En la práctica les está invitando a hacerlo
El obispo de
Essen, Mons. Franz-Josef Overbeck, ha declarado en una entrevista que los
sacerdotes de su diócesis no deben esperar ninguna consecuencia si se oponen a
la prohibición de bendecir las uniones homosexuales. «No haré nada», dijo el
obispo del Ruhr. «No suspendería ni pondría otras sanciones eclesiásticas a un
sacerdote de la diócesis» si bendijera una relación homosexual.
(CNAd/InfoCatólica) «Hay muchas bendiciones
para las parejas del mismo sexo», dijo Overbeck en la entrevista de la WDR sobre la Semana Santa. También
admitió que la cuestión no era el rechazo de las personas homosexuales, sino la
cuestión de «la forma de convivencia de las
personas homosexuales». En esta cuestión, la iglesia en el
mundo se encuentra, en su opinión, «en culturas muy diferentes». El obispo parece ignorar que no
se trata de una cuestión cutlural sino esencialmente doctrinal y que no es
posible una Iglesia unida si cada obispo hace lo que le parece oportuno
independientemente de cuál sea el dogma y la moral católicos.
La abierta oposición de un
grupo importante de obispos alemanes -y de organismos y medios de comunicación
financiados por ellos- a la confirmación por parte del Vaticano, a través de la
Congregación para la Doctrina de la Fe, de que las uniones homosexuales no
pueden ser bendecidas en la Iglesia católica lleva días causando revuelo
en todo el mundo. Algo que habría resultado impensable hace tan solo unos
pocos años, hoy ha alcanzado unas dimensiones muy importantes, sobre todo en
países centroeuropeos, señal del avance dramático de la apostasía en ellos.
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