INTRODUCCIÓN
Los obispos del rito latino de la Conferencia de
Obispos Católicos de los Estados Unidos aprobaron la traducción en inglés
de De Exorcismis et Supplicationibus
Quibusdam, editio typica en
noviembre de 2014. El texto final en inglés de Los
Exorcismos y las Súplicas Relacionadas (ERS,
por sus siglas en inglés) fue confirmado por la Santa Sede en diciembre de 2016
y se implementó en las diócesis de los Estados Unidos a partir de 29 de junio
de 2017. Por el momento y mientras se espera la aprobación, el Secretariado del
Culto Divino ha preparado una lista de preguntas, que pudieran surgir, sobre el
uso del exorcismo en la vida litúrgica de la Iglesia. Las correspondientes
respuestas fueron proporcionadas por especialistas en este ministerio y por
expertos en derecho canónico.
Debido a que una gran parte de la percepción común
acerca de la naturaleza y aplicación del exorcismo ha sido formada por los
guiones exagerados de la industria cinematográfica y los programas de
televisión, el Comité para el Culto Divino ha aprobado la divulgación de estas
preguntas y respuestas básicas con la esperanza de dar una información clara
sobre un tópico que a menudo se ve envuelto en misterio e información errónea.
PREGUNTAS ACERCA DEL EXORCISMO
¿QUÉ
ES UN EXORCISMO?
El exorcismo es una forma específica de oración que
la Iglesia usa contra el poder del demonio.
¿CUÁL
ES LA DIFERENCIA ENTRE UN EXORCISMO Y EL SACRAMENTO DE LA PENITENCIA?
El exorcismo es una oración que es parte de la
categoría de los sacramentales, es decir, que es uno de los signos sagrados
instituidos por la Iglesia para santificar diferentes circunstancias de la vida
(Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, n. 351) y, por tanto, son diferentes de los
siete sacramentos de la Iglesia que fueron instituidos por el mismo Cristo. El
sacramento de la Penitencia perdona nuestros pecados y nos reconcilia con la
Iglesia, renovando así nuestro Bautismo y concediéndonos la gracia para luchar
contra el mal y crecer en la virtud. Siendo, pues, un sacramental el exorcismo
prepara a la persona para recibir la gracia del sacramento.
¿POR
QUÉ LA IGLESIA NECESITA DE LOS EXORCISMOS?
Hay ocasiones en que una persona necesita
protección contra el poder del demonio o contra su dominio espiritual. En esos
momentos la Iglesia pide pública y autoritativamente en el nombre de Jesucristo
la protección y liberación de esa persona a través del exorcismo.
¿EXISTE
ALGÚN FUNDAMENTO BÍBLICO PARA EL EXORCISMO?
Aunque el criterio para hacer un exorcismo está
cimentado en el ministerio de Jesucristo (cfr. Mc 1, 34. 39; Lc 4, 35; Mt
17,18), no existe un fundamento bíblico para el rito formal del exorcismo,
aparte del uso de las citas o fragmentos de los salmos y del Evangelio, que
fueron incluidos en el rito de exorcismo a medida que fue evolucionando.
Lo que sí queda claro, sin embargo, es que el Señor
Jesús involucró a los discípulos en su misión y al ser enviados continuaron la
obra de exorcizar que comenzó Jesús. (cfr. Mt 10, 8; Mc 3, 14-15; 6,13; 16,17;
Lc 9,1; 10,17). No fue algo que ellos hicieron en su propio nombre, sino en
nombre de Aquel que les había conferido tal poder. Así es que el ministerio del
exorcismo continúa en la vida de la Iglesia como parte del cuidado pastoral de
las almas.
¿HACEN
LOS PADRES DE LA IGLESIA REFERENCIA A LOS EXORCISMOS EN SUS ESCRITOS?
Varios de los Padres de la Iglesia, incluso Ireneo,
Tertuliano, Cipriano y Atanasio, nos proporcionan unas percepciones reveladoras
en cuanto a las prácticas de exorcismo en su época a través de sus existentes
escritos, por medio de los cuales podemos tener indicios de cómo fue
evolucionando gradualmente la estructura y forma del exorcismo como rito.
Además del uso del nombre de Jesús otros elementos contribuyeron a darle forma
a un rito anterior, tales como la señal de la cruz, la exsuflación
(soplar sobre el rostro de una persona), los ayunos, y las abjuraciones
sencillas que contienen pasajes de la Escritura y oraciones.
¿HAY
DIFERENTES CLASES DE EXORCISMOS?
