GIORGIO NICOLINI REFUTA LOS ARGUMENTOS ESGRIMIDOS PARA ATENUAR EL PRODIGIOSO HECHO
La Casa de la Virgen se encuentra protegida por una estructura albergada por la basílica de Loreto.
Uno de
los mayores milagros de la Historia es la traslación de la Casa de la Virgen
desde Nazaret a Loreto. El hecho está respaldado por abundantes pruebas
testimoniales y físicas, que recoge en un reciente artículo el portal
mariano Cari
Filii:
En el santuario de Loreto, en Italia, se
conserva la Santa Casa de la Virgen María en Nazaret. En ella recibió y aceptó el anuncio del
arcángel Gabriel de
que sería la Madre de Dios. La Santa Casa llegó hasta su ubicación actual en
una traslación milagrosa que tuvo lugar en el siglo XIII, reconocida por
numerosos Papas y que tiene su propia memoria litúrgica.
Giorgio Nicolini, profesor
de Religión y director de Tele María, ha consagrado su vida
al estudio de la excepcional reliquia lauretana. Recientemente ha publicado un
estudio sobre ella con prólogo del cardenal Angelo Comastri, y con ese motivo ha sido entrevistado por Daniele Barale en Tempi,
una extensa conversación sobre los argumentos que prueban el carácter histórico
de este hecho sobrenatural.
Hay tres elementos probatorios distintos. Primero, la concordancia
entre las tres paredes del Santuario de Loreto y lo que queda de la casa en la
Basílica de la Anunciación en Nazaret (los basamentos y el hueco en la gruta
que hacía de cuarta pared). Segundo, las pruebas de la propia Traslación. Y tercero, la réplica a los argumentos aducidos para negar la
Traslación sobrenatural, sustituyéndola por una "piadoso"
pero muy humano transporte de algunas piedras.
PERFECTA
CORRESPONDENCIA NAZARET-LORETO
Entre
1962 y 1965 se llevó a cabo en el santuario de Loreto un
estudio arqueológico dirigido por el profesor Nereo Alfieri (1914-1995) en coordinación con el Studium
Biblicum Franciscanum de Jerusalén, que corroboró: 1)
que las medidas de las tres paredes y el espesor de los muros coinciden con los
basamentos de la casa en Nazaret; 2) que las piedras de la Santa Casa son
típicas de Palestina y trabajadas con técnicas específicas locales; 3) que las paredes reposan sobre una zanja que había en el lugar
donde fueron depositadas, no sobre un suelo preparado para una nueva
construcción; y 4) que las piedras están
selladas con mortero de cemento típico de Palestina, y según una técnica propia del pueblo de
los nabateos y desconocida entonces en Italia y uniforme en todos los puntos,
lo cual excluye una traslación humana ladrillo a ladrillo, porque se habría
puesto de manifiesto una diferencia en la composición química del mortero.
LOS
TESTIGOS DE LA TRASLACIÓN
En 1291,
tras la caída de la ciudad cruzada de San Juan de Acre, el Reino Cristiano de
Jerusalén quedó a merced de los musulmanes, y la Casa de Nazaret, lugar de
peregrinación durante trece siglos, corría un peligro cierto de
ser profanada. En la noche del 9 al 10 de mayo unos ángeles la
tomaron desde sus cimientos y la depositaron en Tersatto, hoy un barrio de Rijeka (Fiume, en italiano), en
Croacia.
De allí pasó a Ancona en
1295 y luego al bosque de una señora llamada Loreta,
en la llanura donde hoy se alza la ciudad de Loreto, cuyo nombre remite
precisamente a esa primera propietaria. En 1296, los ángeles la dejaron un
tiempo en el campo de dos hermanos y finalmente en medio de una
calle, que es su ubicación actual, bajo
la cúpula del templo allí construido.
Cada una de estas cinco traslaciones cuenta con numerosos "testigos
oculares", explica Nicolini, que fueron "rigurosamente controlados por los obispos locales de la época, quienes emitieron pronunciamientos canónicos
de veracidad en escritos oficiales". En los tiempos inmediatos se
erigieron, consagradas a estos hechos, diversas iglesias autorizadas por sus
respectivos obispos: Fiumi, Ancona, Recanati,
Macerata y Nápoles, entre otros.
Las aprobaciones pontificias se sucedieron enseguida: Nicolás IV en 1292 y Bonifacio VIII en 1294. Y
no han cesado hasta hoy. Primero, con la memoria litúrgica del milagro, que se festeja el 10 de diciembre. Siglos
después, en 1920, cuando el vuelo entró a formar parte de la vida cotidiana de
los hombres, Benedicto XV proclamó
a Nuestra Señora de Loreto como Patrona de la Aviacion.
