miércoles, 13 de enero de 2021

LA EDAD MEDIA, ¿OSCURA? EL PROGRESO TECNOLÓGICO, MORAL Y CULTURAL QUE IMPULSÓ LA IGLESIA CATÓLICA

RODNEY STARK DESMONTA LA LEYENDA NEGRA CONTRA LA IGLESIA QUE AÚN PREVALECE.

El Nombre de la Rosa, película protagonizada por Sean Connery mostraba este "oscurantismo" de la Edad Media.

Una de las grandes leyendas negras que pesan sobre la Iglesia Católica es la acusación de haber creado la “Edad Oscura”, el dominio que ejerció durante la Edad Media con siglos de ignorancia, fanatismo y freno del progreso científico e intelectual.

Esta percepción de la Edad Media sigue presente en millones de personas e incluso en los libros de texto escolares, a pesar de que numerosos historiadores han evidenciado los enormes avances que se produjeron en estos siglos y que conformaron la sociedad occidental.

Gran culpa la tienen pensadores de la Ilustración y posteriores, que pretendían aupar sus ideas frente a lo realizado en siglos anteriores. De ahí que a esta “Edad Oscura” la sucediera el Renacimiento y la era de las Luces, en clara contraposición de la Edad Media.

Veamos quien fue creando esta idea. Voltaire describió estos siglos como una etapa histórica en la que la “barbarie, la superstición y la ignorancia cubrían la faz del mundo”. Rousseau señalaba que en la Edad Media “Europa había recaído en la barbarie de las edades antiguas. Los habitantes de esta parte del mundo vivían hace algunos siglos en una condición peor que la ignorancia”. O Edward Gibbon, que afirmaba también la caída de Roma había sido “el triunfo de la barbarie y la religión”. Y en todos ellos se veía la animadversión a la Iglesia que tanto tuvo que ver en realidad en los avances de estos siglos.

Sin embargo, el doctor en Sociología y gran experto en Historia, Rodney Stark, ha desmontado esta leyenda negra sobre la Edad Media y la Iglesia en varios libros, la última vez en Falso Testimonio. Denuncia de siglos de historia anticatólica (Sal Terrae).

Stark ha escrito cuarenta obras y obtuvo el doctorado por la Universidad de Berkeley (California), en la que trabajó como investigador en el Survey Research Center y en el Center for the Study of Law and Society. Más tarde fue profesor de Sociología y Religión Comparada en la Universidad de Washington. Desde 2004 trabaja en la Baylor University. Stark ha sido presidente de la Society for the Scientific Study of Religion y de la Association for the Sociology of Religion, y ha recibido numerosos premios nacionales e internacionales por su eminente trabajo. Educado como luterano, se ha identificado como agnóstico pero recientemente se autodenomina "cristiano independiente".

De este modo, este experto estadounidense asegura que la Edad Media no sólo no representó ninguna “caída” en “Edades Oscuras” sino que –como aseguraba el historiador francés Jean Gimpel- fue “una de las edades de la humanidad que destacó por su fuerte carácter innovador”. En este periodo la tecnología se desarrolló y se puso al servicio del hombre “en una medida que ninguna civilización había conocido anteriormente”.

Los molinos de viento, y también de agua, fueron inventos realizados en la Edad Media que mejoraron la vida de las personas.

El profesor White, profesor de Historia Medieval en Priceton, Stanford y la Universidad de California afirmaba que fue en estos supuestos siglos oscuros cuando Europa dio el gran salto tecnológico que la puso por delante del resto del mundo.

En opinión de Stark, muchos de los que han defendido esta leyenda negra han sido incapaces de valorar o percibir aspectos prácticos esenciales de la vida real. De ahí que les pasase desapercibidas revoluciones en campos como la agricultura, el armamento, la práctica de la guerra, la energía no humana, el transporte, la fabricación de productos o el comercio.

Pero además del progreso tecnológico, el historiador destaca el progreso moral de la Edad Media. Pone un ejemplo: la esclavitud. “En el momento de la caída de Roma la esclavitud estaba vigente en toda Europa; al llegar al Renacimiento, la esclavitud hacía tiempo que había desaparecido”.

Pero si hay algo que le llama la atención de los defensores de esta leyenda negra es su olvido de los avances en la cultura superior y el enorme progreso que se experimentó en la música, el arte, la literatura, la educación y la ciencia.

A continuación, Stark hace un pequeño resumen de tres ámbitos destacados en la Edad Media: el progreso tecnológico, el progreso moral y el progreso en cultura superior.

PROGRESO TECNOLÓGICO

En este punto el historiador se centra en algunos avances muy concretos realizados durante la Edad Media pero que transformaron la vida de las personas de aquella época y mejoraron considerablemente la vida de las generaciones posteriores.

Pone el ejemplo de la utilización del agua y el viento como fuentes de energía. Los romanos prefirieron el trabajo manual realizado por esclavos. Un inventario del siglo IX mostraba que un tercio de las haciendas situadas a lo largo del río Sena en París poseía molinos de agua, la mayoría en propiedades de la Iglesia. En 1086 en la actual Inglaterra se informaba de la existencia de al menos 5.624 molinos de agua operativos, uno cada 50 familias. Por otro lado, en esta “Edad Oscura” se construyeron numerosas presas o embalses. Pero si esto pasaba con el agua lo mismo ocurrió con el viento y los miles de molinos de viento que aparecieron por toda Europa.

