INCOMPATIBILIDAD ENTRE SAGRADA ESCRITURA Y MASONERÍA
MASONERÍA:
¿GNOSTICISMO DEL SIGLO II HOY?
San Ireneo de Lyon así lo
afirma, el gnosticismo es «la mayor de las blasfemias», porque se atribuye a
Lucifer la obra y la salvación de Dios. Por eso no hay de nada de que
convertirse o arrepentirse, y: «Polvo eres y en
polvo te convertirás» apuntaría a otra cosa… Una lectura gnóstica de
esta expresión la hará controvertida, donde todo el centro del universo
gnóstico es la idolatría de la fornicación ¿Su
Dios? Lo que representa la Pachamama.
Por eso, para inculturizar
–algo que ha hecho siempre la iglesia– hay que conocer lo que se inculturiza, «para poder cortarle el pelo y las uñas», expresión
bíblica interpretada por Orígenes en el sentido de limpiar las filosofías paganas
de error y descubrir lo verdadero que hay en ellas aunque sea en contraste. De
ahí que no podamos negar que la filosofía de la reencarnación apunta a una idea
implícita: que el hombre no se comprende, sin infinidad de dificultades, de
abandonar esta carne jamás, siempre ha de volver, y eso es ya una semilla de
verdad que apunta a la resurrección, en el corazón humano.
La razón de este articulo es
doble: una
que el Papa ha declarado a San Ireneo de Lyon Doctor de la
Iglesia y ha invitando al Cardenal Müller a escribir un libro sobre el gnosticismo.
La segunda es que el otro día, un joven
católico, me volvió a decir con total normalidad que los masones son católicos.
Lo dijo sin conocer lo contrario, las condenas papales y la incompatibilidad
con las Sagradas Escrituras. Por ello pongo aquí cómo su incompatibilidad está
en la base de las Sagradas Escrituras.
El gnosticismo estaba ya
presente 430 años antes de Cristo, aunque fuese con otros nombres (Hermetismo,
Marcionismo, etc).
Era obvio que Jesús mismo y
San Pablo, incluso San Pedro, hicieran alusión implícita a abandonar a los
demonios y convertirse a Jesucristo, renunciando al hermetismo y a todo el
paganismo. Lo hicieron adoptando un lenguaje profético donde comprendieran algo
que perdura hasta hoy: que todas las escuelas
masónicas han sido adoptadas por Lucifer. Usando el lenguaje bíblico
para sus propias definiciones y hermetismos. Dicho de otro modo, ellos usan un
lenguaje bíblico para sus fornicaciones y desvaríos, donde la piedra cúbica
(angular) son ellos, más aun, es Lucifer. En cambio esa piedra es Jesucristo,
Dios y hombre verdadero. Por tanto, veamos la realidad del significado que les
han ocultado. Y es que Dios habló de ellos y de todas las generaciones futuras,
simplemente, porque habló del único hombre, del único Dios y del Demonio más
astuto. Y habló de lo que habían rechazado: lo que
ningún hombre puede alcanzar, y sólo Dios entregar: la salvación.
Masón es albañil o arquitecto,
pero han rechazado la Piedra angular del edificio humano: Jesús de Nazaret, el
verdadero Arquitecto y piedra angular como signum
Crucis del universo entero. Me alegro que parte del objetivo del
libro esté cumplido y es que estén promocionando su
lectura los mismos masones. Posiblemente sin saber su
contenido. Veamos qué dice Pedro, la Roca de la Iglesia, sobre la masonería, al
igual que los santos:
INCOMPATIBILIDAD DE
LA MASONERÍA CON LA SAGRADA ESCRITURA
«Las citas
bíblicas donde Jesús habla de la masonería… El Señor no habló solo para los
«periódicos» de la época, su palabra es hoy muy clara y sencilla, fácil de
entender, obvia y meridiana. Lo peor no es rechazar el mensaje de Dios, sino
creer que no se le puede entender, que él no se ha dado a conocer, que te
tienes que conocer a ti mismo. Conocer a Dios es conocer mi total dependencia hacia él. La Masonería es
incompatible con la Sagrada Escritura. Los masones han rechazado la piedra
angular de una forma explícita y categórica, la única capaz de desarrollar a la
humanidad, y hacer al hombre perfecto como Dios es perfecto.
