La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) lanzó una novena en honor a la Virgen del Carmen para que los fieles puedan prepararse espiritualmente para la fiesta de esta advocación mariana, que se celebra el 16 de julio.
En el devocionario, ACN recordó que el origen de la orden de los
Carmelitas tuvo lugar en el Carmelo, “el monte
donde numerosos profetas rindieron culto a Dios”, como Elías, su
discípulo Eliseo y otras “personas que se retiraban
en las cuevas de la montaña para seguir una vida eremítica”.
“Esta forma de oración, de penitencia y de
austeridad fue continuada siglos más tarde, concretamente en el III y IV, por
hombres cristianos que siguieron el modelo de Jesucristo”, agregó.
La fundación pontificia señaló que en el siglo XIII, el Patriarca Latino
de Jerusalén “pidió a los ermitaños del Monte
Carmelo que ordenaran su estilo de vida, lo cual se concretó gracias a los
Papas Honorio III e Inocencio IV”, de manera que nació la “orden religiosa de los Padres Carmelitas, que se
extendió por el mundo tanto en su rama masculina como femenina”.
“En el siglo XVI, Santa Teresa de Jesús, doctora de
la Iglesia es la reformadora del Carmelo descalzo reimpulsando la fuerza de su
regla original, de oración y clausura. Y es así cómo se difunde hacia América”,
resaltó.
ACN indicó que el 16 julio de 1251, el Superior General de los Padres
Carmelitas del convento de Cambridge (Inglaterra), San Simón Stock, recibió la
visita de la Virgen María, que vestida de hábito carmelita, “llevaba al Niño Jesús en sus brazos y en su mano el
Escapulario”.
“Recibe, hijo mío, este Escapulario de tu orden,
que será de hoy en adelante señal de mi confraternidad, privilegio para ti y
para todos los que lo vistan. Quien muriese con él no padecerá el fuego eterno.
Es una señal de salvación, amparo en los peligros del cuerpo y del alma,
alianza de paz y pacto sempiterno”, señaló la
Virgen al santo.
Además, señaló que cuando los Carmelitas se vieron obligados a abandonar
el monte Carmelo por la invasión de los sarracenos, “se
les apareció la Virgen mientras cantaban el Salve Regina, y ella prometió ser
para ellos su Estrella del Mar”, razón por la que se le otorga este
nombre a la Madre de Dios.
“Después de una larga interrupción de la vida
monacal en la montaña, que dio ocasión para la expansión del ideal carmelitano
por el Occidente, regresaron los religiosos del Carmen al Monte Carmelo, entre
los siglos XVI y XVII”, agregó.
A partir del siglo XVI, el uso del escapulario del Carmen se extiende
por toda la Iglesia. ACN indicó que “el Papa Juan
Pablo II, que era terciario carmelita, ha recordado en diversas ocasiones que
vestía con devoción, desde niño, el escapulario del Carmen”.
“¡La Virgen del Carmen, patrona de la gente de mar,
que confía su vida todos los días a la inestabilidad de las olas y del viento!
Desde nuestro puesto de timonel de la barca de Pedro, cuando sentimos rugir la
tormenta y vemos saltar ante nuestros ojos el furor de la marejada, que querría
dar al traste con nuestro batel, alzamos la mirada, serenos y confiados, a la
Virgen del Carmen y le pedimos que no nos abandone. Y aunque el infierno no
cese en sus asaltos y la violencia, la audacia y el furor de las fuerzas del
mal aumenten siempre, mientras contemos con su poderoso patrocinio jamás
dudaremos de la victoria”, indicó el Papa Pío XII, con
ocasión de la clausura del Congreso Mariano nacional de Colombia, el 16 de
julio de 1946.
NOVENA A NUESTRA SEÑORA DEL CARMEN
En
el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Señor
mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero, Creador, Padre y Redentor mío, por
ser Tú quien eres y porque te amo sobre todas las cosas, me pesa de todo
corazón haberte ofendido; propongo firmemente nunca más pecar, apartarme de todas
las ocasiones de ofenderte, confesarme y cumplir la penitencia que me fuera
impuesta. Ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos, en satisfacción de todos
mis pecados, y, así como lo suplico, así confío en tu bondad y misericordia
infinita que los perdonarás, por los méritos de tu preciosísima sangre, pasión
y muerte, y me darás gracia para enmendarme y perseverar en tu santo amor y
servicio, hasta el fin de mi vida Amén. –
11 - ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Oh
Virgen María, Madre de Dios y Madre también de los pecadores, y especial
Protectora de los que visten tu sagrado Escapulario; por lo que su divina
Majestad te engrandeció, escogiéndote para verdadera Madre suya, te suplico me
alcances de tu querido Hijo el perdón de mis pecados, la enmienda de mi vida,
la salvación de mi alma, el remedio de mis necesidades, el consuelo de mis
aflicciones y la gracia especial que pido en esta Novena, si conviene para su
mayor honra y gloria, y bien de mi alma: que yo, Señora, para conseguirlo me
valgo de vuestra intercesión poderosa, y quisiera tener el espíritu de todos
los ángeles, santos y justos a fin de poder alabarte dignamente; y uniendo mis
voces con sus afectos, te saludo una y mil veces, diciendo: Rezar tres
Avemarías…
DÍA PRIMERO ORACIÓN DE ESTE DÍA.
