El Papa Francisco impuso la dimisión del estado clerical del P. Jeremy Leatherby, un sacerdote de California (Estados Unidos) que fue excomulgado después de negar la legitimidad del Pontificado.
El sacerdote también ha sido acusado de coerción y
manipulación sexual, lo que llevó al Obispo de Sacramento (Estados Unidos),
Mons. Jaime Soto, a llamar a los sacerdotes a un día de ayuno y reparación por
los pecados de abuso sexual clerical.
“El 10 de septiembre de 2020 el Santo Padre, el
Papa Francisco, concedió la solicitud personal del P. Jeremy Leatherby por un
regreso al estado laico y una dispensa de la promesa del celibato. El señor
Jeremy Leatherby fue informado de la decisión del Santo Padre el martes 27 de
octubre de 2020. El señor Leatherby ya no tiene responsabilidades ni derechos
propios del estado clerical. Se advierte a los fieles católicos que no
participen en la misa ni en ningún otro sacramento que intente él”, escribió Mons. Soto en una carta del 2
de noviembre.
En agosto, Leatherby explicó que continuó celebrando la Misa en lugares
públicos, a pesar de que su obispo le prohibió hacerlo. También admitió que no
aceptaba el papado del Papa Francisco.
“Sigo considerando que Benedicto conserva el oficio
de Pedro, por misterioso que sea. Por lo tanto, no considero a Bergoglio como
el Sumo Pontífice de la Iglesia Católica Romana”, escribió Leatherby.
En el mismo mes, Mons. Soto anunció que “por
sus palabras y acciones” Leatherby estaba “en
un estado de cisma con la Iglesia Católica Romana”.
El Obispo declaró que el sacerdote había incurrido en una excomunión latae sententiae, luego
de lo cual Leatherby dijo que planeaba solicitar la laicización, reconociendo
que ya no está “en unión con la Iglesia sobre la
que reina Bergoglio”. El sacerdote dijo que “cumpliría”
sus “promesas sacerdotales de forma
independiente”.
La laicización de Leatherby probablemente detenga el juicio canónico
en su contra relacionado con acusaciones de coerción y manipulación sexual.
En marzo de 2016, el sacerdote fue retirado del ministerio en una
parroquia de Sacramento, en medio de acusaciones de haber mantenido una
relación sexual inapropiada con una mujer en la parroquia. Al presbítero se le
prohibió el ministerio público y se le retiraron sus facultades sacramentales.
El sacerdote dijo en agosto: “Violé los
límites de alguna manera con esa mujer”.
Leatherby está acusado de violar la confianza de las mujeres para las
que se desempeñó como director espiritual, y de cometer actos de abuso en ese
contexto.
Si bien la diócesis señala que inició un juicio canónico contra el
sacerdote en 2016, no llegó a un veredicto antes de que Leatherby solicitara la
laicización. La carta de Mons. Soto del 2 de noviembre lamentaba ese hecho.
“La mujer que presentó la acusación inicial y su
familia han sufrido más de lo que se ha revelado. Junto con su testimonio, se
han depositado en mi corazón otros relatos del sufrimiento silencioso de las
mujeres”, escribió el Prelado.
El Obispo agregó que si bien el juicio canónico no llegó a una
resolución antes de que Leatherby solicitara la laicización, creía que el
sacerdote había actuado de manera inapropiada.
“Con el tiempo, llegué a la certeza moral de que la
supuesta conducta prohibida contra el sexto mandamiento había ocurrido tanto en
el caso de la acusadora como en el de otras mujeres adultas”, escribió Mons. Soto.
“Me avergüenza que un hermano sacerdote haya
abusado de la sagrada confianza de las mujeres vulnerables. Es preocupante que
ahora se haya colocado fuera de toda responsabilidad eclesial”, añadió el Obispo.
“Debo reconocer y reparar las heridas que se han
infligido. Lamento que se haya abusado de las almas vulnerables. Su confianza
fue traicionada. Su confianza en la gracia salvadora de la Iglesia se tambaleó.
Su angustia requiere respeto, cuidado y contrición de mi parte”, añadió.
En respuesta, Mons. Soto pidió a los sacerdotes que se unan a él “para ofrecer un día de reparación por los pecados del
abuso del clero el viernes 6 de noviembre de 2020”.
“Ayune ese día, si puede hacerlo. Ofrezca una Misa
en honor al Sagrado Corazón de Jesús. Ore por las víctimas del abuso del clero
pidiendo la misericordiosa curación de Dios sobre ellas. Oremos también unos
por otros para que podamos ejercer con generosidad, casta y alegría nuestros
deberes sacerdotales por el bien de la Iglesia y la gloria de Dios. Los fieles
son bienvenidos a unirse al clero en este acto de reparación”, escribió.
“Mis hermanos sacerdotes y yo pertenecemos al
sacerdocio de Cristo Jesús en comunión con nuestro Santo Padre, el Papa
Francisco. Somos los administradores, no los dueños, de este tesoro divino.
Este sacerdocio existe solo para servir a Cristo y a Su Iglesia. En respuesta a
los escándalos que han preocupado a esta Iglesia local, nuestra propia
humildad, responsabilidad y sacrificio personal deben ser los remedios que
ofrecemos al Pueblo de Dios en la Diócesis de Sacramento”, concluyó Mons. Soto.
Traducido y adaptado por Diego López
Marina. Publicado originalmente en CNA.
Redacción ACI Prensa
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