«La piedra que
desecharon los arquitectos es ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha
hecho, ha sido un milagro patente». [1]
«Y
Jesús les dice: «¿No habéis leído nunca en la Escritura: «La piedra que desecharon los arquitectos es
ahora la piedra angular. Es el Señor quien lo ha hecho, ha sido un
milagro patente»? Por eso os digo que se os quitará a vosotros el reino de Dios
y se dará a un pueblo que produzca sus frutos. Y el que cayere sobre esta piedra se destrozará, y a aquel sobre quien
cayere, lo aplastará». Los sumos
sacerdotes y los fariseos, al oír sus parábolas, comprendieron que hablaba de ellos. Y, aunque intentaban echarle
mano, temieron a la gente, que lo tenía por profeta.» [2]
¿Es que no han
leído la escritura ni el evangelio? Y Jesús dice leer en este caso y no interpretar, leer, ¿cómo van a albergar el conocimiento si no han leído? Lo
que quieren alcanzar los masones lo han pisoteado nada más empezar. Es evidente
que Jesús habla de ellos y esto ya lo entendieron con esta cita.
«Quede bien claro a todos vosotros y a todo
Israel que ha sido el Nombre de Jesucristo el Nazareno, a quien vosotros
crucificasteis y a quien Dios resucitó de entre los muertos; por este Nombre,
se presenta este sano ante vosotros. Él
es la piedra que desechasteis vosotros, los arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular; no hay
salvación en ningún otro, pues bajo el cielo no se ha dado a los hombres otro nombre por el que debamos salvarnos».
Viendo la seguridad de Pedro y Juan, y notando que eran hombres sin letras ni
instrucción, estaban sorprendidos.Reconocían que habían sido compañeros de
Jesús, pero, viendo de pie junto a ellos al hombre que había sido curado, no
encontraban respuesta. Les mandaron salir fuera del Sanedrín y se pusieron a
deliberar entre ellos, diciendo: «¿Qué haremos con estos hombres? Es evidente
que todo Jerusalén conoce el milagro realizado por ellos, no podemos negarlo;
pero, para evitar que se siga divulgando, les prohibiremos con amenazas que no
vuelvan a hablar a nadie de ese nombre». Y habiéndolos llamado, les prohibieron severamente predicar y
enseñar en el nombre de Jesús. Pero Pedro y Juan les replicaron
diciendo: «¿Es justo ante Dios que os obedezcamos a vosotros más que a él?
Juzgadlo vosotros. Por nuestra parte no podemos menos de contar lo que hemos
visto y oído». Pero ellos, repitiendo
la prohibición, los soltaron, sin encontrar la manera de castigarlos a
causa del pueblo, porque todos daban gloria a Dios por lo sucedido». [3]
No hay salvación en ningún
otro, Él es la Sabiduría, y el amor a esta (filosofía) es lo que tienen los
cristianos (los auténticos filósofos), pero queda bien claro que ellos han rechazado
esta piedra angular.
«Al oírlo,
los discípulos dijeron espantados: «Entonces, ¿quién puede salvarse?». Jesús se
les quedó mirando y les dijo: «Es imposible para los hombres, pero Dios lo
puede todo».» [4]
Solo Dios salva [5],
solo es posible para Jesucristo ofrecerse en rescate por nosotros, pero los
masones lo rechazan diciendo que se salvan a sí mismos por el conocimiento,
haciendo inválida la Única Salvación posible que Dios ofrece, incluso
atreviéndose a ir contra Él.
«Conforme
a la gracia que Dios me ha dado, yo,
como hábil arquitecto, puse el cimiento, mientras que otro levanta el edificio.
Mire cada cual cómo construye. Pues nadie
puede poner otro cimiento fuera del ya puesto, que es Jesucristo.» [6]
Como hábiles arquitectos,
estos son los cristianos ¿Los masones? unos necios, con el atrevimiento de los
inconscientes. Necio no es un insulto, sino como dice La RAE en su primera definición “el que no sabe lo que podía o debía saber” o
lo que es lo mismo; el que teniendo el deber y obligación de saber algo, no lo
sabe. Como un gobierno que no tiene ni idea de política, porque debiendo ser “sabios” son unos necios. En cambio, no son necios
en sentido arameo de rhaka (ῥακά: Mt 5,22 NA28) pues ellos tienen valor, cada
masón, por ser persona, tiene valor, la sangre de Xto. Por ello no es una
condena, sino un aviso a la conversión, pues es Dios quien ha dado al hombre un
valor divino, infinito. Revelado en la Eucaristía.
«Por
la fe sabemos que el universo fue configurado por la palabra de Dios, de manera
que lo visible procede de lo invisible. Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que Caín; por ella, Dios
mismo, al recibir sus dones, lo acreditó como justo; por ella sigue hablando
después de muerto.« [7]
¿Se quedan con
la oblación de Caín? ¿Y no con la de Abel? Jesucristo ha venido a unir los corazones en Dios. Ha venido a dar su
vida por Caín, por estos masones [8]
cainitas. Él, cordero degollado (oblación de Abel), primicia de Dios, se da a
sí mismo, y nos deja a nosotros ofrecer las primicias de la tierra, el pan y el
vino (oblación de Caín) para que sea agradable a Dios a través de Jesucristo (y
con el corazón en paz con el hermano). Una oblación solo agradable si no
tenemos nada malvado en contra del hermano. Una oblación que une a los hermanos
en un solo cuerpo: La Iglesia, el Cuerpo de Cristo.