Y Juan Pablo II en 2005, Benedicto XVI
en 2013 y Francisco en
2019 con el Año Lauretano en el que aún estamos
-prolongado por la pandemia-, se han referido al Santuario como la
auténtica casa en la que nació y vivió la Virgen María y recibió el anuncio de
la Encarnación.
Particularmente expresiva es la bula Inter Omnia del 26 de agosto de 1852, en la cual el Papa Pío IX da
como hecho probado que "en Loreto se venera la
Casa de Nazaret, tan querida para el corazón de Dios, fabricada en Galilea y más
tarde separada de su basamento y, por el poder de Dios, transportada muy lejos,
más allá de los mares, primero a Dalmacia [en la actual Croacia] y luego a
Italia".
Incluso hay una confirmación en una revelación privada,
la que recibió Santa Catalina de Bolonia el 25 de marzo de 1440,
quien afirmó haberle sido revelado por el Señor que la Santa Casa "fue transportada por un coro de ángeles", primero a Dalmacia y luego a Loreto.
¿POR
QUÉ A LORETO?
¿Y por qué a ese lugar de Italia? Nicolino
recuerda que la región de las Marcas, bañada por el Adriático en el centro
oriental de la península itálica, jugó un papel fundamental en la expansión del
primer cristianismo. "Ancona fue
una de las primeras ciudades del mundo que recibió y acogió el anuncio de la fe
cristiana, entre los años 35 y
40", dice.
Entonces ya jugó un papel decisivo una milagrosa reliquia que aún se conserva: una
piedra
que golpeó al protomártir San Esteban. El objeto
llegó a Ancona (localidad situada 30 km al norte de Loreto) de manos de un
marinero judío que lo dejó allí obedeciendo "una
revelación que había recibido". La piedra fue custodiada en un
santuario célebre en todo el Mediterráneo por los milagros que en él sucedían,
como recoge San Agustín (354-430)
en una homilía en la catedral de Hipona.
En atención a su fe primigenia, Ancona fue distinguida por el cielo con numeras
reliquias, santos y milagros, que luego se repitieron en Loreto. Como señala el
propio Pío IX, esa "venerada y augustísima
Casa, consagrada por los divinos misterios, iluminada por innumerables
milagros, honrada por la afluencia de los pueblos, extiende ampliamente por la
Iglesia universal la gloria de su nombre y conforma un objeto de culto para todas las
naciones y para todas las razas humanas". Su
consideración como "objeto de culto" confirma
la condición de reliquia de la Santa Casa.
LOS
INTENTOS DE DESNATURALIZAR EL MILAGRO
Pese a
todos estos datos, en los últimos años se ha difundido, incluso en ambientes
católicos, y se han difundido en el mismo entorno del santuario, hipótesis que cuestionan o mitigan la sobrenaturalidad y carácter milagroso de la presencia de la Casa de Nazaret en
Loreto.
Vale la pena reproducir íntegra la respuesta de
Nicolini a esas suposiciones:
"En realidad, estas hipótesis carecen de
documentación al respecto, y son 'insostenibles' e 'imposibles',
tanto por las razones históricas mencionadas anteriormente, como por razones
arqueológicas, arquitectónicas y científicas.
»Hay que aclarar de inmediato que la utilización de un documento (el Chartularium
Culisanense, n.181), en el que se ha querido basar la hipótesis de un
traslado humano de, únicamente, unas 'piedras
santas' de la Santa Casa
por parte de la noble familia de Epiro apellidada Angeli [Ángeles] es, como he
demostrado en mi libro, una 'falsedad histórica' y,
además, no tienen ningún coherencia desde el punto de vista de la prueba. Todo
ello ha sido confirmado por otros estudios incuestionables, como el del profesor Andrea Nicolotti, del Departamento de Estudios Históricos
de Turín.
»Estas hipótesis -que son realmente
desacralizadoras- acerca de un traslado humano, que implicaría el desmontaje de los muros de
la Santa Casa en bloques de piedra individuales en Nazaret y el posterior montaje, primero en Croacia y, después, en otras cuatro
ubicaciones de la costa adriática, tras recorrer más de 3000 km. por tierra y
mar, son del todo imposibles desde el punto de
vista 'temporal'.
