El Arzobispo de Piura y Tumbes (Perú), Mons. José Antonio Eguren Anselmi, alentó a los fieles de su arquidiócesis a rezarle al Señor en octubre para pedirle el milagro de librarnos del coronavirus y de las epidemias morales que afectan al Perú.
“En este mes de octubre pidámosle con fe al Señor el
milagro de vernos libres de una vez por todas del mal del coronavirus,
pero también de las epidemias morales que secularmente afligen al Perú: la
corrupción, la división, los enfrentamientos entre hermanos, la búsqueda de los
propios intereses, y el egoísmo”, escribió
el Arzobispo en su carta pastoral titulada “Seamos
portadores vivientes de la imagen del Señor”.
Según las cifras oficiales, los casos de coronavirus en Perú ascienden a
811.768 con 32.396 fallecidos. Los pacientes recuperados son en total 676.925.
En Piura, uno de los lugares más afectados por la pandemia, los casos son
35.136 y hay 1.954 fallecidos.
En su carta, el Prelado destacó que el mes de octubre “es doblemente morado” porque es el color que
recuerdas las celebraciones en el norte del Señor Cautivo de Ayabaca y en todo
el país del Señor de los Milagros, devociones que son “símbolo
de la profunda religiosidad cristiana de nuestro pueblo, y expresan la honda identidad
católica del Perú, algo que nunca debemos olvidar”.
Luego de precisar que este año a causa del coronavirus no se podrá
peregrinar a Ayabaca, el Arzobispo indicó que esto no impide “que nuestra vida personal y social se tiñan una vez más
de morado, es decir se colmen del amor al Señor y al prójimo. Si hay algo que
nos anima en estos difíciles momentos que vivimos, es saber que podemos contar
con Jesús, porque Él nunca nos defrauda. ¡Él es el amigo que no falla!”.
Mons. Eguren alentó a no caer “en el desánimo
ante las circunstancias adversas que vivimos” y recordó que “somos invitados a contemplar el rostro del Señor, para
reflejar su luz y hacerla resplandecer ante los demás, es decir somos llamados
a ser portadores vivientes de la imagen del Señor con nuestra fe y testimonio
de vida intachable de tal manera que los demás puedan ver a Cristo vivo y
resucitado en nosotros”.
“El color morado que distingue al mes de octubre
simboliza a la ‘penitencia’”, precisó el Arzobispo y animó a
acudir al sacramento de la confesión en este tiempo, recordando que “no existe miseria que pueda medirse” con la
misericordia de Dios.
“A los sacerdotes de Piura y Tumbes les pido que
dediquen todo el tiempo que les sea posible para oír las confesiones de
nuestros fieles cristianos, observando los protocolos debidos”, continuó el Prelado peruano.
El Arzobispo de Piura y Tumbes animó también a defender la vida de todos
“desde la concepción hasta su fin natural. Que
octubre nos lleve entonces a un renovado compromiso por la defensa de la vida”,
rechazando siempre el aborto y la eutanasia.
“Renovemos igualmente nuestro compromiso por
fortalecer a la familia, hoy asediada por colonialismos ideológicos que buscan
su destrucción”, agregó.
El Prelado animó a fortalecer la piedad religiosa “vistiendo el hábito morado en nuestras labores
cotidianas, usando nuestros chalecos, pulseras y cintas de peregrinos, usando
las tradicionales corbatas moradas o llevando con nosotros sobre el pecho un
escapulario o detente del Señor” o entronizando “una
imagen o estampa del Señor Cautivo y del Señor de los Milagros, en la casa o en
el trabajo”.
El Prelado también pidió que la Virgen María y “San
Miguel Arcángel, nos defienda y proteja en estos difíciles momentos, y para
ello como nos ha pedido el Papa Francisco, recemos en octubre, mes en que
celebramos a Nuestra Señora del Rosario, esta maravillosa devoción mariana,
junto con la Oración a San Miguel”.
“A todos animo a que sigan por las redes sociales
las novenas, catequesis, y especialmente las transmisiones de la Santa Misa los
días de fiesta de ambas devociones que son el 13, 18 y 28 de octubre”, destacó.
Redacción ACI Prensa
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