«Por
la fe obedeció Abrahán a la llamada
y salió hacia la tierra que iba a recibir en heredad. Salió sin saber adónde
iba. Por fe vivió como extranjero en la tierra prometida, habitando en tiendas,
y lo mismo Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa, mientras esperaba la ciudad de sólidos cimientos cuyo arquitecto y
constructor iba a ser Dios.» [9]
La ciudad de Dios de la que
habla San Agustín es el cristianismo, el cuerpo místico de Jesucristo. El
cimiento es Él, La Piedra Angular, no tallada por mano humana. Dice la
escritura Salió, para encontrar los verdaderos cimientos ¿De dónde salió? De las religiones paganas que
adoraban a Moloc, Baal, etc. Lo que los masones llaman Baphomet.
«Pero
Abrahán pensó que Dios tiene poder
hasta para resucitar de entre los muertos, de donde en cierto sentido
recobró a Isaac.» [10]
Este es el carnero [11]
enganchado por los cuernos en la zarza, el cordero que iba a proveer Dios, que
tiene poder para resucitar de entre los muertos. La coronación de Espinas de
Cristo cumple esta situación profética. Es el carnero con poder, pero atado
como quien no puede escapar de su empeño en rescatar la humanidad. No tenía
necesidad más que de nuestra salvación.
«Por fe, Moisés, ya crecido, renunció al
título de hijo de una hija del faraón, y prefirió ser maltratado con el pueblo
de Dios al disfrute efímero del pecado, estimando que la afrenta de Cristo
valía más que los tesoros de Egipto, y atendiendo a la recompensa. Por
fe abandonó Egipto sin temer la cólera del rey, y se apoyó en el invisible como
si lo viera. Por fe celebró la Pascua, e hizo la aspersión de la sangre para
que el exterminador no tocase a sus primogénitos. Por fe atravesaron el mar
Rojo como por tierra firme, mientras que los egipcios, al intentarlo, se
ahogaron. Por fe, la muralla de Jericó, después de ser rodeada durante siete
días, se derrumbó. Por fe, la prostituta Rajab acogió amistosamente a los
espías y no pereció con los rebeldes ¿Para qué seguir? No me da tiempo de
referir la historia de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los
profetas; estos, por fe, conquistaron reinos, administraron justicia, vieron
promesas cumplidas, cerraron fauces de leones, apagaron hogueras voraces,
esquivaron el filo de la espada, se curaron de enfermedades, fueron valientes
en la guerra, rechazaron ejércitos extranjeros; hubo mujeres que recobraron
resucitados a sus muertos. Pero otros fueron torturados hasta la muerte,
rechazando el rescate, para obtener una resurrección mejor. Otros pasaron por
la prueba de las burlas y los azotes, de las cadenas y la cárcel; los apedrearon,
los aserraron, murieron a espada, rodaron por el mundo vestidos con pieles de
oveja y de cabra, faltos de todo, oprimidos, maltratados –el mundo no era digno
de ellos–, vagabundos por desiertos y montañas, por grutas y cavernas de la
tierra. Y todos estos, aun acreditados por
su fe, no consiguieron lo
prometido, porque Dios tenía preparado algo mejor a favor nuestro, para
que ellos no llegaran sin nosotros a la
perfección». [12]
Más vale la afrenta recibida
por ser de Jesucristo que pertenecer a la familia del faraón, la perfección no
está en ser hombres perfectos «labrados así
mismos», no se puede llegar a la perfección sin Jesucristo.
«Acercándoos a él, piedra viva rechazada
por los hombres, pero elegida y preciosa para Dios, también vosotros, como piedras vivas, entráis en la
construcción de una casa espiritual para un sacerdocio santo, a fin
de ofrecer sacrificios espirituales agradables a Dios por medio de Jesucristo. Por eso
se dice en la Escritura: Mira, pongo en Sión una piedra angular, elegida y preciosa; quien cree en ella no queda
defraudado. Para vosotros, pues, los creyentes, ella es el honor, pero para los incrédulos la piedra que desecharon los arquitectos
es ahora la piedra angular, y también piedra de choque y roca de
estrellarse; y ellos chocan al despreciar la palabra. A eso precisamente
estaban expuestos. Vosotros, en cambio, sois un linaje elegido, un sacerdocio
real, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las
proezas del que os llamó de las
tinieblas a su luz maravillosa. Los que antes erais no-pueblo, ahora
sois pueblo de Dios, los que antes erais no compadecidos, ahora sois objeto de
compasión.» [13]
Los masones, incrédulos
arquitectos, han rechazado una piedra cuyo valor desconocen. Jesús dice que su
construcción los aplastará cayendo sobre ellos, porque no han edificado sobre
roca sino sobre arena, rechazando la piedra que debería sostener todo el
edificio.
