El Papa Francisco otorgó la coronación pontificia a la imagen de Nossa Senhora do Amor Divino (Nuestra Señora del Divino Amor), patrona de la Diócesis de Petrópolis, con motivo de los 75 años de creación de esta circunscripción eclesiástica ubicada en Río de Janeiro (Brasil).
El Obispo de Petrópolis, Mons. Gregório Paixao, anunció la noticia
durante la celebración de la Misa Crismal el pasado 1 de abril, y afirmó que es
una gran gracia no solo para la Iglesia diocesana, sino para el país.
Como explica el decreto diocesano del año jubilar, “con la Coronación Pontificia, el Sucesor de Pedro
reconoce oficialmente la devoción a Nuestra Señora del Divino Amor,
extendiéndola a todo el mundo católico”.
El P. Thomas Andrade Gimenez Dias, consejero eclesiástico de Liturgia,
informó al sitio web de la Diócesis de Petrópolis que “el
13 de febrero, la Santa Sede otorgó esta gracia a la histórica y milagrosa
imagen de Nuestra Señora del Divino Amor, venerada en el Santuario de Corrêas”.
El sacerdote explicó que la coronación pontificia es el reconocimiento
del Papa a una devoción mariana vinculada a una imagen venerada en una región. “Con este reconocimiento del Papa Francisco se anima a la
Diócesis de Petrópolis a incrementar la devoción a la Santísima Virgen del
Divino Amor, venerada en la región de Petrópolis desde 1751”, dijo.
El P. Thomas Andrade dijo que algunas otras imágenes de la Virgen María
en Brasil ya recibieron esta gracia pontificia.
Entre ellas están “la imagen de Nuestra
Señora Aparecida, en 1904; la imagen de Nuestra Señora del Monte Carmelo de
Recife, en 1919; la imagen de Nuestra Señora del Pilar de San Juan del Rey en
1954; y la imagen de Nuestra Señora del Monte Carmelo de Mariana, en 1961”, dijo.
“La histórica imagen de Nuestra Señora del Divino
Amor ahora también disfruta de esta decoración especial”, agregó.
HISTORIA DE LA DEVOCIÓN
MARIANA EN LA DIÓCESIS
Mons. Paixao señaló que la coronación pontificia se realiza exactamente
270 años después de la inauguración de la primera capilla dedicada a Nuestra
Señora del Divino Amor.
La capilla fue construida por Manoel Antunes Goulao en su finca, pues la
familia tenía una gran devoción a esta advocación mariana. Se cuenta que la
finca prosperó, la capilla se popularizó y pronto empezaron a suceder los
primeros milagros por intercesión de la Virgen María.
En 1782, la hija de Goulao, Brites Maria de Assumpcao, y su esposo
Manoel Correa da Silva decidieron trasladar la sede de la finca a otro lugar.
Allí, su hijo, el P. Correa, construyó la Capilla de Nuestra Señora del Divino
Amor.
A un kilómetro de la capilla había una ermita cuya construcción comenzó
en el siglo XIX, pero sufrió varios cambios estructurales a lo largo de las
décadas hasta 1930. Allí, se llevaron el retablo antiguo y el altar de la
capilla que construyó el P. Correa, así como la imagen de Nuestra Señora del
Divino Amor.
La Diócesis de Petrópolis fue creada el 13 de abril de 1946. En 1948,
Mons. Manoel Pedro da Cunha Cintra asumió el cargo de primer obispo diocesano,
y desde entonces confió su ministerio episcopal y toda la diócesis al cuidado
de Nuestra Señora del Divino Amor.
El Prelado tenía el sueño de construir un seminario diocesano y, como
sabía de los milagros realizados por la intercesión de Nuestra Señora del
Divino Amor, visitó su capilla para arrodillarse y pedirle su intercesión para
que se les conceda el milagro de su construcción.
Desde entonces, todos los sucesores de Mons. Cintra, tras tomar posesión
del cargo, visitan la iglesia de Correas, que actualmente es un santuario
diocesano y custodia la imagen original de Nuestra Señora del Amor Divino, para
consagrarse a ella.
INDULGENCIA PLENARIA
Asimismo, con motivo del Año Jubilar de la Diócesis de Petrópolis que
continúa hasta el 14 de abril de 2022, el Papa Francisco concedió una
indulgencia plenaria “a quienes, desprendidos de
todo pecado, participen en las celebraciones y peregrinaciones” a la
catedral y también “en las celebraciones jubilares”
o que “recen durante un tiempo”.
Es importante recordar que se establecieron “otros
templos jubilares en los que se puede aprovechar la indulgencia plenaria”,
entre ellos están las iglesias sedes de la Diócesis de Petrópolis, el oratorio
principal del Seminario de Nuestra Señora del Divino Amor de Petrópolis, el
Santuario Diocesano del Señor Buen Jesús de Matozinhos y el lugar llamado Poço
Bento, en Magé, por donde pasaba San José de Anchieta.
Se recuerda que para obtener la indulgencia plenaria es necesario
cumplir las condiciones de la confesión, la Santa Comunión y la oración por las
intenciones del Santo Padre.
Traducido y adaptado por Cynthia
Pérez. Publicado originalmente en ACI Digital.
Redacción ACI Prensa
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