Los exorcismos están divididos en dos clases (o
formas). Las formas sencillas o menores de exorcismo se encuentran en dos
lugares: primeramente para aquellos que se preparan
para el Bautismo, el Rito de la Iniciación Cristiana de Adultos (RICA)
y el Ritual para el Bautismo de los niños ambos contienen
exorcismos; segundamente, el apéndice del Rito de Exorcismo incluye una serie de oraciones que pueden ser usadas por los fieles.
La segunda clase de exorcismo es la solemne o el "exorcismo mayor", cuyo rito sólo puede
hacerlo un obispo o un sacerdote; este último ha de tener un permiso especial y
expreso del ordinario local (cfr. Código de Derecho Canónico, can. 1172). Esta
forma de exorcismo está dirigida a la expulsión de demonios o a liberar a una
persona de la posesión demoníaca (Catecismo de
la Iglesia Católica, n. 1673).
¿CUÁNDO
Y CÓMO SE ENVÍA A UN MIEMBRO AFECTADO DE LA COMUNIDAD DE CREYENTES A UN
EXORCISTA?
Es aconsejable que todas las diócesis establezcan
un protocolo a fin de poder responder a las indagaciones o consultas de los
fieles que aseguran estar poseídos demoníacamente. Como parte del protocolo
debe haber una evaluación a fin de determinar el verdadero estado de la
persona. Solamente después de un examen médico, sicológico y siquiátrico
meticuloso pudiera la persona ser enviada a un exorcista, que determinará finalmente
si la persona está poseída. Que quede claro que quien determina si un miembro
de la comunidad de creyentes está genuinamente poseído por el demonio es la
Iglesia, a pesar de que la persona lo asegure por su propio diagnóstico o
psicosis.
¿PUEDE
CUALQUIER PERSONA RECIBIR UN "EXORCISMO MAYOR"?
Ya que los ritos de exorcismo están categorizados
como sacramentales, efectivamente como bendiciones, la práctica en cuanto a
quién puede recibir un "exorcismo mayor" queda
gobernada por el canon 1170 del Código de Derecho Canónico. Las siguientes
personas pueden recibir estas bendiciones especializadas si fuese determinado
que son necesarias: 1)
los católicos; 2)
los catecúmenos; 3) los no católicos que lo soliciten; y 4) los creyentes no
cristianos siempre y cuando tengan la disposición apropiada, o sea, que tengan
el deseo sincero de ser liberados de la influencia demoníaca. En aquellos casos
que se trate de una persona no católica se debe llevar el asunto a la atención
del obispo diocesano (cfr. ERS, n. 18).
¿CUÁN
A MENUDO SE HACE UN "EXORCISMO MAYOR"?
La frecuencia en que se haga esa clase de exorcismo
lo determina una necesidad, que sea creíble, de recibir el rito. De ahí que
establecer un protocolo diocesano sea tan importante. A través de los siglos la
Iglesia ha sido muy cautelosa en evaluar los presuntos casos de posesiones
demoníacas. No se trata de negarles el acceso a los miembros de la comunidad de
creyentes, cuya necesidad es genuina. Mas, la Iglesia se preocupa igualmente de
que las personas no se vean atrapadas por una mentalidad sensacionalista, que
pueda crear un tipo de atracción o distracción secundaria. Los casos genuinos
de posesión demoníaca, aunque son raros, deben abordarse de una manera
equilibrada y con un extremo cuidado a la persona afligida.
¿CUÁL
ES LA DIFERENCIA ENTRE UN EXORCISMO MAYOR Y UN EXORCISMO MENOR?
Aunque ambas formas de exorcismo están dirigidas
contra el poder del demonio, el Rito de Exorcismo Mayor se emplea solamente
cuando existe un caso genuino de posesión demoníaca, a saber, cuando se ha
determinado la presencia del demonio en el cuerpo de la persona poseída y que
el demonio es capaz de ejercer dominio sobre ese cuerpo.
Los exorcismos menores son oraciones que se usan
para acabar con la influencia del mal y del pecado en la vida de una persona,
ya sea un catecúmeno que se prepara para el Bautismo o un miembro de la
comunidad de creyentes que lucha por vencer la influencia del mal y del pecado
en su vida.
¿HAY EJEMPLOS DE CADA UNO EN EL TEXTO DE LOS EXORCISMOS Y LAS SUPLICACIONES RELACIONADAS?