«Yo estaba junto a él, como arquitecto,
y día tras día lo alegraba, todo el tiempo jugaba en su presencia: jugaba con
la bola de la tierra, y mis delicias están con los hijos de los hombres. Por
tanto, hijos míos, escuchadme: dichosos
los que siguen mis caminos; escuchad la instrucción, no rechacéis la sabiduría. Dichoso el hombre que me
escucha, velando día a día en mi portal, guardando las jambas de mi puerta.
Quien me encuentra, encuentra la vida y alcanza el favor del Señor. Quien me
pierde se arruina a sí mismo; los que
me odian aman la muerte.» [14]
Jesucristo (el crucificado) no
solo es La Piedra Angular, él es El arquitecto del universo y todo lo creado.
El que lo ama, encuentra la Sabiduría y La Vida; el que lo odia, ama la muerte.
El que ve en la cruz de Cristo un fracaso, renunciara a un camino crucificado.
Otra cosa es la apariencia de fracaso para sus discípulos, de un hombre de
dolores cuyas heridas nos han curado ¿Un fracaso? Todo
lo contrario, pues era necesario que el mesías padeciera.
«No
se turbe vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si
no, os lo habría dicho, porque me voy a prepararos un lugar. Cuando vaya y os
prepare un lugar, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo estéis
también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino». Tomás le dice: «Señor,
no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Jesús le responde: «Yo soy el camino y la verdad y la vida. Nadie
va al Padre sino por mí.» [15]
Él se ha quedado y nos dice
que permanecerá con nosotros hasta el fin del mundo.
¿El lugar? En la Liturgia Dominical aún hay mucho espacio y lleva mucho
tiempo la morada preparada. A través de la Eucaristía vienen el Padre y el Hijo
a habitar en nuestros corazones. La moral, la conciencia y las buenas obras son
necesarias. Por eso está escrito:
«Si el Señor
no construye la casa, en vano se cansan los albañiles» [16]
Se construye por el Bautismo,
pero se reconstruye por la confesión [17]
y la penitencia.
«Jesús
les habló de nuevo diciendo: «Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no camina en tinieblas, sino que tendrá la luz de
la vida» [18]
Los masones caminan con los
ojos vendados y están en las tinieblas (ritual de iniciación) Les han hecho
rechazar La Verdad por los cinco elementos de la estrella de Moloc: tierra, agua,
fuego, aire y el espíritu de Lucifer. El panteísmo oscuro de los
filósofos presocráticos, que creían en el alma de los imanes o espíritus, por
los cuales se juntaban.
«Dijo
Jesús a los judíos que habían creído en él: «Si permanecéis en mi palabra,
seréis de verdad discípulos míos; conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres». [19]
La libertad viene del
seguimiento de Jesucristo. Él es La Verdad que no conoce ocaso, donde no hay
tiniebla alguna.
«Ya
sé que sois linaje de Abrahán; sin embargo, tratáis de matarme, porque mi
palabra no cala en vosotros. Yo hablo de lo que he visto junto a mi Padre, pero vosotros hacéis lo que le habéis oído a vuestro
padre»«. [20]
¿De qué sirven
sus genealogías sin Jesucristo? Dicen ser linaje de Abraham pero parece ser que tienen otro padre, esa
es la continua tentación.
«Vosotros
sois de vuestro padre el diablo
y queréis cumplir los deseos de vuestro padre. Él era homicida desde el
principio y no se mantuvo en la verdad porque no hay verdad en él. Cuando dice
la mentira, habla de lo suyo porque es mentiroso y padre de la mentira.» [21]
Eligen al diablo como su padre
y de esto presumen… y peor aún, quieren que sea el nuestro también, nos lo
quieren imponer. Se trata de una dictadura.
