Casi una cuarta parte de los católicos iberoamericanos son carismáticos, una fuerza que está frenando la caída de fieles. En la foto, una congregación católica de Cançao Nova en Brasil, en 2017.
La Iglesia católica ya no es mayoritaria desde
hace años en Uruguay y en toda América Central salvo Costa Rica. Según el
Latinobarómetro, eso mismo ocurrirá a lo largo de este año 2022 en Brasil, el
país con mayor número de católicos del mundo.
Este declive
inexorable, del que son beneficiaros principalmente los grupos
pentecostales, adquiere una dimensión histórica que ha llamado la atención del Wall Street Journal,
que publicaba este martes un amplio reportaje al respecto.
SACIAR
LA SED DE DIOS
Señala diversas causas, pero una
sobre todo: "El auge de la teología de la
liberación en los años 60 y 70. En esa época la Iglesia
católica en Latinoamérica insistió cada vez más en que su misión era la justicia social, acabando en
algunos casos en ideas marxistas, y no consiguió oponerse al atractivo de las
comunidades protestantes".
Cita como resumen una frase ya
icónica: "La Iglesia católica hizo su opción
preferencial por los pobres y los pobres hicieron su opción preferencial por
los pentecostales". Los hombres necesitan que alguien
sacie su sed de Dios. Es el caso de la
Amazonia, donde ya hay un 46% de no católicos, mientras el sínodo amazónico de
2019 "dedicó más atención a los problemas
medioambientales".
Interrogado al respecto uno de los participantes en ese sínodo, el salesiano uruguayo Martín Lasarte -quien
se distinguió en él por su defensa del celibato-, concuerda en el análisis sobre el error de la
sociologización católica, en la que "falta
el sentido existencial de la alegría de vivir el Evangelio, el
encuentro personal que ofrecen tantas iglesias pentecostales".
RAZONES
DEL ABANDONO
En buena medida se trata aún de
un declive por abandono. En 2014 solo el 69% de los
latinoamericanos se declaraban católicos, pero el 84% habían sido bautizados en
la Iglesia. En el otro lado, del 19% de quienes se declaraban protestantes, el
65% eran pentecostales.
Esta deserción masiva tiene lugar a partir de los años 60. En los
cincuenta años que transcurren entre 1970 y 2020, los pentecostales brasileños
se multiplicaron casi por 7, pasando de 6,8 millones a 46,7 millones. En un
país como Guatemala el crecimiento fue aún mayor: de 196.000 a 2,9 millones, se
multiplicaron por 15.
Según los estudios sociológicos
que cita Wall Street Journal,
las razones principales por las cuales tantos católicos dejan la Iglesia por
otras comunidades son "una mayor
conexión personal con Dios" (81%) y
una mayor ayuda a sus miembros (60%).
Una característica importante de
ese compromiso es la asistencia al lugar de culto: según una
encuesta realizada en Brasil en 2007, los miembros de las comunidades
pentecostales que acuden al templo más de una vez a la semana son el 60%, por
un 16% de los católicos.
LA
ESPERANZA
El Wall Street Journal solo
señala dos fuerzas que frenan la sangría de pérdida de fieles de la
Iglesia.
Por un lado, grupos católicos
conservadores que "reviven la misa
tradicional" y "fortalecen
la apologética en defensa de la doctrina católica". Cita
el caso del gran éxito del sacerdote brasileño Paulo
Ricardo.
Pero, sobre todo, el catolicismo carismático, que desde los años 70 "mantiene dentro de la Iglesia a muchos católicos
atraídos por el pentecostalismo". En 2020, el 22,8% de los católicos latinoamericanos eran carismáticos.
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