El texto del ritual de Los Exorcismos y las Suplicaciones Relacionadas comprende una introducción, dos capítulos ("El Rito de Exorcismo Mayor" y "Textos Variados") y concluye con dos
apéndices. El segundo capítulo proporciona una serie de textos adicionales, que
sirven de opciones en la administración del mismo rito. El primer apéndice
contiene oraciones exorcísticas que el
obispo diocesano puede usar a discreción propia cuando una cosa o un lugar han
sido penetrados demoníacamente, o la misma Iglesia encara la persecución y la
oposición. Esta última serie de oraciones no debe ser confundida con el Rito de
Exorcismo Mayor. Finalmente, el segundo apéndice proporciona oraciones y suplicaciones para el uso privado de los fieles.
¿QUIÉN
PUEDE HACER LOS DIFERENTES TIPOS DE EXORCISMOS?
El ministro de un exorcismo menor es el ministro
autorizado del sacramento (RICA o el Bautismo de Niños) o de la bendición que
se celebra. Por tanto, las oraciones en el Apéndice II, "Suplicaciones que pueden usar los creyentes en privado durante
sus luchas contra los poderes de las tinieblas", pueden ofrecerse
por cualquier miembro del clero o de la comunidad de creyentes. Sin embargo, el
Rito de Exorcismo Mayor ha de ser celebrado solamente por un obispo o por un
sacerdote que ha obtenido el permiso especial y expreso del obispo diocesano.
¿CÓMO
SE CONVIERTE UN SACERDOTE EN EXORCISTA?
Un sacerdote puede ser nombrado por el obispo
diocesano para el oficio de exorcista, bien de manera estable o para una
ocasión en particular (ad actum). En
ambos casos el exorcista debe trabajar estrechamente con el obispo y bajo su
dirección.
¿CUÁLES
SON LOS CRITERIOS QUE SE USAN PARA DECIDIR A QUÉ SACERDOTES SE LES DA ESTA
RESPONSABILIDAD?
Tal como lo especifica el canon 1172 §2 del Código
de Derecho Canónico, el sacerdote que ha sido designado para el ministerio de
exorcista debe ser piadoso, conocedor y prudente, y llevar una vida íntegra. La
introducción de Los Exorcismos y las
Suplicaciones Relacionadas ordena
además, que el sacerdote "ha sido preparado
específicamente para este oficio" (n. 13).
¿CÓMO
SE CAPACITAN Y PREPARAN LOS EXORCISTAS PARA ESTE MINISTERIO?
Clásicamente el exorcista se ha capacitado para
este ministerio especializado mediante un aprendizaje modelo, o sea bajo la
dirección de un exorcista experimentado. Adicionalmente, en años recientes se
han establecido varios programas para fomentar la capacitación de exorcistas.
Es esencial una sólida base teológica y espiritual
para ser un ministro de exorcismo. Teniendo en cuenta las cualidades ya
mencionadas en la pregunta anterior, el candidato ha de mantener también una
estrategia equilibrada hacia este ministerio en particular, poseer una
espiritualidad cimentada en la vida sacramental de la Iglesia y ser capaz de refrenar
su curiosidad en todo momento. La guía de un director espiritual habilidoso es
algo crítico para la vida de un exorcista.
¿HAY
ALGÚN RITO EN ESTE TEXTO QUE PUEDA HACERLO UNA PERSONA LAICA DE ENTRE LA
COMUNIDAD DE CREYENTES?
El Rito de Exorcismo Mayor debe ser administrado
solamente por un sacerdote autorizado o por el obispo (sacerdos). Si se estimara como útil, los
miembros laicos de la comunidad pueden estar presentes en el rito, apoyando de
esta manera el trabajo del exorcista con sus oraciones, ya sea orando en
silencio o según lo instruya el rito. No obstante, el texto advierte que los
fieles laicos no deben decir ninguna de las oraciones reservadas al exorcista
(ERS, n. 35), no sólo porque esas oraciones están reservadas a los ordenados
que actúan en la persona de Cristo Cabeza (in
persona Christi capitis), sino también a fin de proteger a los
fieles contra un posible daño espiritual.
Cuando el miembro afligido de la comunidad de
creyentes es una mujer debe estar presente al menos otra mujer, por razón de
decoro y discreción. En ningún momento el exorcista ha de estar solo con el
miembro de la comunidad afligido, ni durante la consulta, ni durante la
celebración del rito.
¿CÓMO
UN EXORCISTA DETERMINA "CON UNA CERTEZA MORAL" (ERS, N. 16) QUE LA
PERSONA QUE VA A SER EXORCIZADA ESTÁ REALMENTE POSEÍDA POR FUERZAS DEMONÍACAS Y
QUE NO SE TRATA MERAMENTE DE PADECIMIENTOS FÍSICOS O DE CUESTIONES SICOLÓGICAS?