En la Edad Media, uno de los aspectos más importantes fue la revolución en la agricultura. Se introdujo el sistema de rotación trienal de los cultivos, incrementándose así la producción. Se inventó el arado pesado mientras en los monasterios se iniciaba la reproducción selectiva de las plantas, gracias a la cual se  consiguieron cosechas más abundantes y resistentes. Gracias a estos logros se pudo alimentar mucho mejor a una población creciente y que empezaba a congregarse en zonas urbanas de mayor tamaño.

PROGRESO MORAL

Todas las sociedades clásicas fueron esclavistas, también muchas de las indias antes de que llegara Cristóbal Colón en 1492 a América.  Pero Stark recuerda que en medio de este esclavismo universal “sólo una civilización rechazó alguna vez la servidumbre de los seres humanos: el cristianismo”.

La primera vez que de verdad la esclavitud fue suprimida en todo el mundo no fue en el Renacimiento o la Ilustración, sino durante esta supuesta Edad Oscura, asegura el historiador. Esto precisamente lo llevaron a cabo líderes de la Iglesia que por primera vez otorgaron los sacramentos –excepto el de la ordenación sacerdotal- a todos los esclavos.

Santa Batilda, esposa del rey Clodoveo II, luchó contra la esclavitud, y hoy es santa.

Otro factor fue el de los matrimonios mixtos, como el del año 649 entre Clodoveo II, rey de los francos, y su esclava británica Batilda. Al morir él, ella quedó como regente, donde aprovechó para organizar una campaña contra el comercio de esclavos y rescatar a los que sufrían esclavitud. La Iglesia la reconoció como santa.

Carlomagno se opondría a la esclavitud mientras que el Papa y otros importantes clérigos se hacían eco de la postura de Santa Batilda. En el siglo IX el obispo Agobardo de Lyon aseguraba: “Todos los hombres son hermanos (…) Nadie ha sido elevado por encima de los demás. No existe esclavo ni libre, sino que en todas las cosas y siempre lo único que cuenta es Cristo”.

PROGRESO EN CULTURA SUPERIOR

En la Edad Media fueron numerosos los avances en las artes y en el conocimiento científico, donde la Iglesia tuvo un papel central, motivo quizá por el cual Voltaire o Gibbon y el resto de defensores de la Ilustración han intentado caricaturizar este periodo histórico.

-Música: Stark señala que fueron músicos medievales los que inventaron la polifonía. Y aproximadamente en el siglo X se inventó y popularizó un sistema adecuado de notación musical que permitió que a partir de entonces la música pudiera ser interpretada por personas que nunca antes la hubieran escuchado.

La construcción de la majestuosa catedral de Chartres comenzó en el año 1194.

-Arte: la excepcional corriente artística que se inició en Europa en el siglo XI recibió el nombre de “románico”, nombre que le fue puesto en el siglo XIX, a pesar de que las que obras creadas eran completamente diferente a lo que habían hecho los romanos. La arquitectura, la escultura y la pintura románica fueron totalmente originales y revolucionarias en la época. Más tarde llegó el gótico y sus impresionantes catedrales, que llegaron a ser despreciadas por algunos críticos durante la Ilustración. Fueron igualmente artistas del siglo XIII los que empezaron a pintar con óleo sobre telas… y de ahí surgirían obras como las de Jan van Eyck.

-Educación: la universidad nació en esta Edad Oscura. Con esto queda todo dicho. Según Stark esta iniciativa cristiana se diferenció completamente de las academias chinas dedicadas a la formación de mandarines… Estas nuevas universidades no se preocupaban únicamente de impartir la sabiduría recibida. Durante este periodo,  los profesores hoy conocidos como “escolásticos” estaban interesados en la búsqueda de conocimiento. Así nacieron las primeras universidades como la de París (en la que enseñaron Alberto Magno y Tomás de Aquino) o Bolonia. Hacia 1200 nacerían la de Oxford y Cambridge y pocos años después la de Salamanca y otras muchas más.

-Ciencia: Varios historiadores han reivindicado que fue en el siglo XVI cuando se produjo una “revolución científica” después de que Copérnico propusiera el movimiento heliocéntrico del sistema solar. Sin embargo, Stark recoge el testimonio de especialistas en historia de la ciencia que han concluido que lo que entonces ocurrió, más que una revolución fue una evolución. Y cita a grandes precursores como Roberto Grosseteste, Roger Bacon, Guillermo de Ockham, Nicolás de Oresme o Nicolás de Cusa, todos ellos hombres de Iglesia.

Para acabar Rodney Stark cita al medievalista Warren Hollister (1930-1997) que en un discurso dijo de manera contundente y quizá un poco brusca: “En mi opinión, cualquiera que crea que la época que presenció la construcción de la catedral de Chartres, el nacimiento del parlamento y de la universidad fue una ‘edad oscura’ debe ser un retrasado mental, o, en el mejor de los casos, un ignorante profundo, a fondo”.

Javier Lozano / ReL

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