«Y
algunos, poniéndose de pie, daban falso testimonio contra él diciendo:
«Nosotros le hemos oído decir: «Yo destruiré este templo, edificado por manos
humanas, y en tres días construiré otro
no edificado por manos humanas». Pero ni siquiera en esto concordaban
los testimonios. El sumo sacerdote, levantándose y poniéndose en el centro,
preguntó a Jesús: «¿No tienes nada que responder? ¿Qué son estos cargos que
presentan contra ti?». Pero él callaba, sin dar respuesta. De nuevo le preguntó
el sumo sacerdote: «¿Eres tú el Mesías,
el Hijo del Bendito?». Jesús contestó: «Yo soy. Y veréis al Hijo del hombre
sentado a la derecha del Poder y que viene entre las nubes del cielo».» [22]
Jesús es Dios, el Hijo del
Bendito, al igual que los católicos [23],
hijos en el Hijo. Nosotros no estamos construidos por manos humanas. Ni nos
dejamos engañar por «piedras» orgullosas, codiciosas e impuras que son labradas
por Lucifer, a imagen del que está condenado eternamente. Por eso el que se
crea cristiano y pertenezca a la masonería, por favor, que se convierta, no
disimulando. De nada vale la mentira para aquel que lo ve todo y lo oye todo [24]
¿Es que no han oído la verdad? ¿En el afán por
rechazar a Jesucristo no han prestado oído a sus palabras? Queda si
cabe, otra oportunidad:
«Y
uno de ellos hirió al siervo del Sumo Sacerdote y le llevó la oreja derecha.
Pero Jesús dijo: «¡Dejad! ¡Basta ya!» Y
tocando la oreja le curó. Dijo Jesús a los sumos sacerdotes, a los jefes
de la guardia del Templo y a los ancianos que habían venido contra él: «¿Cómo
contra un salteador habéis salido con espadas y palos? Estaba yo todos los días
en el Templo con vosotros y no me pusisteis las manos encima; pero esta es
vuestra hora y el poder de las tinieblas.» [25]
Jesús cura el oído porque no
es este el tiempo del juicio, sino de sanar por su palabra y desea que se le
oiga. Un oído sin el cual no se le podrá oír cuando llame cuando estemos en lo
profundo de las tinieblas de la muerte o en el mismísimo sepulcro, como en esa
película de santa Claus: «The Polar Experess»,
en la que el niño no podía oír los cascabeles porque no tenía fe.
«Después
de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio
de Dios; decía: «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios.
Convertíos y creed en el Evangelio». [26]
La hora del poder de las
tinieblas, la hora del tiempo del no tiempo. Esa hora permanece hasta La
Parusía.
«Moisés
se dijo: «Voy a acercarme a mirar este espectáculo admirable, a ver por qué no
se quema la zarza». Viendo el Señor que Moisés se acercaba a mirar, lo llamó
desde la zarza: «Moisés, Moisés». Respondió él: «Aquí estoy». Dijo Dios: «No te
acerques; quítate las sandalias de los pies, pues el sitio que pisas es terreno
sagrado». Y añadió: «Yo soy el Dios de tus padres, el Dios de Abrahán…» [27]
Dice Yahvé, que existe antes
que Abraham y que este vive en Dios, pues le acredito su justicia.
«Y
a propósito de la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os dice
Dios: «Yo soy el Dios de Abrahán
y el Dios de Isaac y el Dios de Jacob»? No es Dios de muertos, sino de vivos».
Al oírlo la gente se admiraba de su enseñanza.» [28]
Una enseñanza que el mismo
había creado, la sabiduría escondida que los cabalistas pretendían encontrar
para hallar vida eterna. Creyendo que era una ambrosía y no una persona. Con
razón el maná del desierto era comida de Ángeles. Un pan sin cuerpo, pero que
tomaría cuerpo y sangre en Jesucristo, pan de vida, en la Nueva y definitiva
Alianza. No es una metáfora, es un pan con cuerpo que alimenta el alma y la
fortalece espiritualmente. En cuaresma [29]
el católico refuerza esta presencia, renunciando a la carne que alimenta el
cuerpo con sus pasiones y tomando la carne de la Pasión de dolores que educa el
alma.
«Jesús contestó: «Si yo me glorificara
a mí mismo, mi gloria no valdría nada. El que me glorifica es mi Padre, de
quien vosotros decís: «Es nuestro Dios», aunque no lo conocéis. Yo sí lo
conozco, y si dijera «No lo conozco» sería, como vosotros, un embustero; pero
yo lo conozco y guardo su palabra. Abrahán,
vuestro padre, saltaba de gozo pensando ver mi día; lo vio, y se llenó de
alegría». Los judíos le dijeron: «No tienes todavía cincuenta años, ¿y
has visto a Abrahán?». Jesús les dijo:
«En verdad, en verdad os digo: Antes de que Abrahán existiera, yo soy».
Entonces cogieron piedras para tirárselas, pero Jesús se escondió y salió del
templo.» [30]
Jesucristo es y existe antes
de todo. Él es el Dios de Abraham, que deseo ver su día y lo vio en visión
profética.