»Lo atestigua la simultaneidad verificada
de las fechas de salida de Nazaret (el 9 de mayo de 1291) y de llegada a
Tersatto (el 10 de mayo de 1291), como indica una lápida de la época. ¡En una sola noche no se pueden recorrer 'de manera
humana' y con 'medios humanos' casi 3000 km y transportar una Casa, o partes de
ella, de un lugar a otro!
También resultaría imposible una tal operación de 'desmontaje'
y 'montaje', realizada además en cinco ubicaciones distintas, en
Croacia y en Italia. De hecho, el análisis químico de la argamasa,
en los puntos donde actualmente une las piedras, presenta características
químicas especiales, propias de la zona de Nazaret, y una homogeneidad del material de los
muros que excluye
cualquier posibilidad de ese hipotético 'desmontaje' y 'montaje'
de los muros de piedra. La argamasa que mantiene unidas
las piedras es uniforme en todos los puntos
y está constituida por sulfato de calcio hidratado (yeso) empastado con
polvo de carbón de leña, según una técnica de la época conocida en Palestina
hace dos mil años, pero que nunca se había utilizado en Italia.
»Por consiguiente, la Santa Casa nunca
fue 'descompuesta' en bloques, sino que llegó a Loreto
-después de otras 'traslaciones misteriosas' anteriores-
con las piedras unidas con la misma argamasa utilizada hace más de dos mil años
en Nazaret, tal como se presenta actualmente.
»La ubicación final en una calle de Loreto, donde
aún se encuentra, también es humanamente imposible, como
han atestiguado todos los arqueólogos y arquitectos que han examinado, a lo
largo de los siglos, el subsuelo de Santa Casa y la calle en la que 'se posó'.
»El arquitecto Giuseppe Sacconi (1854-1905)
declaró, por ejemplo, que había constatado que 'la
Santa Casa está apoyada, por una parte, encima de la extremidad de una calle
antigua y, por la otra, está suspendida sobre el foso contiguo'. Dijo,
además, que sin entrar en cuestiones históricas o religiosas, había que admitir
que la Santa Casa no podía haber sido construida, tal como está, en el lugar
donde está ubicada (Annali Santa Casa, 1925, n.1).
»Un dato relevante a este respecto, y que demuestra
que las tres Santas Paredes 'se posaron' sobre la calle y
no fueron reconstruidas, es la singularidad de un arbusto espinoso que había en
el borde de la calle en el momento del impacto y que quedó aprisionado.
»Otro insigne arquitecto, Federico Mannucci (1848-1935),
al que el Sumo Pontífice Benedicto XV le encargó que examinara los cimientos de
la Santa Casa con ocasión de la renovación del suelo tras el incendio de 1921,
escribió, afirmando perentoriamente en su Informe de 1923, que es 'absurdo solo pensar' que pudiera ser transportado
'con medios mecánicos' (Annali Santa Casa, 1923, 9-11); añadió que 'es sorprendente y extraordinario el hecho de que el
edificio de la Santa Casa, aun sin tener ningún cimiento y estar ubicado sobre
un terreno que no tiene consistencia, que está suelto y sobrecargado, aunque parcialmente, por el peso
de la bóveda construida en lugar del techo, siga inalterado, sin
ceder lo más mínimo y sin ninguna grieta en los muros' (Annali
Santa Casa, 1932, 290).
»El arquitecto Mannucci sacó las siguientes
conclusiones: 1) los muros de la Santa Casa de Loreto están formados por
piedras de Palestina cementadas con la argamasa utilizada en dicha región; 2) es absurdo pensar en un transporte mecánico; 3) la construcción de la Santa Casa en el lugar donde
se encuentra se opone a todas las normas de construcción
y a las mismas leyes de la física.
»Por consiguiente, si la Santa Casa de Nazaret por
entero no pueden haberla 'transportado' hombres, solo puede haber sido
transportada 'de manera milagrosa' por obra
de la Omnipotencia Divina, mediante el 'ministerio
angélico', como siempre ha testimoniado y transmitido la 'tradición', y como ha sido aprobado por 'verídico' por todos los Sumos Pontífices, durante siete
siglos, desde los orígenes hasta la actualidad". (Traducción cortesía de Helena
Faccia Serrano.)
No queda, pues, lugar razonable para la duda. Sin un solo dato incompatible con
la Traslación y numerosos respaldándola, puede hablarse de un hecho
sobrenatural y milagroso, sin explicación humana creíble. Y de
Loreto como un lugar imprescindible de peregrinación,
con la seguridad de estar contemplando el primer entorno familiar de la
Santísima Virgen, su hogar hasta que nació Jesús.
Publicado originalmente en el portal mariano Cari
Filii.
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