Obispo de la diócesis francesa de Fréjus-Toulon
Monseñor
Dominique Rey, obispo de la diócesis francesa de Fréjus-Toulon, ha firmado
junto a otros cuatro obispos y otros intelectuales cristianos una tribuna en el
periódico Le Figaro en la que solicitan al gobierno francés el levantamiento de
la prohibición de celebrar misas con fieles durante el confinamiento.
(Riposte Catholique/InfoCatólica) Con motivo de la tribuna
publicada en Le Figaró, Riposte Catholique se hace eco de la
entrevista a Mons. Rey.
¿PIENSA USTED QUE EL
GOBIERNO SE MUESTRA DEMASIADO INTRANSIGENTE AL IMPONER ESTAS RESTRICCIONES?
Existe una libertad
fundamental garantizada por la Constitución, que es la libertad de culto. Esta
no se agota en el hecho de poder ir a una iglesia, sino que también abarca la
posibilidad de asistir a los oficios religiosos. Ir a misa es central y
esencial en la vida de un cristiano. El enfoque adoptado por varios obispos y,
en particular, por el presidente de la conferencia episcopal, destaca el apego
fundamental de los cristianos a este encuentro [ndt.: la
misa] como parte esencial de su vida de fe. Creo que en el actual
contexto de confinamiento se pueden adoptar medidas sanitarias y precauciones
básicas que no atentan contra la libertad de culto.
USTEDES [NDT.: LA
CONFERENCIA EPISCOPAL DE FRANCIA] INTERPUSIERON EN EL MES DE JUNIO UN RECURSO
ANTE EL CONSEJO DE ESTADO QUE NO HA TENIDO ÉXITO. ¿POR QUÉ HACE EL GOBIERNO
OÍDOS SORDOS?
Atribuyo esta actitud al deseo
de evitar que este confinamiento derive en una crisis aún mayor que la que ya
hemos vivido. Hay una especie de angustia colectiva y el gobierno multiplica
las medidas para impedir la propagación del virus. Lo que resulta
contradictorio es que al mismo tiempo las grandes superficies comerciales
permanecen abiertas para cubrir las necesidades básicas, y también los
colegios, pero los fieles no pueden reunirse ni tan siquiera bajo requisitos sanitarios
estrictos. Existe una incoherencia y nosotros la vivimos como una injusticia.
ENTRE LOS FIRMANTES
DE LA CARTA DESTACA LA PRESENCIA SOBRE TODO DE CATÓLICOS Y NO DE PROTESTANTES.
¿HAY ALGUNA RAZÓN ESPECIAL PARA ELLO?
No, no ha habido ninguna exclusión
dado que existen asociaciones al margen de la Iglesia institucional en las que
puede haber personas de otras confesiones cristianas.
¿QUIERE EL GOBIERNO
EVITAR DAR LA IMPRESIÓN DE QUE FAVORECE A LOS CRISTIANOS EN COMPARACIÓN CON
OTROS CREYENTES Y, EN PARTICULAR, CON LOS MUSULMANES?
Ciertamente, todos los
creyentes se reúnen para celebrar sus oficios, sea en las sinagogas, en las
mezquitas o en otros locales de oración. Sin embargo, la forma en que se
plantean esas reuniones es de naturaleza muy diferente. En las iglesias
católicas hasta ahora no ha habido grupos especialmente identificados. La
situación particular del islam entraña riesgos en determinados grupos de
radicalización, lo que ha podido quizás contribuir a que el gobierno quiera
tratar de la misma manera a todas las comunidades de creyentes, para no
transmitir sensaciones que podrían ser, en el contexto actual, especialmente
delicadas en relación con ciertos agrupamientos de fieles, especialmente en
mezquitas salafistas. Las iglesias católicas están siempre abiertas y
controladas. En las iglesias católicas hemos adoptado muchas precauciones que
quizás no se hayan adoptado en otros lugares de culto.
USTED HA ESTABLECIDO
UN PARALELISMO ENTRE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN Y LA LIBERTAD DE CULTO, AMBAS
GARANTIZADAS POR EL LAICISMO. ¿CONSIDERA QUE LA NUEVA PUBLICACIÓN DE
CARICATURAS DE MAHOMA HA IDO DEMASIADO LEJOS EN TÉRMINOS DE SENSIBILIDAD, CON
INDEPENDENCIA DE QUE SE ENCUENTREN AMPARADAS POR LA LEY?
Esto encaja en un contexto muy
delicado. La libertad de expresión también está garantizada por la Constitución
y es habitual que se critique e incluso se realicen burlas de tal o cual
pensamiento, pero está claro que existen límites. Si surgen comentarios o
publicaciones antisemitas, o si algo afecta a la homosexualidad o a los
feminicidios, está claro que la ley está obligada a imponer restricciones a la
manifestación de una libertad que podría estar cegada y podría derivar en
insulto o calumnia. Expresarse con ironía puede estar bien, pero hay que prestar
atención al hecho de que, en la conciencia de algunas personas, hay imágenes o
representaciones que pertenecen a lo sagrado y ofenderlas afecta a algo muy
íntimo, muy profundo y puede constituir por tanto un factor de violencia. Diría
sí a la libertad de expresión, pero con la precaución de que no alcance la
violencia ni produzca violencia. Esta es la línea roja que se puede dibujar.
Este límite es difícil de definir por ley, pero veo claramente que en
determinadas formas de expresión hay una falta de comprensión por parte de los
que emiten estas imágenes, una falta de comprensión del impacto extremadamente
negativo que pueden tener y que generan verdadera violencia. No creo que herir
a la gente gratuitamente, voluntariamente, dé una buena imagen de nuestra sociedad.
¿No tenemos otra cosa que el desprecio como modelo
a ofrecer a los musulmanes procedentes de la inmigración?
TRAS EL ASESINATO DE
SAMUEL PATY, UN MUSULMÁN BRITÁNICO HA DICHO EN REDES SOCIALES QUE, A SU JUICIO,
LA ÚNICA RAZÓN POR LA QUE LOS CRISTIANOS ACEPTAN HOY EN DÍA LA BLASFEMIA ES
PORQUE EL CRISTIANISMO ES UNA RELIGIÓN DERROTADA, VENCIDA, AL MENOS EN EUROPA.
Yo diría más bien que está en
la esencia de nuestra fe cristiana: Cristo fue blasfemado, mancillado,
ultrajado; pasó por el trance de la blasfemia con su Pasión, con la muerte.
Esto no se ha dado en el islam, que tiene un dios trascendente que no puede
soportar la blasfemia. Mientras que nuestro Cristo fue maltratado. Nosotros
asumimos este paso por la blasfemia, lo que no sucede en el islam.
Traducido
para InfoCatólica por José Luis Azofra
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