«Os
dirán, sin duda: «Consultad los espíritus y adivinos, que susurran y murmuran;
no debe un pueblo consultar a sus dioses, a los muertos en beneficio de los
vivos». Atended a la instrucción y al testimonio. Si no hablan a tenor de estas
palabras, ya no lucirá para ellos la luz de la aurora. La luz disipa las
tinieblas Vagará oprimido y hambriento, exasperado por el hambre maldecirá a su
rey y a su Dios. Se dirija a lo alto o mire hacia la tierra, solo encontrará
angustia y oscuridad, la opresión de las tinieblas, la oscuridad a la cual es
empujado. ¡No habrá ya oscuridad para la tierra que está angustiada! En otro
tiempo humilló el Señor la tierra de Zabulón y la tierra de Neftalí, pero luego
ha llenado de gloria el camino del mar, el otro lado del Jordán, Galilea de los
gentiles. El pueblo que caminaba en tinieblas
vio una luz grande; habitaba en tierra y sombras de muerte, y una luz les
brilló. Acreciste la alegría, aumentaste el gozo; se gozan en tu
presencia, como gozan al segar, como se alegran al repartirse el botín. Porque
la vara del opresor, el yugo de su carga, el bastón de su hombro, los
quebrantaste como el día de Madián. Porque la bota que pisa con estrépito y la
túnica empapada de sangre serán combustible, pasto del fuego. Porque un niño
nos ha nacido, un hijo se nos ha dado: lleva a hombros el principado, y es su
nombre: «Maravilla de Consejero, Dios fuerte, Padre de eternidad, Príncipe de
la paz». Para dilatar el principado, con una paz sin límites, sobre el trono de
David y sobre su reino. Para sostenerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho,
desde ahora y por siempre. El celo del Señor del universo lo realizará.» [31]
«De
nuevo el diablo lo llevó a un monte altísimo y le mostró los reinos del mundo y
su gloria, y le dijo: «Todo esto te daré, si te postras y me adoras». Entonces
le dijo Jesús: «Vete, Satanás, porque está escrito: «Al Señor, tu Dios,
adorarás y a él solo darás culto». Entonces lo dejó el diablo, y he aquí que se
acercaron los ángeles y lo servían. Vuelta a Galilea Al enterarse Jesús de que habían arrestado a Juan
se retiró a Galilea. Dejando Nazaret se
estableció en Cafarnaún, junto al mar, en el territorio de Zabulón y Neftalí,
para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías: «Tierra de Zabulón
y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los
gentiles. El pueblo que habitaba en tinieblas vio una luz grande; a los que
habitaban en tierra y sombras de muerte, una luz les brilló». Desde entonces
comenzó Jesús a predicar diciendo: «Convertíos, porque está cerca el reino de
los cielos».» [32]
En Cristo se ha cumplido la
profecía de Isaías:
«Aquel
día haré de Jerusalén una piedra
pesadísima para todos los pueblos; quienes la levanten se destrozarán. Y se juntarán contra ella todas las naciones de
la tierra.» [33]
«la nueva Jerusalén, la que desciende
del cielo de junto a mi Dios, y mi nombre nuevo.» [34]
«Y
vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén
que descendía del cielo, de parte de Dios, preparada como una esposa que se ha adornado para su
esposo. Y oí una gran voz desde
el trono que decía: «He aquí la
morada de Dios entre los hombres, y morará entre ellos, y ellos serán su
pueblo, y el «Dios con ellos» será su
Dios». Y enjugará toda lágrima de sus ojos, y ya no habrá muerte, ni
duelo, ni llanto ni dolor, porque lo primero ha desaparecido. Y dijo el que
está sentado en el trono: «Mira, hago nuevas todas las cosas». Y dijo:
«Escribe: estas palabras son fieles y verdaderas». Y me dijo: «Hecho está. Yo
soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tenga sed yo le daré de
la fuente del agua de la vida gratuitamente. El vencedor heredará esto: yo seré Dios para él, y él será para mí hijo.
Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, impuros, hechiceros, idólatras
y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre,
que es la muerte segunda».» [35]
«Apenas
se bautizó Jesús, salió del agua; se
abrieron los cielos y vio que el
Espíritu de Dios bajaba como una paloma y se posaba sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: «Este es mi Hijo amado, en quien me
complazco».» [36]
Dios dice, «será su Dios» a la vez que dice «seré Dios para el». La Jerusalén Celeste
es el Espíritu Santo, Jerárquico y Apostólico. Se han conjurado todas las
naciones contra el nuevo Israel, Jesucristo. Y por si quedaban dudas:
«Y
vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas de las siete
últimas plagas, y me habló diciendo: «Mira,
te mostraré la novia, la esposa del Cordero». Y me llevó en Espíritu a
un monte grande y elevado, y me mostró
la ciudad santa de Jerusalén que descendía del cielo, de parte de Dios,
y tenía la gloria de Dios; su resplandor era semejante a una piedra muy preciosa, como piedra de jaspe
cristalino. Tenía una muralla grande y elevada, tenía doce puertas y sobre las
puertas doce ángeles y nombres grabados que son las doce tribus de Israel… La
ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero..» [37]
Es la hora en que los países
se han conjurado contra el Señor y su Mesías, como le anunció el Profeta Simeón
a María:
«Simeón los
bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en
Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción –y a ti
misma una espada te traspasará el alma–, para que se pongan de manifiesto los
pensamientos de muchos corazones».» [38]
Lo verdaderamente importante
es el ser humano, es lo único que está llamado a habitar junto a Dios. ¿O es qué Dios ama más a un animal o a la tierra que al
ser humano? Sin duda hay quien habla de su casa importándole más los
muebles que quienes los usan.