La certeza moral se ubica clásicamente entre el
polo de la certeza absoluta y el polo de la probabilidad. Teniendo esto en
cuanta, la certeza moral se logra mediante el examen de pruebas, que se sopesan
según la consciencia de la persona que emite el juicio. Por lo tanto, el exorcista
ha de utilizar cualquier recurso que le esté disponible al investigar cualquier
alego de posesión demoníaca conjuntamente con los aportes de profesionales de
la salud mental y física.
Al exorcista se le instruye a emplear "la máxima circunspección y prudencia" antes
de proceder al rito (ERS, n. 14). A lo largo de su ministerio un exorcista debe
establecer un equilibrio en su propia mente en cuanto a no creer demasiado
fácilmente que el demonio es responsable por lo que se manifiesta y por otro
lado atribuir todas las posibles manifestaciones únicamente a una fuente
natural y orgánica.
¿SE
SOMETEN LOS MIEMBROS AFECTADOS DE LA COMUNIDAD DE CREYENTES A EXÁMENES MÉDICOS
O SICOLÓGICOS ANTES DE USAR EL EXORCISMO?
Como parte del proceso evaluativo (el cual puede
establecerse en el protocolo diocesano), el miembro afligido de la comunidad
debe estar dispuesto a someterse a una evaluación médica y
sicológica-siquiátrica. Las personas frecuentemente se presentan asegurando que
están afligidas de un montón de maneras. Sin embargo, históricamente, la
Iglesia ha ejercido cautela al evaluar a esas personas, por temor a llamar una
atención innecesaria a las maquinaciones del demonio o de dar un crédito que no
existe.
¿CÓMO
PUEDE ASEGURARSE UN EXORCISTA DE QUE UN EXORCISMO NO SE PERCIBA COMO UNA ACCIÓN
MÁGICA O SUPERSTICIOSA?
El mismo exorcista puede servir de catequista en
este asunto por la manera en que administra fielmente los ritos tal como los
provee la sabiduría de la Iglesia. Fundamentalmente los ritos de exorcismo son
una manera más en que la Iglesia atiende al cuidado pastoral de las almas, aun
de las almas que no son de su redil. Sin embargo, mientras más oscuro y
misterioso se haga el rito, más mágicas y supersticiosas serán las percepciones
del mismo. Dada la súper abundancia de confusión que existe sobre este tópico,
la manera en que se anuncie este rito actualizado proporciona un momento de
enseñanza tanto para los creyentes como para los no creyentes.
¿QUÉ
SÍMBOLOS RITUALES SE USAN EN LOS EXORCISMOS Y QUÉ ES LO QUE SIMBOLIZAN?
Además de usar los salmos y las lecturas del
Evangelio, y las oraciones exorcísticas, también se utiliza una serie de
símbolos en el Rito de Exorcismo Mayor. Para comenzar, se bendice y se asperja
el agua a fin de recordar la centralidad de la vida nueva que la persona
afligida recibió en su Bautismo y la derrota definitiva del diablo mediante la
obra salvadora de Jesucristo. La imposición de manos así como el soplar sobre
el rostro de la persona (exsuflación) por
parte del exorcista reafirma el poder del Espíritu Santo, que obra en la
persona como resultado de su Bautismo y la confirma como templo de Dios.
Finalmente se le muestra la Cruz del Señor a la persona afligida y se hace
sobre ella la Señal de la Cruz a fin de demostrar el poder de Cristo sobre el
demonio.
¿DEBEN
ESTAR PRESENTES OTROS MIEMBROS DE LA COMUNIDAD DE CREYENTES CUANDO SE HACE UN
EXORCISMO?
Este texto recomienda enfáticamente que el
exorcista no trabaje aisladamente (ERS, n. 34b). Aunque en raras ocasiones esto
sería inevitable, la práctica de hacer un exorcismo a solas se debe disuadir a
todo costo.
¿DÓNDE
DEBE HACERSE UN EXORCISMO?
La norma es celebrar el rito de exorcismo en un
oratorio u otro lugar apropiado (por ejemplo, una capilla pequeña)
discretamente oculta de la simple vista (ERS, n. 33). Resulta ventajoso para el
exorcista utilizar, cuando fuese posible, un lugar que se ha dedicado a honrar
a Dios y no el hogar de la persona afligida, por ejemplo.
