lunes, 31 de agosto de 2020

LOS EVANGELIOS, UNA BUENA NOTICIA

Evangelio anunciado, transmitido y vivido. Los cuatro evangelistas. 

Por: P. Francisco Baena | Fuente: Catholic.net


EL PROCESO DE COMPOSICIÓN DE LOS EVANGELIOS.

Los evangelios, como todo libro de la Biblia, es fruto de un largo proceso. Podemos distinguir varias etapas:

EVANGELIO ANUNCIADO. (28-30 ca).


Jesús, con toda seguridad, no escribió nada. Al contrario de los grandes hombres de su tiempo, que escribían grandes tratados de historia, literatura, viajes,... Jesús proclamó el evangelio (=Buena noticia) por Palestina. De dos maneras predica este evangelio:

a.- A través de sus palabras
b.- A través de su vida
 

EVANGELIO TRANSMITIDO Y EVANGELIO VIVIDO. (a partir del año 30).

Todo comenzó después de la Resurrección de Jesús. Los apóstoles no se guardan la Buena Nueva para ellos. La comunican por las calles, las plazas, las calles, etc.

Su mensaje es sencillo y contundente: Vino a este mundo un hombre que nosotros conocíamos. Predicó el Reino de paz, amor, justicia. Lleva en su corazón un amor inmenso: el amor de Dios. Jesús está vivo: ¡Ha resucitado!

Junto a esta comunicación de la Buena nueva, comienzan a vivir como lo intentó Jesús. Forman la comunidad de los creyentes en Jesús: La Iglesia.

La comunidad de seguidores de Jesús aumenta. Ya no sólo están en Palestina. Hay cristianos que proceden de distinto origen... La Iglesia se universaliza y a todos estos cristianos hay que ayudarles:

A REZAR: escribieron la oración de Jesús.

A VIVIR como Jesús: escogen frases y sentencias del mismo Jesús sobre el dinero, la bondad, el amor, el seguimiento.

A DAR RAZÓN DE LA FE EN JESÚS.

Estos relatos, dichos, oraciones,... se fijan en PEQUEÑOS ESCRITOS que circulan entre las comunidades cristianas.

Se reúnen estas unidades en colecciones mayores: Relatos de Milagros, Parábolas, dichos y sentencias del Señor...
Aunque no hay que olvidar que perdura la transmisión oral.

Los misioneros y los transmisores de la Buena Nueva en sus predicaciones: Seleccionan multitud de recuerdos que conservaban de Jesús. Tienden a realizar una síntesis. Legitiman su predicación con alusiones a los testigos existentes (apóstoles).

Todo lo que saben lo adaptan a los destinatarios y a sus oyentes.

Todo lo que se sabía de Jesús tenía que servir para la predicación, para que suscitara la fe en Jesús o la fortaleciera.

EVANGELIO ESCRITO.

Ya han muerto los apóstoles y los primeros cristianos por dar testimonio de Jesús.

La Iglesia está esparcida por el Imperio Romano y se universaliza. Para que se conserve con fidelidad el mensaje de Jesús, algunos cristianos comienzan a escribir.

Estos escritores cristianos (los evangelistas) se sirven de las pequeñas unidades literarias existentes y de las colecciones de relatos (milagros, parábolas, pasión,
etc.).

Existen tres evangelios (Marcos, Mateo y Lucas), que concuerdan en gran parte en lo que dicen. Se llaman SINÓPTICOS.


LOS TRES EVANGELIOS ORGANIZAN SUS MATERIALES TENIENDO EN CUENTA UN ESQUEMA FIJO:

1.- La época de Jesús junto a Juan Bautista.

2.- Jesús en la Galilea: Predicación del Reino de Dios.

3.- La marcha y el camino hacia Jerusalén.

4.- Sus últimos días: Pasión, Muerte y Resurrección.

El evangelio de San Marcos es el más antiguo. Mateo y Lucas montaron su narración evangélica sobre el modelo de Marcos.