«Sabiendo,
ante todo, que en los últimos días vendrán burlones con todo tipo de burlas,
que actuarán conforme a sus propias pretensiones y dirán: «¿En qué queda la
promesa de su venida? Pues desde que los padres murieron todo sigue igual, como
desde el principio de la creación». Porque intencionadamente se les escapa que desde
antiguo existieron unos cielos y también una tierra surgida del agua y
establecida en medio del agua gracias a la palabra de Dios; por eso el mundo de
entonces pereció anegado por el agua. Pero ahora los cielos y la tierra
custodiados por esa misma palabra están reservados para el fuego en el día del
juicio y de la perdición de los hombres impíos. Mas no olvidéis una cosa,
queridos míos, que para el Señor un día es como mil años y mil años como un
día. El Señor no retrasa su promesa, como piensan algunos, sino que tiene
paciencia con vosotros, porque no
quiere que nadie se pierda sino que todos accedan a la conversión. Pero
el Día del Señor llegará como un ladrón. Entonces los cielos desaparecerán
estrepitosamente, los elementos se disolverán abrasados y la tierra con cuantas
obras hay en ella quedará al descubierto. Puesto que todas estas cosas van a
disolverse de este modo, ¡qué santa y piadosa debe ser vuestra conducta,
mientras esperáis y apresuráis la llegada del Día de Dios! Ese día los cielos
se disolverán incendiados y los elementos se derretirán abrasados. Pero
nosotros, según su promesa, esperamos unos cielos nuevos y una tierra nueva en
los que habite la justicia. Por eso, queridos míos, mientras esperáis estos
acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, intachables e
irreprochables, y considerad que la paciencia de nuestro Señor es nuestra
salvación, según os escribió también nuestro querido hermano Pablo conforme a
la sabiduría que le fue concedida; tal como dice en todas las cartas en las que
trata estas cosas. En ellas hay
ciertamente algunas cuestiones difíciles de entender, que los ignorantes e
inestables tergiversan como hacen con las demás Escrituras para su propia
perdición.» [39]
Pablo reconoce que la sangre
propia esta ya condenada, en cabio la de Jesús nos lava los pecados, si
aceptamos su palabra:
«Todos
los sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y
griegos. Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo se dedicó
enteramente a predicar, dando testimonio ante los judíos de que Jesús es el
Mesías. Como ellos se oponían y
respondían con blasfemias, Pablo sacudió
sus vestidos y les dijo: «Vuestra
sangre recaiga sobre vuestra cabeza. Yo soy inocente y desde ahora me
voy con los gentiles». Se marchó de allí y se fue a casa de un cierto Ticio
Justo, que adoraba a Dios y cuya casa estaba al lado de la sinagoga. Crispo, el
jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; también otros
muchos corintios, al escuchar a Pablo, creían y se bautizaban. Una noche dijo
el Señor a Pablo en una visión: «No temas, sigue hablando y no te calles, pues
yo estoy contigo».» [40] (…)
[1] Salmo 119,22-23
[2] Mateo 21,42-46
[3] Hechos de los Apóstoles 4,10-21
[4] Mt 19,25-26
[5] El nombre hebreo de Yeshúa significa: Dios Salva.
Josué es una derivación del nombre Jesús, que cruzando el Jordán introdujo al
pueblo de Israel, tras 40 años caminando por el desierto, a la tierra
prometida. Esta es una enseñanza profética de la Salvación y lo que esconde el
signo por el cual Jesús (Josué) estaba bautizando al otro lado del Jordán,
purificando al pueblo para entrar en la tierra prometida. Los bautizados,
sanados del pecado original, iban a dejar de ser aljibes agrietados,
recuperando la gracia creada para retener la Gracia Increada: el Espíritu
Santo.
[6] 1 Corintios 3,10-11
[7] Hebreos 11,3-4
[8] Una vez más Lucifer quiere que seas Cainita para
matar a Abel y crear división sangrienta. Pero en la sangre de Jesucristo hay
reconciliación. El milagro de la “sangre de Abel” es en Jesucristo Sangre
Divina, en el cuerpo glorioso de Jesucristo. Si se le ha negado, pisoteado,
profanado, ninguneado… Él Vive. Por eso, aun siendo humillado, ofrece la mano,
pide que se recapacite, exhorta como un Padre a un hijo que se ha perdido en
los dolores y oscuridades de este mundo. No regala tulipanes…, ofrece su poder
para salir de donde uno se encuentre, sea cual sea el grado al que se pertenezca,
sin mirar atrás y sin miedo. La muerte de Cristo es la más valiente, no codició
la inmortalidad, sino que buscó la vida de los “muertos”.
