El Papa Francisco llamó a la sociedad a tener una “sensibilidad renovada” hacia las personas que sufren problemas de salud mental, y a la vez superar todo “estigma” y “mentalidad del descarte” en contra de éstas.
El Santo Padre envió este
mensaje a quienes participan este viernes 25 de junio de
la Segunda Conferencia Nacional de Salud Mental, promovida por el Ministerio de
Sanidad italiano, y cuyo tema fue: “Por una salud
mental comunitaria”.
“Espero que el Simposio, al que contribuyen
destacados expertos, suscite en las instituciones, en los organismos educativos
y en los distintos sectores de la sociedad una
sensibilidad renovada hacia quienes sufren problemas de salud
mental, con el fin de infundir una mayor confianza en tantos de
nuestros hermanos y hermanas marcados por la fragilidad”, fue el llamado del Papa Francisco.
También dijo que “se trata de ayudar a superar
plenamente el estigma con el que a menudo se ha marcado a la
enfermedad mental y, en general, de hacer prevalecer la cultura de la comunidad sobre
la mentalidad del descarte, según la cual se presta mayor atención y
cuidado a quienes aportan ventajas productivas a la sociedad, olvidando que los
que sufren hacen resplandecer en sus vidas heridas la belleza irreprimible de
la dignidad humana”.
El Papa Francisco señaló que este evento da “la
oportunidad de expresar la estima de la Iglesia y mi propia estima personal por
los médicos y los trabajadores de la salud que se dedican a este delicado
campo”.
Reconoció el “compromiso” de los
profesionales de la salud para “responder a las
condiciones de quienes padecen trastornos mentales y ofrecerles un tratamiento
adecuado es un gran bien para las personas y para la sociedad”.
No obstante, recordó que es de “suma
importancia ser cada vez más conscientes de las exigencias profesionales y
humanas necesarias para atender a estos hermanos”, quienes “han sentido con una gravedad particular los devastadores
efectos psicológicos de la pandemia”.
“Por lo tanto, es deseable que, por un lado, se
refuerce el sistema sanitario de atención a las enfermedades mentales,
sosteniendo también a quienes se dedican a la investigación científica de esas
patologías, y por otro lado, promoviendo las asociaciones y organizaciones de
voluntarios que acompañan a los enfermos y a sus familias”, fue uno de los pedidos del Papa Francisco.
En ese sentido, recordó la importancia de “hacer
partícipe al contexto vital en el que se encuentra el paciente, para que no le
falte el calor y el afecto de una comunidad”.
“El mismo profesionalismo médico se beneficia del
cuidado integral de la persona. Cuidar al prójimo, en efecto, no es solo un
trabajo cualificado, sino una misión verdadera y propia que se cumple
plenamente cuando el conocimiento científico se encuentra con la plenitud de la
humanidad y se traduce en la ternura que sabe acercarse a los demás y
preocuparse por ellos”, acotó el Santo Padre.
Referente a la crisis sanitaria mundial, señaló que la pandemia de
coronavirus “ha enfrentado al personal sanitario a
enormes retos, mostrando a todos la necesidad de contar con fórmulas adecuadas
de asistencia sanitaria para no dejar a nadie atrás y atender a todos de forma
inclusiva y participativa”.
“La Conferencia Nacional va en esta dirección y, al
darles las gracias a ustedes y a todos los que, a distintos niveles, se
comprometen a aliviar el dolor de los que sufren, quiero expresarles mi
caluroso apoyo para continuar en el camino fecundo de la atención solidaria”, agregó el Pontífice.
Finalmente, formuló sus “mejores deseos para
las jornadas de estudio e intercambio que les esperan”.
“Les aseguro mi recuerdo en la oración por los
pacientes, sus familias, los voluntarios y todo el personal sanitario, al
tiempo que invoco de corazón sobre cada uno la bendición de Dios”, concluyó.
POR DIEGO LÓPEZ
MARINA | ACI Prensa
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