«¡No seas tan sentimental!» Seguro lo has escuchado muchas veces. Quienes hemos leído y disfrutado del clásico de «El Principito» tenemos muy presente que una de las frases más representativas del relato es la que el zorro le dice al principito; «Sólo se ve bien con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos».
Pero ¿cómo
podemos interpretar la frase anterior en una cultura y ambiente que menosprecia
«las cosas del corazón»? Más aún, ¿cómo
podemos amar a nuestra pareja «con todo nuestro corazón» si no tomamos
enserio lo referente al corazón?
LA JUSTA MEDIDA ENTRE CABEZA Y CORAZÓN
Comúnmente pensamos que debemos «pensar en frío» y restarle importancia a nuestros sentimientos. Incluso se percibe cierta debilidad en la
persona que es sentimental y hasta se le llega a considerar «poco objetiva».
Nuestra sociedad está
acostumbrada a no tomar enserio al corazón, como bien lo menciona el filósofo
alemán Dietrich Von Hildebrand en su libro «El
corazón»: «Se clasifica a los sentimientos y al corazón como sentimentales y se
les excluye por tanto de la parte más seria e importante del alma del hombre»
LA IMPORTANCIA DE LOS SENTIMIENTOS
Sin embargo, la realidad es
que la persona que es verdaderamente afectiva y que sabe «ver con el corazón» es nada más y nada menos que
una persona que es capaz de darle a su pareja el justo valor como persona digna
de ser amada y a quien ha escogido para amar durante toda la vida por sobre
todo y todos los demás.
Quien ama con el corazón,
quien sabe situarse ante su pareja con todo su corazón es quien verdaderamente
goza de los frutos del amor total, no se limita o entrega su corazón a medias.
¿Qué
podemos hacer para amar a mi pareja con el corazón? Reconoce su valor como
persona, admira y resalta sus virtudes y minimiza sus defectos, esfuérzate cada
día en hacerle feliz, procura momentos a solas, aunque las ocupaciones de la
vida diaria traten de ahogar todo tu tiempo, recuerden aquello que les atrajo
uno del otro y agradezcan mutuamente cada día aún el más mínimo detalle.
VIENDO CON LOS OJOS DEL CORAZÓN
Si realmente queremos «ver» a nuestra pareja en la totalidad de su
persona y no quedarnos únicamente con sus defectos o errores, lo cual
evidentemente sería una tragedia dentro de una relación.
La única actitud adecuada será
la que nos permita verla con el corazón pues (cito nuevamente a Hildebrand) «Es en la esfera afectiva, en el corazón, dónde se
almacenan los tesoros de la vida más individual de la persona; es en el corazón
dónde encontramos el secreto de una persona y es aquí donde se pronuncia su
palabra más íntima».
Artículo escrito por LCF Anahí Ruvalcaba
Ortiz
No hay comentarios:
Publicar un comentario