[9] Hebreos 11,8-10
[10] Gn 22,13
[11] “Isaac dijo
a Abrahán, su padre: «Padre». Él respondió: «Aquí estoy, hijo mío». El muchacho
dijo: «Tenemos fuego y leña, pero ¿dónde está el cordero para el holocausto?».
Abrahán contestó: «Dios proveerá el cordero para el holocausto, hijo mío». Y
siguieron caminando juntos... Abrahán levantó los ojos y vio un carnero enredado
por los cuernos en la maleza. Se acercó, tomó el carnero y lo ofreció en
holocausto en lugar de su hijo”. Gn 22,7-13
[12] Hebreos 11,3-4;
8-10; 24-40
[13] 1 Pedro 2,4-10
[14] Proverbios
8,30-36
[15] Juan 14,1-6
[16] Salmo 128.
Mason significa albañil. Se habrían atribuido el trabajo de los canteros para
introducir sus filosofías gnósticas y así siguen hasta hoy con su comunismo
izquierdista, poniendo yugos a los obreros, que ellos mismos son incapaces de
ayudar ni con un dedo.
[17] Quien crea que Jesucristo
solo sacó el látigo en el tempo de Jerusalén, se engaña, porque el templo es el
cuerpo humano, y si estando la casa barrida han entrado siete demonios peores,
la confesión es un látigo horrible que los expulsa, mas para el penitente, es
el aliento que aviva la llama del bautismo. El pábilo vacilante Cristo no lo
apaga. (Mt 12,20)
[18] Juan 8,12
[19] Jn 8,31-32
[20] Jn 8,37-38
[21] Jn 8, 44
[22] Marcos 14,
57-62
[23] Cuando digo
católicos, incluyo los bautizados en comunión, aunque no sea plena, y
evangélicos con bautismo válido canónicamente hablando.
[24] “El que
implantó la oreja, ¿no va a oír? El que formó los ojos, ¿no ha de ver? “ Salm
94,9
[25] Lucas 22,50-53
[26] Marcos 1,14-15
ya no queda tiempo, estamos en un lapso de decisión eterna. El Reino ha
llegado, dirá en otros pasajes, pues Él expulsa los demonios por la mano de
Dios. “El reino” de Lucifer actúa, pero el Reino de Dios ya está aquí y los
expulsa si a la Iglesia le viene a bien hacer la voluntad del que la ha enviado,
si bien Jesús y su Santa Madre actúan si se les invoca de todo corazón.
[27] Éxodo 3,3-6
[28] Mateo 22,31-33
[29] Se quejó Israel
y llamó miserable al pan que Yavé les daba (Nm 21,5), e inmediatamente salieron
serpientes venenosas que los mordían. Al alzar la voz contra su futura
salvación quedaron desprotegidos. Y es que ya les había advertido antes de
salir de Egipto de cuál sería su Paso Salvador a la liberación eterna evadiendo
al exterminador: “comer esta carne y no la quebréis ni un hueso” (Éxodo
12,46; Juan 19,36). Así que los católicos en cuaresma sí que comemos carne, la
Eucaristía. Mientras hacemos penitencia como antídoto para salvación del mundo.
El antídoto a la mordedura de la serpiente es Jesucristo, que colgado en el
estandarte perdona nuestras quejas y murmuraciones. Esa es la pascua prohibida;
en su Encarnación, Belenes, Eucaristías, Procesiones del Corpus. ¿Por qué tanta
aversión masónica a ello? Creo que dijo S.J.Pablo II: “Si Dios es Amor habrá
que preguntarse por qué está crucificado.”
[30] Jn 8,54-59
[31] Isaías 9
[32] Mt 4,8-17
[33] Zacarías 12,3
[34] Apocalipsis
3,12
[35] Apocalipsis
21,2-8. Aquí está la promesa a Moisés “yo seré Dios para él, y él será para
mí hijo” (Éxodo 19,3-9).
Éxodo es salida, y también éxito, el éxito de la salida de este mundo al
encuentro con Cristo en La Nube. Apocalipsis junta aquí como siempre, Antiguo y
Nuevo Testamento (ver Pág. 241)
[36] Mateo 3,16-17
[37] Apocalipsis
21,9-14
[38] Lucas 2,34-35
[39] 2 Pedro 3,3-16
[40] Hechos de los
Apóstoles 18,4-10
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