Mateo y Lucas tienen una fuente común, llamada Fuente Q (viene de la palabra alemana Quelle, que significa fuente), que era un escrito que contenía dichos y sentencias de Jesús.


SAN MARCOS

fecha: entre los años 60 y 70.

Destinatarios: cristianos de origen pagano.

Objetivo: mostrar las características del mesianismo de Jesús.

Autor: La tradición lo atribuye a Juan Marcos, colaborador de Pablo y después de Pedro

Lugar de composición: ciudades de Roma y Antioquía.


SAN LUCAS

Fecha: entre los años 70-90.

Destinatarios: comunidades surgidas en el mundo pagano.

Objetivo: mostrar las características de los seguidores de Jesús.

Autor: Posiblemente Lucas, el compañero de Pablo.

Lugar de composición: no hay acuerdo (¿Efeso, Corinto, Roma?).


SAN MATEO

fecha: Hacia el año 80 o algo después.

Destinatarios: cristianos de ascendencia judía.

Objetivo: Animar a su comunidad para que siga las enseñanzas de Jesús, modelo y salvador.

Autor: Cristiano de origen judío. La tradición lo ha identificado con el apóstol Mateo.

Lugar de composición: la región de Siria o Antioquía


SAN JUAN

Este evangelio rompe el molde de los sinópticos. Se distingue de los otros por su estilo, vocabulario y estructura.

La estructura: El camino de Jesús comienza en el Padre y termina en el Padre; el escenario de su vida es Galilea y Judea; sus temas intentaron mostrar a Jesús como manifestación de la verdad divina.

Fecha: la redacción última entre los años 90 y 100.

Destinatarios: cristianos de la comunidad de Juan evangelista.

Objetivo: Jesús se revela como hijo de Dios y salvador del mundo.

Autor: La tradición lo atribuye al apóstol Juan.

Lugar de composición: Efeso, ciudad de Asia Menor, o la región de Siria lindante con Palestina.

LO QUE ENSEÑA LA IGLESIA HOY

Los evangelios fueron escritos por hombres que pertenecen al grupo de los primeros que tuvieron fe (Mc 1,1; Jn 21,24) y quisieron compartirla con otros. Habiendo conocido por la fe quién es Jesús, pudieron ver y hacer ver los rasgos de su Misterio durante la vida terrena. Desde los pañales de su natividad (Lc 2,7) hasta el vinagre de su pasión (Mt 27,48) y el sudario de su Resurrección (Jn 20,7), todo en la vida de Jesús es signo de su Misterio... Su humanidad aparece así como el Sacramento, es decir, el signo y el instrumento de su divinidad y de la salvación que trae consigo: lo que había de visible en su vida terrena conduce al misterio invisible de su filiación y de su misión redentora.

(Nº 515 DEL CATECISMO).


La Tradición apostólica hizo discernir a la Iglesia qué escritos constituyen la lista de los Libros Santos (DV 8,3). Esta lista integral es llamada Canon de las Escrituras. Comprende para el Antiguo Testamento 46 escritos (45 si se cuentan Jr y Lm como uno solo), y 27 para el Nuevo Testamento.

(Nº 120 DEL CATECISMO).


La Palabra de Dios que es fuerza de Dios para la salvación del que cree, se encuentra y despliega su fuerza de modo privilegiado en el Nuevo Testamento (DV 17). Estos escritos nos ofrecen la verdad definitiva de la Revelación divina. Su objeto central es Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado, sus obras, sus enseñanzas, su pasión y su glorificación, así como los comienzos de su Iglesia bajo la acción del Espíritu Santo (DV 20).

(Nº 124 DEL CATECISMO).


Los Evangelios son el corazón de todas las Escrituras por ser testimonio principal de la vida y doctrina de la Palabra hecha carne, nuestro Salvador (DV 18).

(Nº 125 DEL CATECISMO).


El Evangelio cuatriforme ocupa en la Iglesia un lugar único; de ello dan testimonio la veneración de que rodea la liturgia y el atractivo incomparable que ha ejercido en todo tiempo sobre los santos.

(Nº 127 DEL CATECISMO).

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