FRANCO BATTAGLIA OFRECE UNA EXPOSICIÓN MUY COMPRENSIBLE DEL PRINCIPIO ANTRÓPICO.
Richard Smalley (1943-2005),
Premio Nobel de Química en
1996, afirmó en mayo de 2005, poco antes de morir, en una carta dirigida al Hope
College de Michigan con motivo de un homenaje que se le
tributó como ex alumno distinguido, que "la
finalidad de este universo es algo que solo Dios sabe con certeza, pero para la
ciencia moderna es cada vez más claro que el universo fue puesto a punto exquisitamente
para permitir la vida humana".
DIOS
Y EL PRINCIPIO ANTRÓPICO
Es lo que
se llama "principio antrópico" (de anthropos, "hombre" en griego), que ha sido formulado por científicos, y no por filósofos o teólogos. Establece que el hombre puede existir en el Universo solo
porque las leyes y constantes físicas son exactamente las que son, y no
podría existir en otro Universo donde fuesen mínimamente distintas de las que
son.
No se trata de una demostración de la existencia de Dios, algo que, según el
principio básico de la teología natural, logra la razón pura (son las célebres "cinco vías" de Santo Tomás de
Aquino): de hecho, muchos científicos
que sostienen el principio antrópico son ateos. Pero lo sugiere fuertemente, al dejar como únicas alternativas o
bien la postulación, meramente especulativa, de la existencia de miles de
millones de Universos distintos al nuestro; o bien la postulación de una
casualidad única y excepcional que, ésta sí, exige una fe ciega en que no tiene
su explicación en Dios.
LOS
PRIMEROS MINUTOS TRAS EL BIG BANG
Por ese
motivo, Franco Battaglia, profesor de Química Teórica y Química Física en
la Universidad de Modena (Italia), y antiguo investigador en el Instituto
Max Planck de Goettingen (Alemania) y en las universidades norteamericanas de
Rochester, Buffalo y Columbia, considera que "quien
sostenga que Dios no sería necesario para explicar el mundo comete
un error no tanto filosófico como meramente técnico".
Así se lo explicó al escritor Rino
Cammilleri en una
entrevista de 2016 en La Nuova Bussola Quotidiana.
En ella aporta una explicación detallada del principio antrópico a partir de lo
que pasó "pocos minutos después del Big
Bang", un momento en el cual "la masa
del Universo estaba constituida por 3/4 de protones y 1/4 de núcleos de Helio-4
(cada uno con 2 protones y 2 neutrones)".
SEGUIMOS LA EXPOSICIÓN DE BATTAGLIA:
-Los protones terminaron por transformarse en
núcleos de Helio-4.
-Los núcleos de Helio-4 siguieron otro proceso. Dos núcleos de Helio-4 se
pueden fundir para convertirse en Berilio-8 (4 protones y 4
neutrones), muy inestable pero que antes de romperse puede fundirse a su vez
con otro núcleo de Helio-4 para formar núcleos de Carbono12 (6
protones y 6 neutrones), de los cuales la mitad se estabilizan y la otra mitad
se funden con otros núcleos de Helio-4 para formar Oxígeno16 (8
protones y 8 neutrones). Ese oxígeno se estabiliza, dado que no tiene ninguna
probabilidad de absorber otro Helio-4 para transformarse en Neón-20.
-Es decir, el mecanismo que transforma 3 núcleos de helio en 1 de carbono y 4
núcleos de helio en 1 de oxígeno permite que en el Universo el carbono y el
oxígeno, que son los elementos de la vida, se hallen en cantidades aproximadamente
iguales.
LAS
CONDICIONES DE LA VIDA
¿Qué consecuencias tiene esto en la formulación del principio antrópico?
"La biología nos enseña que para el desarrollo de vida inteligente como la
nuestra son condiciones necesarias, ante todo, que haya un planeta con una temperatura
estable durante miles de millones de años y que haya aproximadamente
la
misma cantidad de carbono y de oxígeno. La primera condición la
garantiza el hecho de que antes de que se completen las reacciones de fusión
nuclear entre los protones en el Sol (es decir, antes de que el Sol muera)
deben transcurrir unos 10.000 millones de años. La segunda condición se garantiza
por el proceso que acabamos de describir del Helio-4".
El
principio antrópico, explicado por el padre Manuel Carreira (1931-2020),
jesuita y astrofísico.
Ahora bien, estas dos condiciones para la vida (que el Sol no se apague antes
de tiempo y que haya igual cantidad de carbono que de oxígeno) no podrían tener
lugar si cuatro magnitudes concretas (la constante universal de Planck, la masa del
protón, la intensidad de la interacción nuclear fuerte o el radio de acción de
esa interacción) difiriesen un 3% del valor que tienen. Si
una sola de esas magnitudes variase más de ese margen, "ello implicaría leyes de la física distintas".
"ALGUIEN"
SURGE COMO EXPLICACIÓN
Esto es: "La física es la que es justo para permitir nuestra
existencia, una circunstancia particularísima que necesariamente ha sido dispuesta
por Alguien".
¿Por
qué extrae Battaglia esa conclusión? Él mismo
lo explica así: "O bien la física que
conocemos es casual, en el sentido de que en el Universo existen fantastillones
[un número inimaginable de millones, por no decir infinito] de universos,
cada uno de ellos como realización de fantastillones de posibles leyes de la
física; esto es, que estamos en presencia de un único dado con fantastillones
de caras, y el nuestro universo es la cara que ha permitido nuestra existencia,
lo
cual es imposible si Alguien no ha conducido a que salte esa cara al lanzar el
dado...
»O bien estamos en presencia de fantastillones de
esos dados, cada uno de los cuales con fantastillones de caras, y el Universo
(o, más apropiadamente, el Multiverso) es la realización de todas ellas, una de
las cuales es nuestro universo, fuera del cual existen fantastillones de otros
universos, con leyes de la física distintas. Solo si este último fuese el
caso (un 'si...' colosal), no sería necesario ese Alguien".
"¿Es posible descartar a ese Alguien?", concluye Battaglia: "Con
la lógica en la mano, ciertamente no. Más bien parecería que quienes hemos
podido llegar a comprender todo lo anterior somos su extraordinaria imagen".
Artículo publicado en ReL el 17 de julio de 2016.
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