A pocos días de la Solemnidad de María, Madre Dios, celebrada por la Iglesia Católica el 1 de enero de cada año, el Obispo de San Sebastián (España), Mons. José Ignacio Munilla Aguirre, explica por qué la maternidad espiritual de María es universal.
En un video
publicado en su canal de YouTube “En Ti Confío”, el
Prelado reflexionó sobre la pregunta “¿De qué modo
la maternidad espiritual de María es universal?”, contenida en el punto
número 100 del Catecismo de la Iglesia Católica.
En el Catecismo se indica que “María tuvo un
único Hijo, Jesús, pero en Él su maternidad espiritual se extiende a todos los
hombres, que Jesús vino a salvar. Obediente junto a Jesucristo, el nuevo Adán,
la Virgen es la nueva Eva, la verdadera madre de los vivientes, que coopera con
amor de madre al nacimiento y a la formación de todos en el orden de la gracia.
Virgen y Madre, María es la figura de la Iglesia, su más perfecta realización”.
A partir de ello, el Prelado dijo que probablemente uno de los motivos
por los que Dios quiso que Santa María sea “siempre
virgen, es para que en ese único hijo nos pudiésemos incluir todos, toda la
humanidad. Todos nosotros somos hijos de María”. Explicó que “si Eva engendró junto con Adán el cuerpo de su hijo,
María está engendrando espiritualmente nuestras almas”.
Mons. Munilla citó a San Luis María Grignion de Montfort, que dijo que “María es como un molde en el que nuestra alma se
configura a Jesucristo”. Explicó que si en la Virgen “se configuró Jesús, si nosotros nos introducimos en el
corazón de María, nos conformamos a Jesús teniendo a María como madre
espiritual de nuestra vida”.
El Prelado también recordó el Evangelio de San Juan, en donde Jesús le
hace la “gran encomienda” a María, que está
al pie de la cruz. Cristo le dice: “‘Mujer ahí
tienes a tu hijo. Hijo, ahí tienes a tu madre’. En ese momento, María recibe la
encomienda explícita de la maternidad divina, de esa maternidad espiritual”, explicó.
Con esta frase, María “pasa de la maternidad
divina a Jesucristo a la maternidad espiritual a todos los seguidores de
Jesucristo. Esa gran encomienda que María ha recibido la está cumpliendo
continuamente, en su intercesión por nosotros, en su cuidado espiritual por
nosotros”, afirmó.
Mons. Munilla dijo que la maternidad espiritual de María a veces se visualiza
en “revelaciones privadas” para dar mensajes
importantes a la humanidad. Por ejemplo, recordó cuando la Virgen se presentó
al apóstol Santiago o cuando se le apareció a San Juan Diego como la
Guadalupana “a inicios de la evangelización en
América”.
También, mencionó cuando se le apareció a Santa Bernardette Soubirous
para “recordar por qué el Evangelio es para los
sencillos”, justo “en el momento en el que
Francia había dado la espalda al Evangelio” con el racionalismo. Del
mismo modo, María intervino “cuando el comunismo
está arreciando y en Fátima vuelve a mostrarse como esperanza de la salvación
del mundo”, dijo.
De esta forma, “María está siendo fiel a la
gran encomienda: ‘Ahí tienes a tu hijo, cuídalos a todos’. Esas revelaciones
particulares no son sino como la punta del iceberg, que visualiza algo que es
mucho más lo que no vemos, las continuas intervenciones de María que en su
maternidad está cuidando de todos y cada uno de nosotros”.
Mons. Munilla también recordó el pasaje bíblico sobre las Bodas de Caná
en Galilea, donde la Virgen María “atenta a nuestra
necesidades” le pide a Jesús por los invitados a la fiesta. El Prelado
recuerda que esta vez Jesús le pregunta: “¿Mujer,
que tienes tú que ver conmigo?, porque todavía no ha llegado la hora”.
Para explicar este “sorprendente” momento,
“porque parece que Jesús más bien está frenando o
poniendo distancia con María”, el Prelado citó a San Agustín.
El santo dijo que la pregunta de Jesús se refiere a “que todavía no era la hora en la que le iba a encomendar
ser madre de todos nosotros y de cuidar de todos nosotros. Llegada esa hora, la
hora de la maternidad espiritual de María, su hijo le dirá: ‘Esta es tu hora
madre, cuídalos a todos, yo te los encomiendo’”.
“En definitiva, María tuvo un único hijo: Jesús, y
en él nos tuvo a todos nosotros. Todos nosotros somos Jesús para ella. María te
mira a ti con el mismo cariño y amor que le miró a su hijo Jesús y nosotros
queremos pagarle a ella con la misma ternura, con el mismo amor que Jesús miró
a su madre”, señaló.
En ese sentido, Mons. Munilla invitó a los fieles a pensar en María como
nuestra Madre. “Nosotros podemos también participar
de esa maternidad que vivió Jesús con ella, esa relación maternal, para también
nosotros decir con pleno sentido: ‘Mamá, Madre Nuestra’”, concluyó.
Redacción ACI Prensa
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