¡Oh!
Virgen del Carmen, María Santísima, que fuiste figurada en aquella nubecilla
que el gran profeta de Dios, - Elías, vio levantarse del mar, y con su lluvia
fecundó copiosamente la tierra, significando la purísima fecundidad con que
diste al mundo a tu querido Hijo Jesús, para remedio universal de nuestras
almas: te ruego, Señora, me alcances de Su majestad copiosas lluvias de
auxilios, para que mi alma lleve abundantes frutos de virtudes y buenas obras,
a fin de que sirviéndole con perfección en esta vida, merezca gozarle en la
eterna. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te salve, Reina
y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve a ti
llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos gimiendo y llorando en
este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros
esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús,
fruto bendito de tu vientre. Oh clemente, oh piadosa, oh dulce y siempre Virgen
María. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de
alcanzar las promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén. (Pedir la gracia
particular que se desee conseguir en esta Novena).
ORACIÓN FINAL
Virgen
santísima del Carmen; yo deseo que todos sin excepción se cobijen bajo la
sombra protectora de tu Santo Escapulario, que todos estén unidos a Ti, Madre
mía, por los estrechos y amorosos lazos de esta tu querida Insignia. ¡Oh,
hermosura del Carmelo! Míranos postrados reverentes ante tu sagrada imagen, y
concédenos benigna tu amorosa protección. Te recomiendo las necesidades de
nuestro Santo Padre, el Papa, y las de la Iglesia Católica, nuestra Madre, así
como las de mi nación y las de todo el mundo, las mías propias y las de mis
parientes y amigos. Mira con ojos de compasión a tantos pobres pecadores cómo
ofenden a tu divino Hijo y a tantos infieles cómo gimen en las tinieblas del
paganismo. Que todos se conviertan y te amen, Madre mía, como yo deseo amarte
ahora y por toda la eternidad. Así sea.
DÍA SEGUNDO
Comenzar
con el Acto de contrición y la Oración para todos los días.
ORACIÓN DE ESTE DÍA.
¡Oh!
Virgen del Carmen, María Santísima, que por tu singular amor a los Carmelitas
los favoreciste con tu familiar trato y dulces coloquios, alumbrándolos con las
luces de tu enseñanza y ejemplo de que dichosamente gozaron. Te ruego, Señora,
me asistas con especial protección, alcanzándome de tu bendito Hijo Jesús luz
para conocer su infinita bondad y amarle con toda mi alma; para conocer mis culpas
y llorarlas para saber cómo debo comportarme a fin de servirle con toda
perfección; y para que mi trato y conversación sean siempre para su mayor honra
y gloria y edificación de mis prójimos. Así, Señora, te lo suplico
humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia… Meditar y
rezar la Oración final…
DÍA TERCERO
Comenzar
con el Acto de contrición y la Oración para todos los días.
ORACIÓN DE ESTE DÍA.
¡Oh!
Virgen del Carmen, María Santísima, que te dignaste admitir con singular amor
el obsequio filial de los Carmelitas, que entre todos los mortales fueron los
primeros que en tu honor edificaron un templo en el Monte Carmelo, donde
concurrían fervorosos a darte culto y alabanza. Te ruego, Señora, me alcances
sea mi alma templo vivo de la Majestad de Dios, adornado de todas las virtudes,
donde Él habite siempre amado, adorado y alabado por mí, sin que jamás le
ocupen los afectos desordenados de lo temporal y terreno. Así, Señora, te lo
suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia…
Meditar y rezar la Oración final…
DÍA CUARTO
Comenzar
con el Acto de contrición y la Oración para todos los días.
ORACIÓN DE ESTE DÍA.
¡Oh!
