Si mi hijo de 4 años me dice que se quiere vestir de princesa, le diré que no, porque él nació niño y los niños son príncipes; voy a tratar que mi hija prefiera practicar un deporte de su agrado o violín, pero no voy a apoyar comportamientos masculinos, así como no voy a avalar que alguien le diga que existe un tercer género, le voy a enseñar que no, que hay solamente dos cromosomas, que sí, que Dios creó al hombre en principio fue Adán y a Eva.
Ahhhh
pero "eres cuadrado, autoritario, legalista,
mente cerrada, no le puedes obligar a la criatura".
Lo
siento (por ti) pero la respuesta es sí.
Así como
le obligo a comer verduras, a hacer sus tareas, a cepillarse los dientes e ir
al dentista, le obligo también a que duerma a una hora determinada, también
puedo elegir qué ropa comprarle. Por qué me cuesta a mí,
¡Porque en la vida hay reglas, no se puede hacer todo lo que uno quiere,
cuando quiere, como quiere a la hora que se le antoja; y no por eso le amo
menos, muy al contrario! Porque le amo lo hago.
Ahora, si
después ya siendo un adulto…
(Porque ese era el ejemplo que me daban mis padres y porque esa es la
edad legal donde uno adquiere capacidad de hecho) mi hijo viene y me dice: papá, desde hoy yo
quiero ser musulmán, budista, vegetariano, vestirme como mujer, cambiar de
sexo, ser espiritista, caníbal, vampiro o un árbol... bueno, ahí será oooootra
la historia, pero ANTES mi entras este bajo mi techo no. Antes, no voy a huir
de mi responsabilidad de padre/ madre y mi obligación de enseñarle las cosas
como son.
Si
piensas igual, te invito a que lo expreses y no te quedes callado si otros
gritan sus derechos yo grito los mios.
¡He
dicho!
¡Aunque
se indignen!
No hay comentarios:
Publicar un comentario