, admitió haber sido el autor de otros 200 robos.

Tras eludir sus delitos durante años, se le impuso una dura condena de 22 años de prisión. Y si bien la señora y su marido tuvieron un poco de tranquilidad tras la detención del sospechoso, nunca pudieron recuperar sus preciadas pertenencias y ahorros.

MATTHEW INVITÓ A LA SEÑORA A SU CASA

Matthew sabía con certeza que había encontrado a la legítima dueña de la caja fuerte. La historia de la mujer lo ayudó a resolver el misterio. Le dijo que quería mostrarle algunos de los objetos para ver si reconocía alguno. Caminaron juntos hasta su casa y Matthew le contó más sobre lo que había sucedido.

Matthew le dijo que muchos de los objetos podían ser difíciles de reconocer porque el agua los había dañado. Le explicó que la caja había estado enterrada durante años, y aunque la situación era bastante desafortunada, no podía creer cómo todo se alineaba.

ABRUMADA POR LOS RECUERDOS

En cuanto la señora vio las joyas, se le llenaron los ojos de lágrimas. Sus manos temblaban mientras recogía con delicadeza el viejo collar. En seguida miró a Matthew y abrió los brazos para abrazarlo. Le dijo que llevaba años anhelando las pertenencias que le habían robado a ella y a su marido.

A la mujer le habían dicho que era muy poco probable que recuperaran los objetos. Sin embargo, después de su encuentro con Matthew, se dio cuenta de que durante todo ese tiempo habían estado a pocos metros de ella. También le contó que, desde el robo, nunca pudieron recuperar lo perdido.

LAS ACCIONES HONORABLES DE MATTHEW

Matthew le dijo que estaba muy feliz de que la caja fuerte estuviera por fin en su lugar. Se disculpó por no haberla descubierto antes, pero le explicó que él y su familia siempre pensaron que se trataba de escombros y follaje. La mujer siguió llorando, estaba muy emocionada mientras ordenaba los objetos.

Gracias a una oleada de frío, a Bamboo Bob y a un hacha, la familia Emanuel emprendió el viaje de su vida. Matthew se sintió incluso más emocionado al devolver la caja fuerte que al encontrarla por primera vez. También fue bastante sorprendente que hubiera resuelto un caso con el que la policía había luchado durante años.

SIN SEGUNDAS INTENCIONES

Matthew Emanuel hizo algo increíble. Para algunas personas, intentar devolver el tesoro nunca hubiese sido una opción. Sin embargo, para Matthew, sabía que la decisión correcta iba a ser devolverlo. La mujer le ofreció una recompensa, pero él la rechazó.

No necesitaba un premio para saber que había hecho algo bueno. Para él, saber que los objetos estaban de vuelta con sus dueños legítimos era suficiente. Sólo fue cuestión de tiempo hasta que se conociera esta extraña historia. La gente se sorprendió por las acciones admirables de Matthew.

LA PRENSA ES BIENVENIDA

Al cabo de un par de días, todo el barrio hablaba del increíble misterio que Matthew Emanuel había resuelto. Recibió cientos de llamadas de diferentes canales de noticias y periódicos, en las que pedían una entrevista con el héroe favorito de Staten Island.

Lo cierto es que Matthew no quería una recompensa. Sin embargo, fue un acontecimiento que le cambió tanto la vida que quiso hacer algo para nunca olvidar que hacer lo correcto siempre es lo mejor. Así que encontró una forma inteligente de recordarle de la caja misteriosa.

CONMEMORAR LA HISTORIA

Con la ayuda de Bamboo Bob, el jardín quedó casi perfecto. Sin embargo, aún quedaba el agujero en el patio trasero donde antes estaba la caja misteriosa. Matthew y su mujer pensaron en una forma inteligente de llenar el espacio y recordar esta increíble lección de moral.

Por eso, sustituyeron la vieja y oxidada caja fuerte por un hermoso elefante de cerámica. Ahora, cada vez que la familia Emanuel ve esta pieza en su patio trasero, recuerda que, por mucho dinero que haya en juego, hacer lo correcto es mucho más valioso.

Felicia BrownHISTORIAS / 

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