Virgen del Carmen, María Santísima, que para mostrar tu especialísimo amor a
los Carmelitas les honraste con el dulce nombre de hijos y hermanos tuyos,
alentando con tan singular favor su confianza, para buscar en ti, como en
amorosa Madre, el remedio, el consuelo y el amparo en todas sus necesidades y
aflicciones, moviéndoles a la imitación de tus excelsas virtudes. Te ruego,
Señora, me mires, como amorosa Madre y me alcances la gracia de imitarte, de
modo que dignamente pueda yo ser llamado también hijo tuyo, y que mi nombre sea
inscrito en el libro de la predestinación de los hijos de Dios y hermanos de mi
Señor Jesucristo. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios te
Salve, Reina y Madre de misericordia… Meditar y rezar la Oración final…
DÍA QUINTO
Comenzar
con el Acto de contrición y la Oración para todos los días.
ORACIÓN DE ESTE DÍA.
¡Oh!
Virgen del Carmen, María Santísima, que para defender a los Carmelitas, tus
hijos, cuando se intentaba extinguir la sagrada Religión del Carmen, mostrando
siempre el amor y singular predilección con que los amparas, mandaste al Sumo
Pontífice, Honorio III, los recibiese benignamente y confirmase su instituto,
dándole por señal de que esta era tu voluntad y la de tu divino Hijo, la
repentina muerte de dos que especialmente la contradecían. Te ruego, Señora, me
defiendas de todos mis enemigos de alma y cuerpo, para que con quietud y paz
viva siempre en el santo servicio de Dios y tuyo. Así, Señora, te lo suplico
humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia… Meditar y
rezar la Oración final…
DÍA SEXTO
Comenzar
con el Acto de contrición y la Oración para todos los días.
ORACIÓN DE ESTE DÍA.
¡Oh!
Virgen del Carmen, María Santísima, que para señalar a los Carmelitas por
especiales hijos tuyos, los enriqueciste con la singular prenda del Santo
Escapulario, vinculando en él tantas gracias y favores para con los que
devotamente lo visten y cumpliendo con sus obligaciones procuran vivir de
manera que, imitando tus virtudes, muestran que son tus hijos. Te ruego,
Señora, me alcances la gracia de vivir siempre como verdadero cristiano y
cofrade amante del Santo Escapulario, a fin de que merezca lograr los frutos de
esta hermosa devoción. Así, Señora, te lo suplico humildemente, diciendo: Dios
te Salve, Reina y Madre de misericordia… Meditar y rezar la Oración final…
DÍA SÉPTIMO
Comenzar
con el Acto de contrición y la Oración para todos los días.
ORACIÓN DE ESTE DÍA.
¡Oh!
Virgen del Carmen, María Santísima, que en tu Santo Escapulario diste a los que
devotamente lo visten un firmísimo escudo para defenderse de todos los peligros
de este mundo y de las asechanzas del demonio, acreditando esta verdad con
tantos y tan singulares milagros. Te ruego, Señora, que seas mi defensa
poderosa en esta vida mortal, para que en todas las tribulaciones y peligros
encuentre la seguridad, y en las tentaciones salga con victoria, logrando
siempre tu especial asistencia para conseguirlo. Así, Señora, te lo suplico
humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia… Meditar y
rezar la Oración final…
DÍA OCTAVO
Comenzar
con el Acto de contrición y la Oración para todos los días.
ORACIÓN DE ESTE DÍA.
¡Oh!
Virgen del Carmen, María Santísima, que ejerces tu especial protección en la
hora de la muerte para con los que devotamente visten tu Santo Escapulario, a
fin de que logren por medio de la verdadera penitencia salir de esta vida en
gracia de Dios y librarse de las penas del infierno. Te ruego, Señora, me
asistas, ampares y consueles en la hora de mi muerte, y me alcances verdadera
penitencia, perfecta contrición de todos mis pecados, encendido amor de Dios y
ardiente deseo de verle y gozarle, para que mi alma no se pierda ni condene,
sino que vaya segura a la felicidad eterna de la gloria. Así, Señora, te lo
suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia…
Meditar y rezar la Oración final…
DÍA NOVENO
Comenzar
con el Acto de contrición y la Oración para todos los días.
ORACIÓN DE ESTE DÍA.
¡Oh!
Virgen del Carmen, María Santísima, que extendiendo tu amor hacia los
Carmelitas, aún después de la muerte, como piadosísima Madre de los que visten
tu Santo Escapulario consuelas sus almas, cuando están en el Purgatorio, y con
tus ruegos consigues salgan cuanto antes de aquellas penas, para ir a gozar de
Dios, Nuestro Señor, en la gloria. Te ruego, Señora, me alcances de su divina
Majestad cumpla yo con las obligaciones de cristiano y la devoción del Santo
Escapulario, de modo que logre este singularísimo favor. Así, Señora, te lo
suplico humildemente, diciendo: Dios te Salve, Reina y Madre de misericordia…
POR HARUMI SUZUKI | ACI Prensa
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