El joven Joan Roig Diggle ha sido beatificado en la Basílica de la Sagrada Familia, en una ceremonia presidida por el Cardenal Juan José Omella, Arzobispo de Barcelona y presidente de la Conferencia Episcopal Española.
En la celebración concelebraron el Nuncio Apostólico en España, Mons.
Bernardito Auza y el Arzobispo emérito de Barcelona, el Cardenal Lluís Martínez
Sistach y algunos familiares de este joven de 19 años que murió mártir por su
fe.
Esta beatificación coincide con el décimo aniversario de la consagración
de la Basílica de la Sagrada Familia por el Papa emérito Benedicto XVI, una
importante efeméride que también se recuerda hoy en esta ceremonia.
Hace pocos minutos, se ha mostrado la imagen del nuevo
beato Joan Roig Diggle en la @sagradafamilia.
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— EsglésiaBarcelona
ES (@esglesiabcn_es) November 7, 2020
Joan Roig Diggle fue un joven laico que murió con 19 años a los inicios
de la Guerra Civil. Nació en la Barcelona de 1917 en una familia catalano
inglesa.
Su educación empezó en los Hermanos de La Salle y siguió en los Escolapios
en Barcelona. Después de que su familia sufriera un revés económico, tuvieron
que trasladarse a la zona del Masnou, en Barcelona (España), lo que supuso un
gran cambio para Joan Roig. Allí entró en la Federación de Jóvenes Cristianos
de Cataluña.
Allí participó en las tareas de la Federación, y fue nombrado
vicepresidente del Consejo Comarcal de la Federación del Maresme.
Según precisan desde la Archidiócesis de Barcelona, Joan
Roig era un líder nato al que entonces había que eliminar “cueste lo que
cueste”. Uno de sus
biógrafos aseguró que “el único motivo por el cual
lo mataron fue porque era católico”, y “murió
porque no tenía miedo de defender a Cristo”.
La noche del 11 de septiembre de 1936, unos milicianos golpearon la
puerta de la casa de Joan Roig. Consciente de lo que iba a pasar consumió las Sagradas Formas y se despidió de su madre en inglés diciendo
“God is with me”, es decir, “Dios está conmigo”.
Joan Roig Diggle fue asesinado de cinco tiros dirigidos a su corazón y
uno de gracia en la nuca. Las últimas palabras que salieron de sus labios
fueron: “Que Dios os perdone como yo os perdono”.
Actualmente está enterrado en una capilla lateral de la parroquia de San
Pedro en el Masnou, Barcelona (España).
La ceremonia de beatificación se celebró respetando las medidas de
seguridad y aforo determinadas para evitar la propagación de la COVID-19.
Redacción ACI Prensa
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