La inmensa mayoría de los minerales se encuentran en la naturaleza en forma de cristales.
El sistema solar se formó a
partir de una nebulosa de polvo y gases que creó una esfera incandescente que
fue el sol y posteriormente los restos de esa nebulosa protosolar condensaron
los distintos planetas de sistema. La Tierra se formó hace unos 4500 millones
de años aproximadamente.
Desde entonces la extraordinaria
energía interna del planeta se va relajando creando minerales. Hace 4420
millones de años se creó la corteza del planeta formado fundamentalmente por
minerales característicos de rocas volcánicas tales como el olivino, un
silicato de magnesio y hierro y los piroxenos, otros silicatos de diversos
cationes. Más tarde, hace unos 4400 millones de años se comenzó a condensar
agua sobre el planeta y se crearon nuevos minerales como algunas arcillas, el
cuarzo y los sulfuros. La progresiva oxigenación del planeta legó nuevos
minerales como los sulfatos y los carbonatos y un vuelco importante en la
diversidad mineralógica tuvo lugar hace 2500 millones de años con el llamado
Gran Evento de Oxigenación, un evento que se cree está relacionado con la
expansión de los organismos fotosintéticos.
Hoy en día se conocen casi cinco
mil especies minerales. La inmensa mayoría de ellos están localizados en la
superficie terrestre, de la que los silicatos representan casi el 90%.
La inmensa mayoría de los
minerales se encuentran mezclados en rocas policristalinas. Los cristales de
las rocas tienen pocas veces más allá del milímetro de tamaño y al haberse
formado simultáneamente a partir de una salmuera, un vapor o gas o una lava
fundida, chocaron unos con otros durante su crecimiento y su forma es irregular
y poco atractiva. Sin embargo, para estudiarlos al microscopio, los científicos
preparan láminas muy delgadas de pocas micras de espesor para hacerlos
transparentes a la luz visible y poderlos observar en el microscopio. Cuando
esas láminas se estudian con polarizadores los colores que se forman son los
más puros posibles y la belleza de esas fotografía es impar.
En pocos casos los cristales
minerales han crecido libremente para mostrar la simetría en todo su esplendor.
Pero cuando lo hacen, su belleza es incuestionable. Ya sean cristales de
minerales considerados como gemas o sea un simple cristal de cuarzo de los
Alpes o una dendrita de pirolusita.
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