Bueno, la Editorial San Pablo ya ha publicado mi novela sobre san Pablo. Se titula Paulus. Como el título a secas podía dar lugar a confusiones es por lo que añadí el subtítulo El León de Dios.
https://libreria.sanpablo.es/libro/paulus_220602
Le regalaré
un libro a mi inestimable corrector (nadie ha hecho tanto por la obra como él).
También a una señora polaca que es la persona que más reza en el mundo por mí y
quizá la que más me quiere de todos los seres humanos de la tierra.
Otro
ejemplar se lo regalaré a mi obispo. No creo que tenga tiempo para leer las 624
pg. de esta obra. Pero sí que tengo una moderada esperanza de que su
secretario, tal vez, lea las 20 primeras pg, o las 15 primeras.
Otro
ejemplar será para mi madre. Si lee entero el libro para mí será increíble.
Nunca un hijo es buen autor para su madre. Nadie es
autor en su casa. Claro que, en mi
casa, nunca ha habido tradición lectora. No sé en el siglo XVII, pero mis
abuelos y bisabuelos no legaron biblioteca alguna. La única duda es mi abuelo
Arsenio que he oído que le gustaba leer las obras de teatro de Arniches. Yo me
siento de mis abuelos muy orgulloso tal como fueron. Y en Huesca las familias
preferían salir a pasear antes que sentarse a leer un libro, y me parece muy
bien. No tengo la menor crítica que hacer. Es algo de lo que no me avergüenzo
lo más mínimo, al revés.
El
resto de los libros pasará a una mezcla de vecinos, amigos, clérigos o quizá
ninguno de los citados.
P. FORTEA
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