El hombre como la mujer tienen formas muy diferentes de reaccionar, de captar la verdad, y de vivir la fe.
Por: P. Felipe | Fuente: Catholic.net
Vemos, como de repente, se producen problemas
entre un matrimonio, que podían haberse evitado, sí estuviésemos conscientes de
las diferencias que existen en la manera de pensar y actuar del hombre y la
mujer. Estas diferencias no deben de asustarnos, sino, todo lo contrario, pues
en ellas radica la manera de complementarnos el hombre y la mujer.
El hombre y la mujer fueron creados a imagen y semejanza de Dios, lo cual nos
da una misma dignidad. Es decir, somos personas con igual dignidad, ni uno, ni
otro es superior como ser humano.
Dios nos creó diferentes, en cuanto a los rasgos propios, pero de tal manera
que nos complementemos. En ello se encuentra la belleza de la relación entre el
hombre y la mujer.
De hecho, el hombre como la mujer tienen formas muy diferentes de reaccionar,
de captar la verdad, de vivir la fe... y si analizamos esto, podremos entender
reacciones de nuestra pareja que a simple vista no las podamos comprender.
Vamos a reflexionar sobre
estas diferencias
Elementos generales:
- Características
masculinas
Actividad
Deseo de dominar
Exigir derechos
Deseo de dirigir, de conducir
Impaciencia, precaución
Deseo de cambiar las cosas
- Características
femeninas
Pasividad
Sometimiento
Bondad
Perseverancia
Precavida
Deseo de conservar la tradición
Elementos
fisiológicos
- Características
masculinas
El hombre está hecho para producir vida,
Para crearla, recogerla y hacerla germinar
Y perfeccionarla.
- Características
femeninas
La mujer está hecha para conservarla, para sembrarla.
Elementos
sensitivos
- Característica
masculinas
Apasionamiento
Deseo de amar y cortejar
Espíritu de aventura
Capta lo general, lo grande, lo lejano. El hombre prefiere lo razonable.
El peligro lo excita.
- Característica
femeninas
Afectividad
Deseo de ser amada y cortejada
Castidad, fidelidad.
Capta lo particular, los detalle, lo pequeño.
La mujer prefiere lo verdadero, lo bello, lo bueno.
El peligro la desconcierta.
Elementos
Intelectuales
- Característica
masculinas
Piensa con lógica
Mira al futuro
Se interesa por las cosas
Vive de ideas y planes
- Características
femeninas
Actúa con la lógica del corazón, del sentimiento.
Mira, preferentemente al presente, al pasado.
Se interesa por las personas, comprende y se compadece.
Vive de experiencias.
Elementos
volitivos (de la voluntad)
- Características
masculinas
La voluntad del hombre tiende a su objetivo
El hombre se convence con razones.
Obra más conforme a la realidad de los hechos.
El hombre teme al sufrimiento.
- Características
femeninas
La voluntad de la mujer se influencia
por lo personal.
La mujer se convence llegándole al corazón.
Obra más movida por compasión y misericordia.
La mujer enfrenta con mayor resistencia el sufrimiento.
Elementos
religiosos
- Características
masculinas
El hombre trata de conocer a Dios
El hombre ora con la cabeza.
Cuando se convence del ideal religioso y de su seguimiento, se entrega totalmente.
- Características
femeninas
La mujer trata de sentir a Dios
La mujer ora con el corazón
Vive en torno al ideal religioso,pero se fija más en las circunstancias que la rodean que en el mismo ideal.
En resumen, el objetivo de comentar todas estas
características que distinguen a los hombres de las mujeres, es darnos cuenta,
que a pesar de ser diferentes, uno necesita del otro y viceversa, y el ser
diferentes hacen que su relación se enriquezca. A pesar de las diferencias
físicas y emocionales, no olvidemos que Dios creó al hombre y a la mujer con
igualdad de dignidad como personas.
En la Biblia, en el antiguo testamento, el Génesis dice:
"No es bueno que el hombre esté sólo, dijo
Dios, hagámosle una compañera... y de su misma costilla formó a la mujer, la presentó al hombre, quién exclamó: ésta sí que es hueso de mis huesos, carne de mi carne".
Descubrirnos mutuamente como diferentes y complementarios es sabiduría humana y
cristiana. Dios nos hizo compañeros del camino, para ayudarnos, acompañarnos y
complementarnos.
Aplicaciones en la vida
diaria:
Para vivir acertadamente nuestra diferencia y complementariedad entre hombre y
mujer:
- Primero, hay que aceptar realmente que hemos sido
creados diferentes por Dios;
- Segundo, respetar la dignidad de la otra persona y sus
valores propios
- Tercero; descubrir y apreciar lo que nos une y nos complementa.
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