viernes, 1 de octubre de 2021

EL DIOS KORKÍN

 Del incario se mantuvieron dos huacas importantes en Huacho, una en la parte media del cerro Sanú (más allá de El Paraíso) que se llamó Choke Ispana, por el ídolo que ahí se adoraba. La otra huaca con un ídolo poderoso fue la del dios Korkín, en el cerro de Carquín. Estos ídolos eran de piedra, pero no de las piedras de la zona; eran singulares por su apariencia.

Korkín fue un ser aparecido en aquel cerro. Desde ahí reclamó que le rindieran culto. Korkín fue representado en una piedra alargada y verde que llevaba grabada la imagen de un personaje con cuernos, el cual tenía como rastros de caracha en su superficie; un cornudo carachoso.

El paisaje que se apreciaba desde lo alto de la huaca del dios Korkín debe haber sido impresionante, dominando la desembocadura en la mar del río Huaura, el cerro Centinela con sus islotes, la bahía de Huacho, Punta Salinas y hasta las islas guaneras de Huampanú.

Cuando llegaron los misioneros españoles a cristianizar o sea a catequizar a los pobladores originarios de esta zona de Huacho, a partir de 1536, les prohibieron cualquier otro culto que no fuera el cristiano. Pero muchos años después, en 1650, cuando llegaron los españoles extirpadores de idolatrías se dieron cuenta que la fe original en los ídolos se mantenía, incluso que se habían hecho algunas copias pequeñas.

Investigaron y hallaron los ídolos enterrados en sus huacas, Choke Ispana y Korkín, hicieron que los devotos despreciaran y escupieran sobre sus antiguos objetos sagrados, los quemaron, molieron y se arrojaron al mar. También hubo otros dos ídolos, llamados “huanca”, uno en Luriama y otro Chaquira (Chaquila).

Los extirpadores de idolatrías encontraron enterrado en su huaca al dios Korkín, cubierto de conchas espondylus y un par de valvas cerradas de este tipo de ostras. En una estaba la primera y muy antigua representación del dios Korkín, y la otra contenía tres piedrecitas que representaban las semillas originarias (maman en quechua) del pallar, el trigo y el ají. Los extirpadores de idolatrías llegaron a más 110 años después de la llegada de Francisco Pizarro. Los pobladores originarios de esta parte baja del río Huaura al parecer ya habían integrado al trigo como parte de sus conocimientos. En ese tiempo esta huaca ya tenía una zona anexa de cementerio en la parte baja.

Los extirpadores de idolatrías destruyeron las huacas. Los antiguos pobladores de Huacho, la campiña y Carquín tenían sus deidades, a ellas se les pedía favores que les eran concedidos. Al dios Korkín se le pedía protección para librarse de las pestes y males contagiosos como la caracha o sarna, verruga, la viruela y similares, pero también tenía el poder de provocar la enfermedad si no se le rendía culto.

Esta información viene de: Felipe de Medina. 1650. “Dioses ídolos de Huacho Antiguo: Dios Choque Ispana, Corquín, Huancas de Luriama y Chaquira”. Publicado por la Revista Guara de la UNJFSC, 2007.

Nota: Escribo la palabra Korkín de acuerdo a su fono original.

Alejandro Smith Bisso. Huacho, 13 de mayo 2019.

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