¿DEBE
PERMANECER CONFIDENCIAL EL USO DEL EXORCISMO?
Preservar la confidencialidad es importante por la
integridad de la reputación de la persona afligida así como por la de las
personas que pudieran estar presentes. También se sugiere encarecidamente que
la identidad del exorcista se mantenga en secreto o al menos conocida solamente
de los otros sacerdotes de la diócesis a fin de no abrumar al exorcista con
llamadas y preguntas fortuitas.
¿PUEDE
HACERSE UN EXORCISMO SIN PERMISO DEL DESTINATARIO?
Dada la naturaleza de las acciones del diablo y de
la posible complicidad de la persona en la posesión demoníaca el exorcista debe
asegurarse, si existiera esa posibilidad, del consentimiento de la persona
antes de proceder con el Rito de Exorcismo Mayor.
¿SON
LOS EXORCISMOS IGUALES EN TODOS LOS LUGARES O EXISTEN DIFERENCIAS REGIONALES Y
CULTURALES?
Los ritos de exorcismo se han de celebrar
consistentemente según las directrices (praenotanda)
prescritas en el ritual. Los ritos no pueden alterarse a discreción del
exorcista, fuera de las opciones que se han establecido claramente en el texto
oficial. Sin embargo, antes de proceder con el rito sería provechoso que el
exorcista estuviera consciente de cualquier diferencia cultural, así como de
influencias regionales que pudiesen haber hecho impacto en el estado actual de
la persona afligida. Ciertos instrumentos evaluativos pueden ayudar a iluminar
tales categorías: 1) los lugares que la persona
haya podido visitar (curanderos, espiritistas o
videntes; 2) las prácticas en que la
persona pudiera haber estado involucrada (limpiezas, religión
de la Nueva Era, prácticas pseudocientíficas como el Reiki); y 3) maneras en que la persona pudiera haberse abierto
ella misma y directamente al dominio del diablo (magias,
brujería, culto satánico).
EN
LAS FÓRMULAS DE EXORCISMO, ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA ENTRE LAS FÓRMULAS
DEPRECATIVAS Y LAS FÓRMULAS IMPERATIVAS?
Las fórmulas deprecativas son oraciones exorcísticas dirigidas a Dios, que piden
la liberación de la persona afligida. Las fórmulas imperativas son dirigidas
directamente al espíritu demoníaco que ha hecho residencia en la persona, a fin
de ordenarle que salga en nombre de Jesucristo.
¿CUÁNDO
SE USARÍA UNA O LA OTRA?
En el rito de exorcismo las fórmulas deprecativas y
las imperativas se presentan en dos grupos conjuntos; las deprecativas se usan
primero y después hay la opción de usar las imperativas. Las fórmulas
deprecativas pueden usarse sin las imperativas, pero lo opuesto no está
permitido (ERS, n. 28).
¿CUÁNDO
SE USARÍAN LOS RITOS QUE ESTÁN EN LOS APÉNDICES Y QUIÉN LOS USARÍA?
Las oraciones de suplicaciones y de exorcismo que
se encuentran en el Apéndice I ("Suplicación y
Exorcismo que pueden usarse en circunstancias particulares de la Iglesia",
texto en inglés) pudieran tener una semejanza a las oraciones que el
papa León XIII anexó al previo rito de exorcismo en el año 1890. El propósito
central de estas oraciones es abordar y remediar cualquier influencia demoníaca
en lugares o en cosas en particular, así como remediar ataques contra la
Iglesia de una manera más general. Tal como sucede en el caso de un "exorcismo
mayor", el ministro ordinario de estas oraciones sería un sacerdote
asignado para este propósito o el mismo obispo.
Las oraciones e invocaciones que componen el Apéndice II ("Suplicaciones
que pueden usar los creyentes en privado durante sus luchas contra los poderes
de las tinieblas", texto en inglés) han sido previstas para el uso
general del clero y de los fieles laicos a fin de combatir las tentaciones de
pecado y los ataques espirituales por parte del diablo.
¿CUÁNDO
PUDIERA UN OBISPO O UN PÁRROCO RECOMENDAR APROPIADAMENTE EL APÉNDICE II A UNO
DE SUS FELIGRESES?
Cuando se llega a conocer mediante
tales vías como la consejería pastoral, la dirección espiritual o el sacramento
de la Penitencia, que un miembro de la comunidad de creyentes experimenta
ataques por parte del diablo las oraciones e invocaciones que se encuentran en
el Apéndice II pudieran recomendarse.
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